31/1/09
30/1/09
Tribulaciones del poeta Actual
Una interesante disertaciòn sobre la poesìa y lo latinoamericano por Malva Flores
En ocasión de una charla sobre Sergio Pitol en China, en el año 2000 Jorge Volpi declaró que “los intercambios literarios entre los países latinoamericanos son limitadísimos, tanto, que diría que el concepto de literatura latinoamericana no existe, sólo une el idioma". Esta idea ocupa todavía al narrador en su reciente libro de ensayos, Mentiras contagiosas (Páginas de espuma, 2008), y forma parte de aquella arenga grupal, nacida en 1996, cuando por primera vez se da a conocer el Manifiesto Crack durante la presentación de los libros de quienes formarían parte de un grupo que fundó su existencia a partir, entre otras cosas, de un deslinde del boom latinoamericano. Sus novelas, particularmente las del propio Volpi, Ignacio Padilla y Vicente Herrasti hicieron gala de un “cosmopolitismo” que intentaba asegurar, para la narrativa, que ya éramos, al menos los mexicanos, “ciudadanos del mundo”.
¿Qué tiene que ver Volpi con los problemas del poeta actual? Nada y de soslayo, mucho. Esa historia, podrán decirme, ha sido revisada cientos de ocasiones y pertenece al ámbito de la narrativa y tal vez de la mercadotecnia. Sin embargo, las tribulaciones del poeta actual de algún modo no impreciso está ligada a estos acontecimientos de los que el crack es ya sólo un episodio reservado a la academia y la avalancha publicitaria sobre la nueva narrativa hispanoamericana, con sus altos tirajes, las giras globales de autores, los sustanciosos premios y la competencia entre los consorcios editoriales son el pan nuestro de cada día. Los alteros de novelas se suceden en las mesas de novedades como edificios cuyo próximo derrumbe augura el nacimiento de otra, similar y fugaz, pila de libros. “No son aves, sino libros de paso” aseguraba Paz a finales de los ochenta, y aún no existía la explosión de hoy.
Si uno lee Mentiras contagiosas, advierte que Volpi ha seguido a pie juntillas sus propios preceptos sobre la narrativa y lo que llama “cosmopolitismo” (curiosamente retomando algunas ideas de un poeta admirado por Volpi: Jorge Cuesta) y que, efectivamente, sus novelas no intentan exaltar un color local, repudiado por folklórico y sí, en cambio, dar voz a personajes del mundo global, de la historia occidental, etcétera. A su juicio no son más, los latinoamericanos, aquellos personajes que van a París y se deslumbran o que exhiben las miserias y esplendores de su Macondo habitual. Exotismo al revés, ahora los latinoamericanos van a Europa para enseñarles lo que Europa es. Pero, más allá de estos comentarios nacidos seguramente del resentimiento, lo que queda expuesto en el libro de Volpi (y no tendría por qué ser de otra manera), es una ausencia. La literatura es la narrativa. La poesía ha desaparecido.
Volpi marca el fin de la novela latinoamericana (entiéndase, la narrativa del Boom y sus secuelas) con la aparición de Roberto Bolaño, esa marca registrada por Anagrama. Resulta curioso que un poeta, Bolaño, haya provocado esa “epidemia”, en palabras de Volpi. El chileno habla de poetas como habla de tantas cosas, pero si uno revisa la narrativa contemporánea podrá observar que muchos autores (el propio Bolaño, Juan Villoro, Álvaro Enrigue, Enrique Serna, Jorge Edwards, Mario Bellatín, Francisco Goldman o incluso Saramago o Tabucchi, por mencionar sólo algunos) ven en la imagen del poeta un asunto novelable. Así convertido en personaje o idea, imagino el destino de los poetas constreñido a representar una especie casi extinta, algo así como el Tiranosaurio; un elemento exótico, el único personaje que aún siendo grotesco, o quizá porque lo es, se ha convertido en parodia del héroe y puebla el Jurassic Park de los novelistas.
La extinción del poeta sería, entonces, el verdadero problema del poeta actual. No hay Greenpeace para poetas y su defensa puede convertirse sólo en asunto de otra novela. Otra cosa es la poesía, pero suelen confundirse.
Defender a la poesía es como defender a las piedras pulidas por el río o a las piedras mismas de la civilización. Sin embargo, recurrentemente en la historia aparece de nuevo la pregunta ¿cuál es el futuro de la poesía? ¿tiene futuro? Tal pareciera como si, de trecho en trecho, el espacio de la poesía, su lugar de convivencia y alcance, fuera sólo el cubículo. Etiquetada por el mercado como “artículo en desuso”, la poesía desaparece de los anaqueles y se refugia en ediciones marginales, o ediciones de autor, que viene a ser lo mismo. Pasa de mano en mano. Pero, ¿cuándo ha sido diferente? Si pensamos que Mallarmé editó una antología de su obra en 1887 y tiró 40 ejemplares o que Rimbaud pagó la edición de Una temporada en el infierno, no deberíamos asombrarnos. La primera edición de La alegría, de Ungaretti, fue de ochenta ejemplares; la de Las flores del mal, fue de un poco más de mil.
Pero los poetas, al menos los mexicanos, se quejan. No hay espacio para la poesía. Como una forma de sobrevivencia, en México algunos poetas se han refugiado en la academia como un injerto anómalo. Han fatigado las arduas galeras, diría Borges; venden enciclopedias o tacos. Se esconden tras la silla burócrata, diseñan camisetas, llaveritos; hacen largas filas en pos de una beca. Pero, ¿alguna vez fue distinto? Los poetas siempre se quejan. En México, al menos, ya no hay suplementos literarios; la crítica de poesía, la crítica viva, prácticamente ha desaparecido y las —cada vez menos— revistas literarias, incluyen la poesía en sus páginas como se pone un florero en la sala. No ocurre así en otros lados quizá porque, alejada del estipendio oficial, la poesía ha recorrido el camino que ha sido siempre suyo desde el inicio de la modernidad: el margen, no como marginalidad, sino como el resultado de una decidida voluntad minoritaria que ve en el poema no un artículo de consumo, sino una forma viva de duración.
Sin embargo, desde hace más o menos una década, los poetas más jóvenes han emprendido otro derrotero que no es sino el más antiguo, modificado ahora en su versión global. Mientras suceden las ferias, se premian y promocionan a los narradores, se realizan giras cosmopolitas, los poetas relegados de su lugar público regresan a lo privado, aunque en formas quizá contradictorias. Avecindados en Facebook, MySpace, o en los innumerables blogs que pueblan la red, los poetas hacen de lo privado cosa pública. Reanudan pues, aunque aún torpemente, una conversación que antes estaba destinada al salón, al café o a las revistas. Silenciosamente para el mundo del mercado, se realizan festivales, se crean redes en la red, aparecen editoriales independientes. Y sucede algo que, al menos, pone en entredicho aquellas palabras de Volpi en China donde asegura que “Los intercambios literarios entre los países latinoamericanos son limitadísimos”.
Los jóvenes poetas piensan otra cosa. Para hablar del movimiento actual de la poesía latinoamericana habría que trasladarse, y tampoco es algo nuevo, hacia el cono sur del continente para ver sus orígenes. Los nombres de Washington Cucurto (seudónimo de Santiago Vega), Martín Gambarotta, Sergio Raimondi, Cristian De Nápoli, Gabriela Bejerman; los chilenos Alejandra del Río y Germán Carrasco y un alemán, Timo Berger, son varios de los muchos nombres que constituyen esa red poética de la que hablaba atrás y que tiene su centro de irradiación en varios festivales como el “Latinale”, de Alemania; “Poquita fe”, en Chile, “Salida al mar” en Argentina, o en las innumerables antologías virtuales que van agrupando poetas latinoamericanos, entre las que destaca el proyecto Las afinidades electivas, las elecciones afectivas, promovida por el poeta argentino Alejandro Méndez, a través de los blogs. En México, la integración a estas redes se ha venido realizando cada vez con mayor frecuencia y ya son bastantes los poetas que con sus ediciones o trabajo han ingresado a las listas o han asistido a estos festivales. De entre los poetas que en México siguen esta corriente podemos mencionar a Rocío Cerón, Carla Faesler, Hernán Bravo Varela, Julián Herbert, entre varios otros; así como destacan las ediciones El billar de Lucrecia, la agrupación Motín Poeta, el “Slam poético de la colonia Roma” y el “Campeonato nacional de verso libre”, cuya final —me cuenta Sergio Valero— se disputó en un cuadrilátero con narración en vivo.
Hartos de Paz, Octavio —“una gran loza que al fin se nos quitó de encima”, han dicho algunos—; de Juarroz —de quien nadie se acuerda en Argentina, aseguran otros—; de Borges —"¿Cómo le voy a creer a un ciego que lee?", en palabras de Cucurto— o de Gonzalo Rojas; estos poetas, cuya gran mayoría no ha cumplido los treinta y cinco años (fecha oficial para dejar de ser joven en México), confían en la dudosa novedad del Spoken Word, alimentan la idea de realizar lecturas de poesía como los antiguos aedas; hacen videopoemas, intervenciones, performances y creen más que en las mentiras contagiosas, en la contaminación de los lenguajes artísticos a partir de un vínculo con el lenguaje poético. Así como abominan de aquellos padres poéticos, han encumbrado a autores como Roberto Echavarren, Diego Maqueira, Nicanor Parra, y en México a Gerardo Deniz o David Huerta.
