Sergio Ernesto Ríos,
Toluca, México, 1981
POEMAS
NON VOLUNTARIS
Yo era estúpido porque no sabía que sólo
la poesía estúpida es en verdad atrayente y fascinadora
Arturo Carrera
Habremos de corregir
la osamenta del perro
la extremaunción
del amor aturdido
casi el pasito nupcial
en la suficiencia
de una caricia
no en monótono
repliegue
el aislamiento cándido
la onomatopeya volátil
por el hocico abierto
no se llama pereza
aunque
el músculo de la fatiga
bebe una familia
de quince cucarachas
en mestizo aguardiente
los bálsamos de San Gaspar
bebemos también
en la torpeza vertebral
alicaídos
no era una canción de los sesenta
su hermano asaltó
a cuatro turistas
cuando salían del banco
y luego hubo heroína
y noches en el desierto
que gritaba
que dios es un puerco
que dios no es un venado
que dios tiene un collar de jazmines
y un rostro terciopelo
pero es un cerdito
con la cola espiral
por todos conocida
de Tecate
era él
y cruzaba a San Diego
porque parecía gringo
aparezco en la cárcel
con mi hermano pequeño
esa misma noche
el rompe algunos parabrisas
yo arranco los teléfonos
sangra su mano derecha
mordida por estalactitas
sólo quería llamarte
arrancar desa costilla pública
tu huída
descifrar los telones
que ya han caído
estamos sordos
entre los cencerros
de aquella provincia
el calor mece
el soplo rudimentario
de las estrellas
tuerce el histrionismo
tuerce la ebriedad
ahí
como el feto
de un murciélago
en oscuras ceremonias
la nariz
no desconoce el nervio
de una luna baja
justo ahí
llueven los tábanos
salpican las tijerillas
escupen los alacranes
su ignorancia gradual
y no hay otro veneno
lejos de tus manos
no hay nueve meses
famélicos
no hay hecatombe simple
pero nos despedimos
el rencor sonámbulo
también
quiero el pelo blanco
de aquel personaje
en el laberinto de París
ella lee cada estertor
la bilis
como un guante
de bruja
claroscuro
la duquesa colibrí
junto al sauce
el deseo predador
o lavar los sesos
con un gesto siamés
comience el trote
metafísico
el corazoncito lánguido
la querella de novelón alpino
de amantes disecados
improvisara
la nieve egoísta
diminutivos
negaciones pasajeras
enferma
como un hada
que cuelga arrogante
de mi abrigo inglés
sucede el despertar intonso
de los cuerpos sometidos
al sueño
está llorando en mi cama
un metal narcótico
un metal pausado
la legra
se internó en tu vientre
como un cardo
que cocinara
el temor materno
llora toda la noche
no entiende la orfandad
no le contaré de la cárcel
apuntes de lobotomía
en la cabeza
me confunden con un militar
proscrito
ríen de nosotros
tres policías
estoy descalzo
y camino sobre el excremento
desborda un vómito azul
nuestros lechos de piedra
que cagamos
que aullamos
que insultamos
la Verdad en esa celda
nos repiten
nos repiten
cuando nos condenan
rayo una profecía absurda
en la pared íntima
de la celda
rayo con vómito azul
esa orfandad
y hablo el idioma
de los simios
QUE EL POLVO SIGA CAYENDO EN TUS MANOS
COMO UN VIEJO DILUVIO DE PALOMAS
Y una vela sin danza de ojos siga cayendo con su frente sucia; que la piel sea un hábito que escampa ajeno y se orillen las piedras que serán luego amalgama del pecho y el reposo; que el aire cave el cuenco de nuestra quijada como una hoguera hecha de bosque desleído y venga un arco rezagado de días; que el olivo sea un baño y el olvido bocado necio y tenga larva de plumas –vestido al vuelo- y cera que no niegue la noche mayor.
DE CETRERÍA
No volver con el agravio de imaginar la cítara o el guante cuerpo si al menudo remolino pueden desterrarse partes; una lección de espalda: el peso debe convertirse en alfil discreto, palmas deshilvanados, orfebres como la saeta, lo curvo, lo protervo, lo nervado. Las redes de la jauría, al fin hélice del árbol, preguntarán como péndulo en contra, como flor de garfios. Una almena muda sin quilla. Pro yo vi álula umbría, sobre un trapecio convulso su baño de viuda, porque si un pozo en vez de jardín la espiara lo zopo en la rama no viera.
ALMOHADA FÚNEBRE
(UNA RENUNCIA)
No me tentará el torpor de los cuerpos que contienes, el vuelo disecado en tus entrañas ahora raudo migajón, ahora vientre. Ninguna piedad para la jaula decapitada al viento, al ovillo de los acantilados muda. No me tentarán las migraciones de tu hábito, aunque la noche me embiste horizontal, ineluctable. Guárdame con tu enjambre blando, orilla de viejas alas, nido lento, peine fiel, peinando los andamios de lo que he soñado.
DE SEMEFO
De preferencia el personaje secundario usa barbas y tabaco
A cada instante un cuadrilátero de lados no paralelos
Un sombrero quelonio
Y muere al comienzo del segundo acto
Me confió la quiromántica
Ineluctablemente su número es el dos
Dos veces dos
(Supra. Personaje secundario Acto segundo)
Mida los cotos del mes en que nació
(Día 22 Mes 12 Año 81)
Multiplíquelo por cualquier ascendente del elemento tierra
Resulta un animal a ras de suelo
(Cuadrúpedo que durante la marcha
Apoya toda la planta de los pies y de las manos)
Y a toda arquitectura le ofrezco un bostezo desde entonces
Y llevo barba y una visita empírica al tabaco
…
LSD3641
El automóvil en su decoro trascendente
Me digo
HE TREATS ME LIKE A RAGDOLL
Cuando dicta Beltenebros
Entre la porcelana y el rictus nobiliario
El vómito apresura pocas veces la naftalina
Areté
I’M GONNA KICK TOMORROW
Cuando dicta Beltenebros
Que acongojas
Al cielo (Como ninguno)
A la mecánica celeste
A la ficción de esas nubes melodramáticas
Acimut de la cabeza
Yo no soy el anticuario en la predicción de esas nubes
Yo no la hibernación mayúscula
Yo no el obturador desde el subsuelo aquí
Nadir (Domicilio conocido)
POEMAS TOMADOS DE:
Semefo, Grupo Literario Mirabilis, Toluca, México, 2006.
_____, De Cetrería, Bonobos, Toluca, 2004.
“Non Voluntaris” en Revista Elemental, Publicación Bimestral, no.1, México, D.F., 2007