2/1/09

Sergio Ernesto Ríos

Sergio Ernesto Ríos,

Toluca, México, 1981








POEMAS





NON VOLUNTARIS

Yo era estúpido porque no sabía que sólo
la poesía estúpida es en verdad atrayente y fascinadora
Arturo Carrera

Habremos de corregir
la osamenta del perro

la extremaunción
del amor aturdido

casi el pasito nupcial

en la suficiencia
de una caricia

no en monótono
repliegue

el aislamiento cándido
la onomatopeya volátil
por el hocico abierto

no se llama pereza

aunque
el músculo de la fatiga
bebe una familia
de quince cucarachas
en mestizo aguardiente

los bálsamos de San Gaspar
bebemos también

en la torpeza vertebral
alicaídos

no era una canción de los sesenta

su hermano asaltó
a cuatro turistas
cuando salían del banco

y luego hubo heroína
y noches en el desierto
que gritaba

que dios es un puerco
que dios no es un venado
que dios tiene un collar de jazmines
y un rostro terciopelo

pero es un cerdito
con la cola espiral
por todos conocida

de Tecate
era él

y cruzaba a San Diego
porque parecía gringo

aparezco en la cárcel
con mi hermano pequeño

esa misma noche

el rompe algunos parabrisas
yo arranco los teléfonos

sangra su mano derecha
mordida por estalactitas

sólo quería llamarte

arrancar desa costilla pública
tu huída

descifrar los telones
que ya han caído

estamos sordos

entre los cencerros
de aquella provincia

el calor mece
el soplo rudimentario

de las estrellas

tuerce el histrionismo
tuerce la ebriedad

ahí

como el feto
de un murciélago
en oscuras ceremonias

la nariz
no desconoce el nervio
de una luna baja
justo ahí

llueven los tábanos
salpican las tijerillas
escupen los alacranes

su ignorancia gradual

y no hay otro veneno
lejos de tus manos

no hay nueve meses
famélicos

no hay hecatombe simple

pero nos despedimos

el rencor sonámbulo
también

quiero el pelo blanco

de aquel personaje
en el laberinto de París

ella lee cada estertor

la bilis
como un guante

de bruja
claroscuro

la duquesa colibrí
junto al sauce

el deseo predador

o lavar los sesos
con un gesto siamés

comience el trote
metafísico

el corazoncito lánguido

la querella de novelón alpino
de amantes disecados

improvisara
la nieve egoísta

diminutivos
negaciones pasajeras

enferma
como un hada

que cuelga arrogante
de mi abrigo inglés

sucede el despertar intonso

de los cuerpos sometidos
al sueño

está llorando en mi cama

un metal narcótico

un metal pausado

la legra
se internó en tu vientre

como un cardo
que cocinara
el temor materno

llora toda la noche

no entiende la orfandad
no le contaré de la cárcel

apuntes de lobotomía
en la cabeza

me confunden con un militar
proscrito

ríen de nosotros
tres policías

estoy descalzo
y camino sobre el excremento

desborda un vómito azul
nuestros lechos de piedra

que cagamos
que aullamos
que insultamos
la Verdad en esa celda

nos repiten
nos repiten

cuando nos condenan

rayo una profecía absurda
en la pared íntima
de la celda

rayo con vómito azul
esa orfandad

y hablo el idioma
de los simios


QUE EL POLVO SIGA CAYENDO EN TUS MANOS
COMO UN VIEJO DILUVIO DE PALOMAS

Y una vela sin danza de ojos siga cayendo con su frente sucia; que la piel sea un hábito que escampa ajeno y se orillen las piedras que serán luego amalgama del pecho y el reposo; que el aire cave el cuenco de nuestra quijada como una hoguera hecha de bosque desleído y venga un arco rezagado de días; que el olivo sea un baño y el olvido bocado necio y tenga larva de plumas –vestido al vuelo- y cera que no niegue la noche mayor.

DE CETRERÍA
No volver con el agravio de imaginar la cítara o el guante cuerpo si al menudo remolino pueden desterrarse partes; una lección de espalda: el peso debe convertirse en alfil discreto, palmas deshilvanados, orfebres como la saeta, lo curvo, lo protervo, lo nervado. Las redes de la jauría, al fin hélice del árbol, preguntarán como péndulo en contra, como flor de garfios. Una almena muda sin quilla. Pro yo vi álula umbría, sobre un trapecio convulso su baño de viuda, porque si un pozo en vez de jardín la espiara lo zopo en la rama no viera.
ALMOHADA FÚNEBRE
(UNA RENUNCIA)
No me tentará el torpor de los cuerpos que contienes, el vuelo disecado en tus entrañas ahora raudo migajón, ahora vientre. Ninguna piedad para la jaula decapitada al viento, al ovillo de los acantilados muda. No me tentarán las migraciones de tu hábito, aunque la noche me embiste horizontal, ineluctable. Guárdame con tu enjambre blando, orilla de viejas alas, nido lento, peine fiel, peinando los andamios de lo que he soñado.
DE SEMEFO
De preferencia el personaje secundario usa barbas y tabaco
A cada instante un cuadrilátero de lados no paralelos
Un sombrero quelonio
Y muere al comienzo del segundo acto
Me confió la quiromántica
Ineluctablemente su número es el dos
Dos veces dos
(Supra. Personaje secundario Acto segundo)
Mida los cotos del mes en que nació
(Día 22 Mes 12 Año 81)
Multiplíquelo por cualquier ascendente del elemento tierra
Resulta un animal a ras de suelo
(Cuadrúpedo que durante la marcha
Apoya toda la planta de los pies y de las manos)
Y a toda arquitectura le ofrezco un bostezo desde entonces
Y llevo barba y una visita empírica al tabaco

LSD3641
El automóvil en su decoro trascendente
Me digo
HE TREATS ME LIKE A RAGDOLL
Cuando dicta Beltenebros
Entre la porcelana y el rictus nobiliario
El vómito apresura pocas veces la naftalina
Areté
I’M GONNA KICK TOMORROW
Cuando dicta Beltenebros
Que acongojas
Al cielo (Como ninguno)
A la mecánica celeste
A la ficción de esas nubes melodramáticas
Acimut de la cabeza
Yo no soy el anticuario en la predicción de esas nubes
Yo no la hibernación mayúscula
Yo no el obturador desde el subsuelo aquí
Nadir (Domicilio conocido)



POEMAS TOMADOS DE:


Semefo, Grupo Literario Mirabilis, Toluca, México, 2006.
_____, De Cetrería, Bonobos, Toluca, 2004.
“Non Voluntaris” en Revista Elemental, Publicación Bimestral, no.1, México, D.F., 2007