No por casualidad los nombres de sus agrupaciones, festivales y títulos (recientemente el Billar de Lucrecia ha publicado la antología Nosotros que nos queremos tanto), aluden a una condición popular donde, se cree, pueden encontrarse las raíces de la asimilación con un público para quien la poesía había dejado de significar algo. Pero ese público, esos posibles lectores, no son otros que los mismos poetas de siempre, ahora como grupo latinoamericano, leyéndose, juzgándose, peleándose y, acaso, conversando.
“Después del boom hay mucho más. En búsqueda de una nueva América Latina y de su poesía joven”, anunciaba la página web de Latinale para su edición 2007. También puede leerse que en el encuentro “entrará en acción una guagua lírica, un bus literario. Esa camioneta interurbana –llamada colectivo, micro, guagua, bondi o camello en Latinoamérica—, se convertirá en el bus de Latinale que servirá como una metáfora movediza y pondrá de manifiesto el nuevo desarrollo transnacional de la comunidad poética (latinoamericana) citada en Europa.” La idea gregaria, comunal, de los poetas latinoamericanos actuales no puede ser más evidente.
Como mi intervención se llama “Tribulaciones del poeta actual” no voy a hablar de la obra de estos poetas. Sus discusiones y propuestas requerirían de un espacio mayor. Señalo sin embargo otra cuestión. Cuando surge la pregunta ¿tiene futuro la poesía?, existe una sospecha implícita. “La poesía está en crisis”. Las actividades y actitudes de estos jóvenes poco dicen, por sí mismas, de la naturaleza de su lenguaje poético. Recientemente, sin embargo, y para el caso concreto de México, Heriberto Yépez ha comentado en relación con el Spoken Word y otras de esas prácticas: “Al spoken word se llega cuando: 1) hay carencia de buena poesía, 2) no se tiene una solución real, 3) se disfraza la crisis haciendo shows populistas.”
Lo cierto es que cada generación tiene su manera de plantarse en el mundo, aunque esta forma sea tan vieja como las piedras de la civilización. Como pertenezco a la última generación que no vio en Paz sólo a una loza, no tengo más remedio que citarlo: “Vivimos una vuelta de los tiempos: no una revolución sino, en el antiguo y más profundo sentido de la palabra, una revuelta. Un regreso al origen que es, asimismo, un volver al principio. No asistimos al fin de la historia, como ha dicho un profesor norteamericano, sino a un recomienzo (…). La poesía no busca la inmortalidad, sino la resurrección”. Habría que recordar, sin embargo, que “la poesía es el antídoto de la técnica y el mercado. A eso se reduce lo que podría ser, en nuestro tiempo y en el que llega, la función de la poesía. ¿Nada más? Nada menos”.
No quisiera terminar sin comentar algo. Mientras me preocupaba por la manera de concluir esta charla, entré en mi página de Facebook. Me había negado a ingresar a ese circuito donde uno escribe en “muros virtuales” —grafiti cibernético que aún me produce la sensación de estar hablando con la pared—, pero un impulso de renovación un tanto cuanto patético me llevó a aceptar la invitación de rigor. En mi “acción de estado” escribí, como vi que se hacía, lo que en ese momento me estaba aconteciendo. Mi mensaje era el siguiente: “Malva intenta escribir una ‘ponencia’ sobre las tribulaciones del poeta actual”. Pocos minutos después el poeta Aurelio Asiain —un viejo amigo que ahora ejerce como profesor en alguna universidad nipona—, escribió en mi muro: “La primera de las cuales es tener que escribir ‘ponencias’ y usar la palabrita.”
Al parecer, la tribulación sólo es mía.
Publicado por Malva Flores en 10:03
Etiquetas: Aurelio Asiain, Jorge Volpi, Poesía latinoamericana, Poetas mexicanos, Spoken Word
Tomado de: aquì
En ocasión de una charla sobre Sergio Pitol en China, en el año 2000 Jorge Volpi declaró que “los intercambios literarios entre los países latinoamericanos son limitadísimos, tanto, que diría que el concepto de literatura latinoamericana no existe, sólo une el idioma". Esta idea ocupa todavía al narrador en su reciente libro de ensayos, Mentiras contagiosas (Páginas de espuma, 2008), y forma parte de aquella arenga grupal, nacida en 1996, cuando por primera vez se da a conocer el Manifiesto Crack durante la presentación de los libros de quienes formarían parte de un grupo que fundó su existencia a partir, entre otras cosas, de un deslinde del boom latinoamericano. Sus novelas, particularmente las del propio Volpi, Ignacio Padilla y Vicente Herrasti hicieron gala de un “cosmopolitismo” que intentaba asegurar, para la narrativa, que ya éramos, al menos los mexicanos, “ciudadanos del mundo”.
¿Qué tiene que ver Volpi con los problemas del poeta actual? Nada y de soslayo, mucho. Esa historia, podrán decirme, ha sido revisada cientos de ocasiones y pertenece al ámbito de la narrativa y tal vez de la mercadotecnia. Sin embargo, las tribulaciones del poeta actual de algún modo no impreciso está ligada a estos acontecimientos de los que el crack es ya sólo un episodio reservado a la academia y la avalancha publicitaria sobre la nueva narrativa hispanoamericana, con sus altos tirajes, las giras globales de autores, los sustanciosos premios y la competencia entre los consorcios editoriales son el pan nuestro de cada día. Los alteros de novelas se suceden en las mesas de novedades como edificios cuyo próximo derrumbe augura el nacimiento de otra, similar y fugaz, pila de libros. “No son aves, sino libros de paso” aseguraba Paz a finales de los ochenta, y aún no existía la explosión de hoy.
Si uno lee Mentiras contagiosas, advierte que Volpi ha seguido a pie juntillas sus propios preceptos sobre la narrativa y lo que llama “cosmopolitismo” (curiosamente retomando algunas ideas de un poeta admirado por Volpi: Jorge Cuesta) y que, efectivamente, sus novelas no intentan exaltar un color local, repudiado por folklórico y sí, en cambio, dar voz a personajes del mundo global, de la historia occidental, etcétera. A su juicio no son más, los latinoamericanos, aquellos personajes que van a París y se deslumbran o que exhiben las miserias y esplendores de su Macondo habitual. Exotismo al revés, ahora los latinoamericanos van a Europa para enseñarles lo que Europa es. Pero, más allá de estos comentarios nacidos seguramente del resentimiento, lo que queda expuesto en el libro de Volpi (y no tendría por qué ser de otra manera), es una ausencia. La literatura es la narrativa. La poesía ha desaparecido.
Volpi marca el fin de la novela latinoamericana (entiéndase, la narrativa del Boom y sus secuelas) con la aparición de Roberto Bolaño, esa marca registrada por Anagrama. Resulta curioso que un poeta, Bolaño, haya provocado esa “epidemia”, en palabras de Volpi. El chileno habla de poetas como habla de tantas cosas, pero si uno revisa la narrativa contemporánea podrá observar que muchos autores (el propio Bolaño, Juan Villoro, Álvaro Enrigue, Enrique Serna, Jorge Edwards, Mario Bellatín, Francisco Goldman o incluso Saramago o Tabucchi, por mencionar sólo algunos) ven en la imagen del poeta un asunto novelable. Así convertido en personaje o idea, imagino el destino de los poetas constreñido a representar una especie casi extinta, algo así como el Tiranosaurio; un elemento exótico, el único personaje que aún siendo grotesco, o quizá porque lo es, se ha convertido en parodia del héroe y puebla el Jurassic Park de los novelistas.
La extinción del poeta sería, entonces, el verdadero problema del poeta actual. No hay Greenpeace para poetas y su defensa puede convertirse sólo en asunto de otra novela. Otra cosa es la poesía, pero suelen confundirse.
Defender a la poesía es como defender a las piedras pulidas por el río o a las piedras mismas de la civilización. Sin embargo, recurrentemente en la historia aparece de nuevo la pregunta ¿cuál es el futuro de la poesía? ¿tiene futuro? Tal pareciera como si, de trecho en trecho, el espacio de la poesía, su lugar de convivencia y alcance, fuera sólo el cubículo. Etiquetada por el mercado como “artículo en desuso”, la poesía desaparece de los anaqueles y se refugia en ediciones marginales, o ediciones de autor, que viene a ser lo mismo. Pasa de mano en mano. Pero, ¿cuándo ha sido diferente? Si pensamos que Mallarmé editó una antología de su obra en 1887 y tiró 40 ejemplares o que Rimbaud pagó la edición de Una temporada en el infierno, no deberíamos asombrarnos. La primera edición de La alegría, de Ungaretti, fue de ochenta ejemplares; la de Las flores del mal, fue de un poco más de mil.
Pero los poetas, al menos los mexicanos, se quejan. No hay espacio para la poesía. Como una forma de sobrevivencia, en México algunos poetas se han refugiado en la academia como un injerto anómalo. Han fatigado las arduas galeras, diría Borges; venden enciclopedias o tacos. Se esconden tras la silla burócrata, diseñan camisetas, llaveritos; hacen largas filas en pos de una beca. Pero, ¿alguna vez fue distinto? Los poetas siempre se quejan. En México, al menos, ya no hay suplementos literarios; la crítica de poesía, la crítica viva, prácticamente ha desaparecido y las —cada vez menos— revistas literarias, incluyen la poesía en sus páginas como se pone un florero en la sala. No ocurre así en otros lados quizá porque, alejada del estipendio oficial, la poesía ha recorrido el camino que ha sido siempre suyo desde el inicio de la modernidad: el margen, no como marginalidad, sino como el resultado de una decidida voluntad minoritaria que ve en el poema no un artículo de consumo, sino una forma viva de duración.
Sin embargo, desde hace más o menos una década, los poetas más jóvenes han emprendido otro derrotero que no es sino el más antiguo, modificado ahora en su versión global. Mientras suceden las ferias, se premian y promocionan a los narradores, se realizan giras cosmopolitas, los poetas relegados de su lugar público regresan a lo privado, aunque en formas quizá contradictorias. Avecindados en Facebook, MySpace, o en los innumerables blogs que pueblan la red, los poetas hacen de lo privado cosa pública. Reanudan pues, aunque aún torpemente, una conversación que antes estaba destinada al salón, al café o a las revistas. Silenciosamente para el mundo del mercado, se realizan festivales, se crean redes en la red, aparecen editoriales independientes. Y sucede algo que, al menos, pone en entredicho aquellas palabras de Volpi en China donde asegura que “Los intercambios literarios entre los países latinoamericanos son limitadísimos”.
Los jóvenes poetas piensan otra cosa. Para hablar del movimiento actual de la poesía latinoamericana habría que trasladarse, y tampoco es algo nuevo, hacia el cono sur del continente para ver sus orígenes. Los nombres de Washington Cucurto (seudónimo de Santiago Vega), Martín Gambarotta, Sergio Raimondi, Cristian De Nápoli, Gabriela Bejerman; los chilenos Alejandra del Río y Germán Carrasco y un alemán, Timo Berger, son varios de los muchos nombres que constituyen esa red poética de la que hablaba atrás y que tiene su centro de irradiación en varios festivales como el “Latinale”, de Alemania; “Poquita fe”, en Chile, “Salida al mar” en Argentina, o en las innumerables antologías virtuales que van agrupando poetas latinoamericanos, entre las que destaca el proyecto Las afinidades electivas, las elecciones afectivas, promovida por el poeta argentino Alejandro Méndez, a través de los blogs. En México, la integración a estas redes se ha venido realizando cada vez con mayor frecuencia y ya son bastantes los poetas que con sus ediciones o trabajo han ingresado a las listas o han asistido a estos festivales. De entre los poetas que en México siguen esta corriente podemos mencionar a Rocío Cerón, Carla Faesler, Hernán Bravo Varela, Julián Herbert, entre varios otros; así como destacan las ediciones El billar de Lucrecia, la agrupación Motín Poeta, el “Slam poético de la colonia Roma” y el “Campeonato nacional de verso libre”, cuya final —me cuenta Sergio Valero— se disputó en un cuadrilátero con narración en vivo.
Hartos de Paz, Octavio —“una gran loza que al fin se nos quitó de encima”, han dicho algunos—; de Juarroz —de quien nadie se acuerda en Argentina, aseguran otros—; de Borges —"¿Cómo le voy a creer a un ciego que lee?", en palabras de Cucurto— o de Gonzalo Rojas; estos poetas, cuya gran mayoría no ha cumplido los treinta y cinco años (fecha oficial para dejar de ser joven en México), confían en la dudosa novedad del Spoken Word, alimentan la idea de realizar lecturas de poesía como los antiguos aedas; hacen videopoemas, intervenciones, performances y creen más que en las mentiras contagiosas, en la contaminación de los lenguajes artísticos a partir de un vínculo con el lenguaje poético. Así como abominan de aquellos padres poéticos, han encumbrado a autores como Roberto Echavarren, Diego Maqueira, Nicanor Parra, y en México a Gerardo Deniz o David Huerta.
No por casualidad los nombres de sus agrupaciones, festivales y títulos (recientemente el Billar de Lucrecia ha publicado la antología Nosotros que nos queremos tanto), aluden a una condición popular donde, se cree, pueden encontrarse las raíces de la asimilación con un público para quien la poesía había dejado de significar algo. Pero ese público, esos posibles lectores, no son otros que los mismos poetas de siempre, ahora como grupo latinoamericano, leyéndose, juzgándose, peleándose y, acaso, conversando.
“Después del boom hay mucho más. En búsqueda de una nueva América Latina y de su poesía joven”, anunciaba la página web de Latinale para su edición 2007. También puede leerse que en el encuentro “entrará en acción una guagua lírica, un bus literario. Esa camioneta interurbana –llamada colectivo, micro, guagua, bondi o camello en Latinoamérica—, se convertirá en el bus de Latinale que servirá como una metáfora movediza y pondrá de manifiesto el nuevo desarrollo transnacional de la comunidad poética (latinoamericana) citada en Europa.” La idea gregaria, comunal, de los poetas latinoamericanos actuales no puede ser más evidente.
Como mi intervención se llama “Tribulaciones del poeta actual” no voy a hablar de la obra de estos poetas. Sus discusiones y propuestas requerirían de un espacio mayor. Señalo sin embargo otra cuestión. Cuando surge la pregunta ¿tiene futuro la poesía?, existe una sospecha implícita. “La poesía está en crisis”. Las actividades y actitudes de estos jóvenes poco dicen, por sí mismas, de la naturaleza de su lenguaje poético. Recientemente, sin embargo, y para el caso concreto de México, Heriberto Yépez ha comentado en relación con el Spoken Word y otras de esas prácticas: “Al spoken word se llega cuando: 1) hay carencia de buena poesía, 2) no se tiene una solución real, 3) se disfraza la crisis haciendo shows populistas.”
Lo cierto es que cada generación tiene su manera de plantarse en el mundo, aunque esta forma sea tan vieja como las piedras de la civilización. Como pertenezco a la última generación que no vio en Paz sólo a una loza, no tengo más remedio que citarlo: “Vivimos una vuelta de los tiempos: no una revolución sino, en el antiguo y más profundo sentido de la palabra, una revuelta. Un regreso al origen que es, asimismo, un volver al principio. No asistimos al fin de la historia, como ha dicho un profesor norteamericano, sino a un recomienzo (…). La poesía no busca la inmortalidad, sino la resurrección”. Habría que recordar, sin embargo, que “la poesía es el antídoto de la técnica y el mercado. A eso se reduce lo que podría ser, en nuestro tiempo y en el que llega, la función de la poesía. ¿Nada más? Nada menos”.
No quisiera terminar sin comentar algo. Mientras me preocupaba por la manera de concluir esta charla, entré en mi página de Facebook. Me había negado a ingresar a ese circuito donde uno escribe en “muros virtuales” —grafiti cibernético que aún me produce la sensación de estar hablando con la pared—, pero un impulso de renovación un tanto cuanto patético me llevó a aceptar la invitación de rigor. En mi “acción de estado” escribí, como vi que se hacía, lo que en ese momento me estaba aconteciendo. Mi mensaje era el siguiente: “Malva intenta escribir una ‘ponencia’ sobre las tribulaciones del poeta actual”. Pocos minutos después el poeta Aurelio Asiain —un viejo amigo que ahora ejerce como profesor en alguna universidad nipona—, escribió en mi muro: “La primera de las cuales es tener que escribir ‘ponencias’ y usar la palabrita.”
Al parecer, la tribulación sólo es mía.
Publicado por Malva Flores en 10:03
Etiquetas: Aurelio Asiain, Jorge Volpi, Poesía latinoamericana, Poetas mexicanos, Spoken Word
Tomado de: aquì
Renèe Acosta
Renèe Acosta,
Chihuahua, Mèxico, 1977.
Poemas
IV
Que tú la voz que otorga
Haga montaña el sincopado arpegio
Fundando ante la tierra el plano,
El magnífico dilatador, ahora,
Que tú te hayas levantado
Del nudo episcopal del fuego;
te hayas hecho aire
De agua, tierra y vida
Para tonificar el labio
La voz del que grita en el destierro
Para calcular la gota cero
Y el momento absoluto
En que tú te sigas expandiendo
Con la zaga y la conquista,
Esa la de permanecer
En antiguo punto de calor
¡Oh! sueño en llamas
-¡Oh cinta de Moebius!-
para que tu cuerpo divino
sea el divino cuerpo del universo.
VI
Que se diera tanto
De insular epifanía
Con el fuerte gravemen
Patidifuso
Con la cruz coagulada
De los vientos
¡Ah ¡ que se partiera en dos
Y en dos el ocho
Dividido y multiplicado
Y vuelto a sumar
En una ecuación
Que multiplica cuando resta
El acto, sonido, presencia
De cada esfera suministrada
Por la bondadosa escalera numérica
¡Oh Gödel!¡Oh grande!¡oh Fibonnacci!
La arqueología ontológica
De la presencia.
___
Poemas tomados de aquì
Chihuahua, Mèxico, 1977.
Poemas
IV
Que tú la voz que otorga
Haga montaña el sincopado arpegio
Fundando ante la tierra el plano,
El magnífico dilatador, ahora,
Que tú te hayas levantado
Del nudo episcopal del fuego;
te hayas hecho aire
De agua, tierra y vida
Para tonificar el labio
La voz del que grita en el destierro
Para calcular la gota cero
Y el momento absoluto
En que tú te sigas expandiendo
Con la zaga y la conquista,
Esa la de permanecer
En antiguo punto de calor
¡Oh! sueño en llamas
-¡Oh cinta de Moebius!-
para que tu cuerpo divino
sea el divino cuerpo del universo.
VI
Que se diera tanto
De insular epifanía
Con el fuerte gravemen
Patidifuso
Con la cruz coagulada
De los vientos
¡Ah ¡ que se partiera en dos
Y en dos el ocho
Dividido y multiplicado
Y vuelto a sumar
En una ecuación
Que multiplica cuando resta
El acto, sonido, presencia
De cada esfera suministrada
Por la bondadosa escalera numérica
¡Oh Gödel!¡Oh grande!¡oh Fibonnacci!
La arqueología ontológica
De la presencia.
___
Poemas tomados de aquì
28/1/09
27/1/09
Poesìa Visual en latinoamèrica
POESIA VISUAL EN LATINOAMERICA
por Harry Polkinhorn, 1997
Latinoamérica nos provee con una gran cantidad de ejemplos de una muy rica tradición en poesía visual. De hecho, una de las más importantes e influyentes contribuciones a la poesia visual internacional, la poesía concreta, fue inventada en Brasil. La primera exhibición de este trabajo fue llevada a cabo en Sao Paulo en diciembre de 1956. Como un antecedente al experimentalismo poético en general, uno sólo tiene que citar los diversos movimientos de vanguardia que tuvieron prominencia en Latinoamerica.
El creacionismo (1916) cuyos adeptos incluían a Pierre Reverdy en Francia y Vicente Huidobro, Gerardo Diego y Juan Lerrea, tuvieron una visión semi mística de los poderes divinos del poeta. Cercanamente relacionados se encontraban los ultraístas, conformado por siete poetas influenciados por Mallarme: Guillermo de Torre, Xavier Bóveda, César Comet, Pedro Garfias, Fernando Caballero, J. Rivas Panegas y J. de Aroca. Elaboraron su Manifiesto vertical ultraista en 1920 y publicaron sus trabajos en su revista Ultra en 1921 y 1922.
El estridentismo fue un movimiento mexicano cuyo principal proponente, Manuel Maples Arce, publicé Andamios interiores y Urbe en 1922 y 1924. Otros en este movimiento fueron Salvador Gallardo, Luis Quintanilla, Germán List Arzubide y Arqueles Vela. El estridentismo buscaba una mezcla de futurismo, dadaísmo y surrealismo con elementos de revolución social. El 'grupo sin grupo', los Contemporáneos, que datan de los veintes, tomaron una aproximación un poco más tradicional hacia la poesía. Las vanguardias históricas (dadaísmo, futurismo, surrealismo, cubismo, etcétera) tuvieron todas su impacto en la experimentación latinoamericana.
En una etapa posterior que empezó de los cincuentas en adelante, los latinoamericanos avanzaron más allá de las posiciones creadas por sus antecesores. El suizo boliviano Eugen Gomringer y su Constelaciones, así como su manifiesto Del verso a la constelación, fueron influyentes. Estructuras, del uruguayo Ernesto Cristiani (gestado desde 1954 y publicado en 1960), así como parte del trabajo de Mathias Goeritz, un artista alemán residente en México, fueron importantes. Goeritz organizó el primer gran trabajo de exhibición de poesía concreta fuera de Brasil, llevado a cabo en México en 1966. De los sesentas en adelante, la poesía visual fue incrementando por medio de una red de pequeñas revistas que incluyeron "Diagonal cero" y "Hexagono 71" en Argentina, "La pata de palo" así como "Ovum 10" en Uruguay. La argentina "Hoja Hoja Hoy", "Signist" y "Tucumán Arde" fueron otros grupos de esa época; asimismo surgieron los Experimentalistas de la Escuela de Caracas, el Concretismo Noigandres de Haroldo y Augusto de Campos, Decio Pignatari y Ronaldo Azeredo, así como el Neoconcretismo de Ferreira Gullar y Helio Oiticia; el Actiona Art de Clemente Padín, Wlademir Dias-Pino y su poesía de proceso, así como el arte correo internacional, forman el contexto cultural que ha nutrido la poesía visual contemporánea en latinoamérica.
Un rasgo que marca mucho del trabajo de este periodo es un conceptualismo de inflexión latina. El instituto Di Tella de Jorge Romero Brest y el Centro de Arte y Comunicación en Argentina jugaron papeles clave en el apoyo de estas corrientes. Los artistas buscaron maneras apropiadas para tratar con temas como la represión social, la pobreza, la política internacional y la contaminación ecológica, junto con otros temas. Estos artistas incluyen a Luis Pazos, Horacio Zabala, Juan Carlos Romero, Edgardo Antonio Vigo, Roberto Durarte, Jorge Gamarra, Eduardo Leonitti, Víctor Grippo, Juan Berchetche, Alfredo Portillos y muchos otros. Mencionados aquí se encuentran los proyectos conceptuales del arte correo de Liliana Porter y Luis Camnitzer en el Instituto Di Tella en Buenos Aires, y los intercambios postales de Clemente Padín, E. A. Vigo, Dámaso Ogaz, Guillermo Deisler, Pedro Lyra y otros.
La poesía visual en el presente es practicada extensamente alrededor de latinoamérica. Las exhibiciones internacionales han sido montadas en unos de los varios países que conforman esta región diversa, dichas actividades se centran principalmente en México, donde el grupo de César Espinosa, Nucleo Post-Arte, ha auspiciado un número de las Bienales Internacionales de Exhibición de Poesía Visual y Arte Alternativo (86, 88, 90, 92, 94, 96). La próxima Bienal Internacional esta fechada para 1998. Publicaciones, simposios y performances acompañan a las exhibiciones, las cuales han sido puestas en múltiples lugares y luego desplazadas en toda la república y otros lugares.
¿Qué distingue a la poesía visual de latinoamérica? ¿Comparte ésta una serie de características especiales? Por el estatus de dependencia de muchas naciones latinoamericanas, imaginaria política y económica aparece frecuentemente en la poesía visual temas sobre el medio ambiente, pobreza, deuda externa, represión militar, son la preocupación de los artistas latinoamericanos. Como todo este trabajo, implícita en sus a veces duras críticas se encuentra la visión de un mundo mejor, un mundo donde una más justa distribución de bienes reduciría las crecientes discrepancias de los niveles de vida tan notables entre los ricos y los pobres. Una carencia de infraestructura cultural y una siempre presente censura han encausado a que los artistas más críticos del status quo a recurrir a la fotocopia y la mimeotecnología para la reproducción de su trabajo, así como al servicio postal internacional para su diseminación.
Finalmente, la actual preocupación entre los teóricos latinoamericanos se centra alrededor del posmodernismo en el arte experimental, y cómo la fragmentación, el pluralismo, las perspectivas múltiples, el reciclaje de la historia y todo el rango de las estrategias posmodernistas aparecen en el mejor trabajo de poesía visual que se realiza en Latinoamérica.
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Tomado de aquì
por Harry Polkinhorn, 1997
Latinoamérica nos provee con una gran cantidad de ejemplos de una muy rica tradición en poesía visual. De hecho, una de las más importantes e influyentes contribuciones a la poesia visual internacional, la poesía concreta, fue inventada en Brasil. La primera exhibición de este trabajo fue llevada a cabo en Sao Paulo en diciembre de 1956. Como un antecedente al experimentalismo poético en general, uno sólo tiene que citar los diversos movimientos de vanguardia que tuvieron prominencia en Latinoamerica.
El creacionismo (1916) cuyos adeptos incluían a Pierre Reverdy en Francia y Vicente Huidobro, Gerardo Diego y Juan Lerrea, tuvieron una visión semi mística de los poderes divinos del poeta. Cercanamente relacionados se encontraban los ultraístas, conformado por siete poetas influenciados por Mallarme: Guillermo de Torre, Xavier Bóveda, César Comet, Pedro Garfias, Fernando Caballero, J. Rivas Panegas y J. de Aroca. Elaboraron su Manifiesto vertical ultraista en 1920 y publicaron sus trabajos en su revista Ultra en 1921 y 1922.
El estridentismo fue un movimiento mexicano cuyo principal proponente, Manuel Maples Arce, publicé Andamios interiores y Urbe en 1922 y 1924. Otros en este movimiento fueron Salvador Gallardo, Luis Quintanilla, Germán List Arzubide y Arqueles Vela. El estridentismo buscaba una mezcla de futurismo, dadaísmo y surrealismo con elementos de revolución social. El 'grupo sin grupo', los Contemporáneos, que datan de los veintes, tomaron una aproximación un poco más tradicional hacia la poesía. Las vanguardias históricas (dadaísmo, futurismo, surrealismo, cubismo, etcétera) tuvieron todas su impacto en la experimentación latinoamericana.
En una etapa posterior que empezó de los cincuentas en adelante, los latinoamericanos avanzaron más allá de las posiciones creadas por sus antecesores. El suizo boliviano Eugen Gomringer y su Constelaciones, así como su manifiesto Del verso a la constelación, fueron influyentes. Estructuras, del uruguayo Ernesto Cristiani (gestado desde 1954 y publicado en 1960), así como parte del trabajo de Mathias Goeritz, un artista alemán residente en México, fueron importantes. Goeritz organizó el primer gran trabajo de exhibición de poesía concreta fuera de Brasil, llevado a cabo en México en 1966. De los sesentas en adelante, la poesía visual fue incrementando por medio de una red de pequeñas revistas que incluyeron "Diagonal cero" y "Hexagono 71" en Argentina, "La pata de palo" así como "Ovum 10" en Uruguay. La argentina "Hoja Hoja Hoy", "Signist" y "Tucumán Arde" fueron otros grupos de esa época; asimismo surgieron los Experimentalistas de la Escuela de Caracas, el Concretismo Noigandres de Haroldo y Augusto de Campos, Decio Pignatari y Ronaldo Azeredo, así como el Neoconcretismo de Ferreira Gullar y Helio Oiticia; el Actiona Art de Clemente Padín, Wlademir Dias-Pino y su poesía de proceso, así como el arte correo internacional, forman el contexto cultural que ha nutrido la poesía visual contemporánea en latinoamérica.
Un rasgo que marca mucho del trabajo de este periodo es un conceptualismo de inflexión latina. El instituto Di Tella de Jorge Romero Brest y el Centro de Arte y Comunicación en Argentina jugaron papeles clave en el apoyo de estas corrientes. Los artistas buscaron maneras apropiadas para tratar con temas como la represión social, la pobreza, la política internacional y la contaminación ecológica, junto con otros temas. Estos artistas incluyen a Luis Pazos, Horacio Zabala, Juan Carlos Romero, Edgardo Antonio Vigo, Roberto Durarte, Jorge Gamarra, Eduardo Leonitti, Víctor Grippo, Juan Berchetche, Alfredo Portillos y muchos otros. Mencionados aquí se encuentran los proyectos conceptuales del arte correo de Liliana Porter y Luis Camnitzer en el Instituto Di Tella en Buenos Aires, y los intercambios postales de Clemente Padín, E. A. Vigo, Dámaso Ogaz, Guillermo Deisler, Pedro Lyra y otros.
La poesía visual en el presente es practicada extensamente alrededor de latinoamérica. Las exhibiciones internacionales han sido montadas en unos de los varios países que conforman esta región diversa, dichas actividades se centran principalmente en México, donde el grupo de César Espinosa, Nucleo Post-Arte, ha auspiciado un número de las Bienales Internacionales de Exhibición de Poesía Visual y Arte Alternativo (86, 88, 90, 92, 94, 96). La próxima Bienal Internacional esta fechada para 1998. Publicaciones, simposios y performances acompañan a las exhibiciones, las cuales han sido puestas en múltiples lugares y luego desplazadas en toda la república y otros lugares.
¿Qué distingue a la poesía visual de latinoamérica? ¿Comparte ésta una serie de características especiales? Por el estatus de dependencia de muchas naciones latinoamericanas, imaginaria política y económica aparece frecuentemente en la poesía visual temas sobre el medio ambiente, pobreza, deuda externa, represión militar, son la preocupación de los artistas latinoamericanos. Como todo este trabajo, implícita en sus a veces duras críticas se encuentra la visión de un mundo mejor, un mundo donde una más justa distribución de bienes reduciría las crecientes discrepancias de los niveles de vida tan notables entre los ricos y los pobres. Una carencia de infraestructura cultural y una siempre presente censura han encausado a que los artistas más críticos del status quo a recurrir a la fotocopia y la mimeotecnología para la reproducción de su trabajo, así como al servicio postal internacional para su diseminación.
Finalmente, la actual preocupación entre los teóricos latinoamericanos se centra alrededor del posmodernismo en el arte experimental, y cómo la fragmentación, el pluralismo, las perspectivas múltiples, el reciclaje de la historia y todo el rango de las estrategias posmodernistas aparecen en el mejor trabajo de poesía visual que se realiza en Latinoamérica.
____
Tomado de aquì
26/1/09
Fabiàn Casas "Los titanes del Ring"
Fabiàn Casas, Argentina
„Por suerte el espíritu no tiene una sola dirección y sigue soplando donde quiere"
Fabiàn Casas
„Por suerte el espíritu no tiene una sola dirección y sigue soplando donde quiere"
Fabiàn Casas
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25/1/09
Carlos Henrickson
Carlos Henrickson,
Chile.
TECNOPACHA
Una de las muestras más poderosas de la vitalidad y modernidad paradojal del viejísimo oficio poético que son menos evidentes, es la metamorfosis permanente de la imagen del autor. Nacido el oficio de una vaga penumbra en que entrevemos al poeta como aquel a cargo de la Totalidad, al poeta no le fueron extraños los status del sacerdote, del emisario de la incipiente vida cívica, del sabio, el bufón o el soldado. La cuesta abajo de la totalidad de la vida bajo los lazos de civilizaciones cada vez más reduccionistas de las imágenes y atributos del ser humano, puede leerse fácilmente en el historial de la constante sobredeterminación del autor de poesía, incluyendo ese momento en que se supuso falazmente a la poesía como una escritura y aquel en que se supuso al poeta como necesariamente comprometido o necesariamente no-comprometido. La vitalidad irreprimible del oficio poético ha barrido con todas las determinaciones que desde el segundo cielo de la cultura (un cielo falso, por supuesto) se le han querido dictar, confirmando con ello lo primordial de nuestra actividad.
Es en este sentido que Tecnopacha nos da un evento que la poesía nos entrega tan sólo de vez en cuando y en momentos en que los cambios históricos precipitan vueltas de cabeza de todo lo que era la vida conocida: la resituación del autor con respecto a la sociedad y a su obra.
Tecnopacha presenta un mundo fracturado, cuyos pasados ancestral y cercano, su presente y sus futuros utópico o catastrófico, se rebelan a toda solución de continuidad, proyectándose como instantes fragmentados que cohabitan el momento de la escritura. Este momento está lejos de ser el presente, y es importante el peso de la elección que asume Óscar: el tiempo de los eventos proféticos, en que el registro de la visión y los sucesos ocupa un destiempo urgente que acaba por frustrar toda posible diacronía. Así, la visión profética termina eligiendo la niebla en vez de la comunicación directa.
Plantear en este sentido que el hablante se asume desde la profecía es una deducción sumamente simple, que es verdadera en algún sentido, pero incompleta (y aquí creo que yace la confusión de algunos críticos al asociar de modo directo esta poesía con la mera utilización mimética del discurso profético que hace Zurita). El transcurso vital y espacial del hablante a través de una geografía traspuesta en el delirio, multiplica su posible situación, haciendo una especie de “viaje de vuelta” desde la sobredeterminación de la poesía moderna. El poeta recupera en Tecnopacha el status de estrella de rock o pop, de chamán, sacerdote, de mesías religioso o político, de líder de masas de derechas o izquierdas, de víctima o victimario, asumiendo una salvaje parodia de la totalidad ancestral del oficio. Esa totalidad degradada y ficticia es exactamente, creo, el cargamento de pólvora de Tecnopacha a nivel sociopolítico, el darse como espejo de la ilusión capitalista de falsa totalización de la existencia, lo que Guy Debord denunció en La Societé du Spectacle como espectáculo, falsa unificación de la existencia en el seno de la apariencia -una vida social desvanecida. En esa abundancia de la desposesión, la proliferación delirante de imágenes en la poética de Óscar se consuma naturalmente en lo que el mismo texto indica como el poema capitalista. Esa entrega de sí del libro como negación reproduce directamente la entrega de sí del espectáculo como negación de la vida en un espejo deforme, que deja ver el mecanismo de dominación de ese espectáculo.
De ahí la inquietud política que surge de la poética de Óscar, visible incluso en quienes no tienen el “entrenamiento” de la lectura política de textos. La visión de la fragmentación es construida con una acuciosidad del uso de un lenguaje precisamente conformado para este efecto. El que el hablante comparta este destino de degradada fragmentación del sistema socioeconómico y el sistema simbólico, pone en una crisis general todo el imaginario presentado en Tecnopacha, produciendo naturalmente el efecto abismal de un barroco postmoderno.
Profeta que no anuncia mesías, sino la sempiterna derrota de remedos de mesías impotentes y de carne y hueso, espectáculo ultrasubjetivo y despojado que refleja el espectáculo totalizante de dominación social; este decidido habitar de la contradicción en el sentido más profundo (en el de los procedimientos de creación de imagen) reafirma, como decía al principio, el carácter de manifiesta vitalidad de la poesía chilena, al asumir una nueva vuelta de tuerca en la situación del autor. Experiencia límite de deriva de sentido en la literatura, Tecnopacha y la serie de libros que vendrán pone en escena un nuevo acercamiento entre poesía y vida, más estrecho que el poema político de reivindicación desde el instante en que opera a través de negaciones. Tecnopacha marca, definitivamente, una inflexión en la poesía chilena reciente, al apuntar con decisión un punto de fuga posible hacia una poética política que se sepa deshacer de los fantasmas y lastres de la enunciación obvia. En este sentido, el paradójico carácter fundacional de la función profética se aplica en propiedad, y la necesidad de la poesía como una de las alternativas a la barbarie vuelve a ponerse en el horizonte de la literatura chilena.
___
tomado de: http://henricksonbajofuego.blogspot.com/2008/12/tecnopacha-ms-all-de-una-potica-de.html
Chile.
TECNOPACHA
Una de las muestras más poderosas de la vitalidad y modernidad paradojal del viejísimo oficio poético que son menos evidentes, es la metamorfosis permanente de la imagen del autor. Nacido el oficio de una vaga penumbra en que entrevemos al poeta como aquel a cargo de la Totalidad, al poeta no le fueron extraños los status del sacerdote, del emisario de la incipiente vida cívica, del sabio, el bufón o el soldado. La cuesta abajo de la totalidad de la vida bajo los lazos de civilizaciones cada vez más reduccionistas de las imágenes y atributos del ser humano, puede leerse fácilmente en el historial de la constante sobredeterminación del autor de poesía, incluyendo ese momento en que se supuso falazmente a la poesía como una escritura y aquel en que se supuso al poeta como necesariamente comprometido o necesariamente no-comprometido. La vitalidad irreprimible del oficio poético ha barrido con todas las determinaciones que desde el segundo cielo de la cultura (un cielo falso, por supuesto) se le han querido dictar, confirmando con ello lo primordial de nuestra actividad.
Es en este sentido que Tecnopacha nos da un evento que la poesía nos entrega tan sólo de vez en cuando y en momentos en que los cambios históricos precipitan vueltas de cabeza de todo lo que era la vida conocida: la resituación del autor con respecto a la sociedad y a su obra.
Tecnopacha presenta un mundo fracturado, cuyos pasados ancestral y cercano, su presente y sus futuros utópico o catastrófico, se rebelan a toda solución de continuidad, proyectándose como instantes fragmentados que cohabitan el momento de la escritura. Este momento está lejos de ser el presente, y es importante el peso de la elección que asume Óscar: el tiempo de los eventos proféticos, en que el registro de la visión y los sucesos ocupa un destiempo urgente que acaba por frustrar toda posible diacronía. Así, la visión profética termina eligiendo la niebla en vez de la comunicación directa.
Plantear en este sentido que el hablante se asume desde la profecía es una deducción sumamente simple, que es verdadera en algún sentido, pero incompleta (y aquí creo que yace la confusión de algunos críticos al asociar de modo directo esta poesía con la mera utilización mimética del discurso profético que hace Zurita). El transcurso vital y espacial del hablante a través de una geografía traspuesta en el delirio, multiplica su posible situación, haciendo una especie de “viaje de vuelta” desde la sobredeterminación de la poesía moderna. El poeta recupera en Tecnopacha el status de estrella de rock o pop, de chamán, sacerdote, de mesías religioso o político, de líder de masas de derechas o izquierdas, de víctima o victimario, asumiendo una salvaje parodia de la totalidad ancestral del oficio. Esa totalidad degradada y ficticia es exactamente, creo, el cargamento de pólvora de Tecnopacha a nivel sociopolítico, el darse como espejo de la ilusión capitalista de falsa totalización de la existencia, lo que Guy Debord denunció en La Societé du Spectacle como espectáculo, falsa unificación de la existencia en el seno de la apariencia -una vida social desvanecida. En esa abundancia de la desposesión, la proliferación delirante de imágenes en la poética de Óscar se consuma naturalmente en lo que el mismo texto indica como el poema capitalista. Esa entrega de sí del libro como negación reproduce directamente la entrega de sí del espectáculo como negación de la vida en un espejo deforme, que deja ver el mecanismo de dominación de ese espectáculo.
De ahí la inquietud política que surge de la poética de Óscar, visible incluso en quienes no tienen el “entrenamiento” de la lectura política de textos. La visión de la fragmentación es construida con una acuciosidad del uso de un lenguaje precisamente conformado para este efecto. El que el hablante comparta este destino de degradada fragmentación del sistema socioeconómico y el sistema simbólico, pone en una crisis general todo el imaginario presentado en Tecnopacha, produciendo naturalmente el efecto abismal de un barroco postmoderno.
Profeta que no anuncia mesías, sino la sempiterna derrota de remedos de mesías impotentes y de carne y hueso, espectáculo ultrasubjetivo y despojado que refleja el espectáculo totalizante de dominación social; este decidido habitar de la contradicción en el sentido más profundo (en el de los procedimientos de creación de imagen) reafirma, como decía al principio, el carácter de manifiesta vitalidad de la poesía chilena, al asumir una nueva vuelta de tuerca en la situación del autor. Experiencia límite de deriva de sentido en la literatura, Tecnopacha y la serie de libros que vendrán pone en escena un nuevo acercamiento entre poesía y vida, más estrecho que el poema político de reivindicación desde el instante en que opera a través de negaciones. Tecnopacha marca, definitivamente, una inflexión en la poesía chilena reciente, al apuntar con decisión un punto de fuga posible hacia una poética política que se sepa deshacer de los fantasmas y lastres de la enunciación obvia. En este sentido, el paradójico carácter fundacional de la función profética se aplica en propiedad, y la necesidad de la poesía como una de las alternativas a la barbarie vuelve a ponerse en el horizonte de la literatura chilena.
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tomado de: http://henricksonbajofuego.blogspot.com/2008/12/tecnopacha-ms-all-de-una-potica-de.html
22/1/09
Julia Sarachu
Julia Sarachu,
Argentina, 1978.
Poemas
Autoconsistencia
Soy cauta,
y no quiero pronunciar una palabra
si ésta antes no explota en mi garganta.
Porque siento que cada transformación
inmoviliza el universo.
Yo misma soy una estrella congelada
que viaja del centro a las aristas
y sólo,
al profundizar en su centro
se libera,
no quiero servicios
servidumbres encubiertas,
mundos virtuales
ni palabras que me debiliten
ni poderes que se deshacen como bosta seca,
porque cuando Prometeo le dio
el rayo a los Hombres,
la víbora perdió su veneno
y aquellos su Pan...
Voy a ver que se mueve bajo el agua del río
y la tintura del álamo que sangra.
Y todo continuará como siempre.
Cuando la nostalgia de las formas
llora, llora,
y se deshace caleidoscópica.
Cuando el hombre es hombre,
y luego un pez,
y una nube vaporosa;
llora, llora,
y se mira al espejo
y le gusta verse llorando...
Entonces yo,
la serpiente venenosa
volveré a hacer el mal.
Y todo continuará como siempre.
Narciso
Dentro del embudo de zinc
relampaguean sobre mí
lumínicos.
Rebotan y se expanden
como el eco retumbante de un amor deseperado.
A mi paso se prolonga
el húmedo reflejo.
Veo,
a lo lejos,
nuevamente mi propia imagen.
Nautilus
Lenta transformación
de las cosas
sobre la superficie
extensa
de la ola.
A gran profundidad
silencio:
para la búsqueda de sí
que experimenta Nautilus
en elástico zig-zag.
Veo de cerca.
Voy a esperar
desde aquí,
la explosión de su corazón dinamita.
La muerta
Demasiado entusiasmo
desborda en una curva.
Harta de cosas
explícitas o sugeridas.
( Mejor dicho ),
harta de cosas;
abandono.
Y
encuentro el verso
entre la bruma
en el sinfín que se ahoga
la recolectora de algas.
El ahorcado
Entre el cielo y la tierra:
liviano.
Como en un sueño
ajita el aire
con sus suaves movimientos.
El oficio pendular
de su cuerpo suspendido
marca
un ritmo obsesivo
en la cabeza
una sensación
de vértigo en el pecho
que se abre
se infla de oxígeno
y transforma
ante mis ojos
de la naturaleza
la muerte.
Tetsuo
Tetsuo.
El príncipe de lo multiforme
expira luces y colores
en el instante previo a la explosión.
No imagina Tetsuo
que sus manos tranquilizan
la ondulante incertidumbre de los planetas.
No imagina Tetsuo
Que el laberinto digital de sus pulgares
resuelve el misterio del tiempo.
Del viento.
No imagina Tetsuo
la insignificancia de la capa y el cetro;
no imagina el origen de su poder-hacer.
No imagina que el hombre lo observa
y sólo ve,
los dramáticos vaivenes de su anatomía.
Astronauta
A gran velocidad
deja atrás
una multitud de tallos vencidos.
De a poco la Tierra
transforma el recuerdo,
un planeta más...
Traspasa
la fragilidad de una capa
y siente
el desamparo del último sonido.
Una bocanada lo succiona
espacio adentro
Venus ya no late
como mariposa translúcida
también es
un planeta más.
Magnitud que inutiliza
la velocidad de su nave.
Terrible Monstruo
Comenzó por devorarme.
Vi como
hambriento
empujaba con sus músculos las olas.
Ahora
en su interior
no opongo resistencia.
Y sin miedo
abro los ojos.
Mientras caigo por su garganta
acepto con placidez
las transparencias y los nácares
la turbulencia de las algas
el movimiento voluptuoso
de los peces
la fogosidad de los corales
febril
a través de las corrientes hasta marearme...
La Virgen Niña
La Virgen niña
duerme a la sombra en el desierto arenosa.
Sueño de rosas
para la Virgen de las cosas.
Total hay un Dios, adentro y afuera
(de la enredadera).
Y como el perfume de la indiferencia:
pura inocencia cambia de forma.
Octopus
Octopus se desplaza
En repentinas convulsiones:
Rodea las formas
Hasta inundar
Todos los intersticios.
A ojos cerrados
Expande sus puntas
Contrae sus puntas
(no sin dolor)
y atrae hacia sí el alimento.
En las profundidades
Para Octopus
No hay decepciones...
Pampa
A través de la pampa
Continua
Yo
Soy el único accidente:
Sobre mi cuerpo
Se pliegan los caminos
Hacia mí
Se dirigen los rumores
Que anuncian
La descarga eléctrica
Contra mí.
Desde aquí la mirada
Multiplica su alcance
Reproduce
A mi alrededor
Un remolino microscópico
De transformaciones.
La revelación mesmérica
Mejor así,
inmóvil.
Porque observo;
el movimiento de la materia indivisible.
Desde aquí, ahora.
Mejor así,
invariable.
Porque giro;
y para las agujas del reloj el tiempo no es lineal.
Y ahí ahí,
justo ahí,
en el corazón del silencio
como en la intimidad de mi muerte
parece imposible decir que Dios no existe
La transformación del amor. El esclavo.
La luz de neón
invade democrática:
a la izquierda
filamentos ondulantes en serpenteo tornasol
( probablemente pelo de mujer ).
A la derecha tus manos
y la mitad del sonido.
A ras del suelo Tacoaguja
circula en busca
de los pies del traidor.
Desde la plataforma tengo suerte
porque todos me miran
y puedo reconocerme
en sus pupilas.
Ahí ahí,
estoy yo.
Recibiendo
el amor de los aplausos.
La transformación del caos. Babaperla
En el equinoccio de primavera
llagaron las arañas.
Del centro a la periferia
establecen alertas
la red de los objetos.
Como el vaivén inmóvil
que decide
la suerte del gato
en torno a la pecera.
Así,
la reina Babaperla
expande sus puntas
desdibujando los contornos.
En el pantano
de un temor oblicuo
nació la esfera.
La transformación de la ciudad. Transeúnte.
Sólo cadencia y ritmo
paisajes cubiertos de autopistas
y veinte muertos por día
gente-remolino
ávida pero sin deseos
frente al kiosco un chico pide
algo... Y despúes otra cosa,
globo globo
a través del lejano oeste
del cercano oriente
yo soy el otro y el otro es yo
hasta que leo: 'neumáticos, alineación y balanceo'
y el río no sale de madre
y el árbol sigue creciendo
debo encontrar primero
la armonía de mi propio movimiento.
Transformación del yodo. Captación tiroidea
Procedo
despreocupada
a la ingestión de iodo radioactivo.
Probablemente tiña mi espuma
con delicados tonos cálidos.
Imperceptible:
materia efervescente
que capta
la agitación de mis partículas.
El fin
Hay un lugar
en el mar
hay un lugar
donde dos mundos niegan
su singularidad.
Manos blancas
para la muerte
en el mar.
Es la Bruma
que desciende
en el límite del horizonte de esta línea.
Océano
Comenzó por devorarme.
Vi como
hambriento
empujaba con sus músculos las olas.
Ahora
en su interior
no opongo resistencia.
Y sin miedo
abro los ojos.
Mientras caigo por su garganta
acepto con placidez
las transparencias y los nácares
la turbulencia de las algas
el movimiento voluptuoso
de los peces
la fogosidad de los corales
febril
a través de las corrientes
hasta marearme.
Tornado
Momentos antes la atmósfera
se vuelve sofocante
la noche
ha descendido
prematuramente.
Nubes
de extraña coloración
corren enloquecidas.
Algunas
se precipitan hacia la tierra
adoptando el aspecto
de esferas irregulares.
En medio de la confusión de masas
en movimiento
ciertos entes vaporosos
empiezan a girar
alrededor de otros formando
la columna del tornado:
una enorme serpiente verde
asoma sus colmillos
resplandecientes.
Puntos oscuros
en las paredes semitransparentes de la tromba
producen una revolución
cada dos segundos.
Repentinamente
la violencia absorbente de los vientos rotatorios
levanta árboles enteros
que sobrevuelan
como pájaros deformados.
Gemidos agudos
no permiten distinguir
el ruido causado
por el derrumbe de edificios
y la destrucción
de otros objetos.
En ese instante frente a mis ojos
Lo hermoso es feo
lo feo es hermoso
revoloteando por entre la niebla
y el aire impuro.
Vesubio
La abertura vuelca
su interior:
materias abrazadas.
Aire
es indispensable
para la combustión.
Sin embargo
sólo veo
llamas crepitantes
evolucionando
con estrépito
hacia el cieloscuro.
De pie
ante la columna ardiente
enajenada.
___
Poemas tomados de: http://www.zapatosrojos.com.ar/Biblioteca/Julia%20Sarachu.htm
Argentina, 1978.
Poemas
Autoconsistencia
Soy cauta,
y no quiero pronunciar una palabra
si ésta antes no explota en mi garganta.
Porque siento que cada transformación
inmoviliza el universo.
Yo misma soy una estrella congelada
que viaja del centro a las aristas
y sólo,
al profundizar en su centro
se libera,
no quiero servicios
servidumbres encubiertas,
mundos virtuales
ni palabras que me debiliten
ni poderes que se deshacen como bosta seca,
porque cuando Prometeo le dio
el rayo a los Hombres,
la víbora perdió su veneno
y aquellos su Pan...
Voy a ver que se mueve bajo el agua del río
y la tintura del álamo que sangra.
Y todo continuará como siempre.
Cuando la nostalgia de las formas
llora, llora,
y se deshace caleidoscópica.
Cuando el hombre es hombre,
y luego un pez,
y una nube vaporosa;
llora, llora,
y se mira al espejo
y le gusta verse llorando...
Entonces yo,
la serpiente venenosa
volveré a hacer el mal.
Y todo continuará como siempre.
Narciso
Dentro del embudo de zinc
relampaguean sobre mí
lumínicos.
Rebotan y se expanden
como el eco retumbante de un amor deseperado.
A mi paso se prolonga
el húmedo reflejo.
Veo,
a lo lejos,
nuevamente mi propia imagen.
Nautilus
Lenta transformación
de las cosas
sobre la superficie
extensa
de la ola.
A gran profundidad
silencio:
para la búsqueda de sí
que experimenta Nautilus
en elástico zig-zag.
Veo de cerca.
Voy a esperar
desde aquí,
la explosión de su corazón dinamita.
La muerta
Demasiado entusiasmo
desborda en una curva.
Harta de cosas
explícitas o sugeridas.
( Mejor dicho ),
harta de cosas;
abandono.
Y
encuentro el verso
entre la bruma
en el sinfín que se ahoga
la recolectora de algas.
El ahorcado
Entre el cielo y la tierra:
liviano.
Como en un sueño
ajita el aire
con sus suaves movimientos.
El oficio pendular
de su cuerpo suspendido
marca
un ritmo obsesivo
en la cabeza
una sensación
de vértigo en el pecho
que se abre
se infla de oxígeno
y transforma
ante mis ojos
de la naturaleza
la muerte.
Tetsuo
Tetsuo.
El príncipe de lo multiforme
expira luces y colores
en el instante previo a la explosión.
No imagina Tetsuo
que sus manos tranquilizan
la ondulante incertidumbre de los planetas.
No imagina Tetsuo
Que el laberinto digital de sus pulgares
resuelve el misterio del tiempo.
Del viento.
No imagina Tetsuo
la insignificancia de la capa y el cetro;
no imagina el origen de su poder-hacer.
No imagina que el hombre lo observa
y sólo ve,
los dramáticos vaivenes de su anatomía.
Astronauta
A gran velocidad
deja atrás
una multitud de tallos vencidos.
De a poco la Tierra
transforma el recuerdo,
un planeta más...
Traspasa
la fragilidad de una capa
y siente
el desamparo del último sonido.
Una bocanada lo succiona
espacio adentro
Venus ya no late
como mariposa translúcida
también es
un planeta más.
Magnitud que inutiliza
la velocidad de su nave.
Terrible Monstruo
Comenzó por devorarme.
Vi como
hambriento
empujaba con sus músculos las olas.
Ahora
en su interior
no opongo resistencia.
Y sin miedo
abro los ojos.
Mientras caigo por su garganta
acepto con placidez
las transparencias y los nácares
la turbulencia de las algas
el movimiento voluptuoso
de los peces
la fogosidad de los corales
febril
a través de las corrientes hasta marearme...
La Virgen Niña
La Virgen niña
duerme a la sombra en el desierto arenosa.
Sueño de rosas
para la Virgen de las cosas.
Total hay un Dios, adentro y afuera
(de la enredadera).
Y como el perfume de la indiferencia:
pura inocencia cambia de forma.
Octopus
Octopus se desplaza
En repentinas convulsiones:
Rodea las formas
Hasta inundar
Todos los intersticios.
A ojos cerrados
Expande sus puntas
Contrae sus puntas
(no sin dolor)
y atrae hacia sí el alimento.
En las profundidades
Para Octopus
No hay decepciones...
Pampa
A través de la pampa
Continua
Yo
Soy el único accidente:
Sobre mi cuerpo
Se pliegan los caminos
Hacia mí
Se dirigen los rumores
Que anuncian
La descarga eléctrica
Contra mí.
Desde aquí la mirada
Multiplica su alcance
Reproduce
A mi alrededor
Un remolino microscópico
De transformaciones.
La revelación mesmérica
Mejor así,
inmóvil.
Porque observo;
el movimiento de la materia indivisible.
Desde aquí, ahora.
Mejor así,
invariable.
Porque giro;
y para las agujas del reloj el tiempo no es lineal.
Y ahí ahí,
justo ahí,
en el corazón del silencio
como en la intimidad de mi muerte
parece imposible decir que Dios no existe
La transformación del amor. El esclavo.
La luz de neón
invade democrática:
a la izquierda
filamentos ondulantes en serpenteo tornasol
( probablemente pelo de mujer ).
A la derecha tus manos
y la mitad del sonido.
A ras del suelo Tacoaguja
circula en busca
de los pies del traidor.
Desde la plataforma tengo suerte
porque todos me miran
y puedo reconocerme
en sus pupilas.
Ahí ahí,
estoy yo.
Recibiendo
el amor de los aplausos.
La transformación del caos. Babaperla
En el equinoccio de primavera
llagaron las arañas.
Del centro a la periferia
establecen alertas
la red de los objetos.
Como el vaivén inmóvil
que decide
la suerte del gato
en torno a la pecera.
Así,
la reina Babaperla
expande sus puntas
desdibujando los contornos.
En el pantano
de un temor oblicuo
nació la esfera.
La transformación de la ciudad. Transeúnte.
Sólo cadencia y ritmo
paisajes cubiertos de autopistas
y veinte muertos por día
gente-remolino
ávida pero sin deseos
frente al kiosco un chico pide
algo... Y despúes otra cosa,
globo globo
a través del lejano oeste
del cercano oriente
yo soy el otro y el otro es yo
hasta que leo: 'neumáticos, alineación y balanceo'
y el río no sale de madre
y el árbol sigue creciendo
debo encontrar primero
la armonía de mi propio movimiento.
Transformación del yodo. Captación tiroidea
Procedo
despreocupada
a la ingestión de iodo radioactivo.
Probablemente tiña mi espuma
con delicados tonos cálidos.
Imperceptible:
materia efervescente
que capta
la agitación de mis partículas.
El fin
Hay un lugar
en el mar
hay un lugar
donde dos mundos niegan
su singularidad.
Manos blancas
para la muerte
en el mar.
Es la Bruma
que desciende
en el límite del horizonte de esta línea.
Océano
Comenzó por devorarme.
Vi como
hambriento
empujaba con sus músculos las olas.
Ahora
en su interior
no opongo resistencia.
Y sin miedo
abro los ojos.
Mientras caigo por su garganta
acepto con placidez
las transparencias y los nácares
la turbulencia de las algas
el movimiento voluptuoso
de los peces
la fogosidad de los corales
febril
a través de las corrientes
hasta marearme.
Tornado
Momentos antes la atmósfera
se vuelve sofocante
la noche
ha descendido
prematuramente.
Nubes
de extraña coloración
corren enloquecidas.
Algunas
se precipitan hacia la tierra
adoptando el aspecto
de esferas irregulares.
En medio de la confusión de masas
en movimiento
ciertos entes vaporosos
empiezan a girar
alrededor de otros formando
la columna del tornado:
una enorme serpiente verde
asoma sus colmillos
resplandecientes.
Puntos oscuros
en las paredes semitransparentes de la tromba
producen una revolución
cada dos segundos.
Repentinamente
la violencia absorbente de los vientos rotatorios
levanta árboles enteros
que sobrevuelan
como pájaros deformados.
Gemidos agudos
no permiten distinguir
el ruido causado
por el derrumbe de edificios
y la destrucción
de otros objetos.
En ese instante frente a mis ojos
Lo hermoso es feo
lo feo es hermoso
revoloteando por entre la niebla
y el aire impuro.
Vesubio
La abertura vuelca
su interior:
materias abrazadas.
Aire
es indispensable
para la combustión.
Sin embargo
sólo veo
llamas crepitantes
evolucionando
con estrépito
hacia el cieloscuro.
De pie
ante la columna ardiente
enajenada.
___
Poemas tomados de: http://www.zapatosrojos.com.ar/Biblioteca/Julia%20Sarachu.htm
Salomón Valderrama
Salomón Valderrama,
Perú, 1979.
Tauromaquia: Escisión o poema de Claudio
En la capital del País de Jauja hay una pervertida provincia
Llamada, coso, Lima. Un teológico recoveco de fronteras agonizantes
Vivas, de guerras, faenas de la Plaza de Acho
Roca extranjera que torea al Perú, toro, El Albañil
Como un, sacro, Orto zozobra en concreto mar
Juan Santos Atahuallpa en mente ubicuo
De rosa que en plena luz espera el genocidio
Espectáculo de las europas concediendo libertades a los huainos
Chavín que añora la gloria verdadera
Derrotero de este ajeno río de tierra pura que corre en garabatos
Tempestad. Acaso materia deleznable
Acaso abominaciones de Los Incas no reales
Algún santo, o Pedro, Cieza de León devorando el hambre hasta la opulencia
Como pesteamor, imperio, hiriente. Inolvidable
Penetrante fragua, ilusoria, que se pierde
Astro, olvido que no soy, porque olvidado estoy
El falso lenguaje, que sujeta mi cielo
Falso de Planeta
Flor o laberinto en el alma, sueño de mujer, inescrutable
La supuesta diarquía de Los Incas
Que en el océano de aplausos, de sangre mitológica
Da por muerte filosófica a toda su original literatura
La tapada, la que viola, vuela y debe matar reyes de Sevilla y Zaragoza
Castellano de Bolívar que es máquina del Perú perdido desde 1825
*Publicado en Ciberayllu, 2006.
____
poema tomado de: http://musicadelfuturofrio.blogspot.com/2008/12/tauromaquia-escisin-o-poema-de-claudio.html
La poesía, por su clarividente ceguera siempre será bastarda. Poesía poltrón. Poesía superpoder.
La poesía es el desorden más hermoso. Dame en madera seca y te daré agua de Mar… Dame un arma frágil y te daré poesía… Se enmiente de soledad la vergüenza de no verse el suicida… el Artista; para no decir: Esa poesía es espectacularmente vacía. Así debiera ser toda verdad que aprehendemos. Vacío por Vacío, igual, de Lleno. No muerto. Únicamente la vida puede ver la poesía; incluso todo lo que brota como ardanza maldita. Un misil. Para otorgarle un uso perceptible a lo que se hace. La poesía ha sido y es como una prolongación inmoral para el tiempo en que se hace. Está inconsciente de todo gravamen inmanente de realidad. Supera y usa tanto a ciencia como a fe. Debe ser la fe científica del desconocedor. Un juego matemático inverso en la Bolsa inmeritada: La vasta rota. El poeta siempre será un novato. Un nonato. El que nace de su vertiente cristalizada en eternidad… el que obscurece todo y aún lo maten no mata: Es el clarificador, cual efímero agujero de agua en afección de G. Coriolis. Debe trazar la nave o el planeta en el que salvará… un poema de XXY versos en el que todos y el Todo superviva.
Refracción
De aburrido, aun monja te desvisto:
Regatas del Sur, invencible, practico...
Elevación, maldición que me contempla
Trastocar en frágiles economías:
Masturbar bellezas, pulular poesías...
Latido, deslatido, el que me templa
Firmar, fechar muerte... oh libre perdición.
Inventar sensualidad, besar, derrotar...
Alucinaciones contar hasta matar.
Juez del arte dormirte, ajena ilusión
Como mártir del dolo... oh cosa amada.
Color, motor de la mente; quitar arte.
Oh muerte sola... vivirte y matarte
Rosa, ¡oh hermosa descorazonada!
Asentada... mirar al viajar, copular
Lacra o impura loca del estilo
Ante la no luz... de boca me destilo:
Todo prohibir para encontrar y volar...
Despera oh Vida…
Mas ¡ay! que el bien trocóse en amargura,
y deshojada por los aires sube
la dulce flor de la esperanza mía.
José de Espronceda
¡Despera oh Vida en rutícula transtornada...
Aviación exhumar en alas religiosas,
Cibernética reamar travestidas diosas,
Almorzar belleza incomida y desterrada.
Amental, correr por poesías negativas.
Utópica, tamérica, denti encarcelado;
Etolizar televisor: Color endiosado.
Dolotor del mar grisente de cosas vivas.
Empús reinar y hacer creer en el pecado,
Del futuro iletrado destructor o ingeniero:
Testulación de brío, Manco, enamorado,
Buscador del grano de Tomás Moro en la mano.
Absurdo por botón pero mental y pionero.
Empredido pitonisar mañana al Humano.
Poeta
Debí correr no Cielo entero:
Oro de amor, loco, obrero
Invisible en Mundo, aparecido
En Sur que me deshiela...
Cuando nací morí primero,
Cuando morí viví un segundo.
Primero y no un segundo viví:
Animal, poeta puro.
Músico del futuro frío...
Iluminado, inclemente crío.
Pintor, escultor lúgubre de río:
Manumisor de Sonido.
Reinar escándalo, Comedia,
Disipar belleza que transtorna.
Vivir: Tocar a la que se transforma.
Constante e irredenta.
Crepitaciones te consumen
Poema, laberinto de ciego.
Poesía: Lumen que penetra himen.
Enigma del supere ego...
Reaalidaades dee laa meente: Corazón azul
Ma loz ne us onumel dol Ceulo
Lo bruse vergun us lo ospeda qoa ma elvodu o llero
Emur enstuntos qoa an ul mor mu antourru
Purqoa locher ne duba
Purqoa meror us puci
Rozur pure morucar ul proceu
Imur pure vavorlu tude
Ameguner qoa saompru hubro en cumoanzu
Osu per dacesoun darmur can tudis mas coses ruletuves
Ma ospesu ma porru ma cutre a ma mintaño... (*)
(*) Mi luz no es animal del Cielo
La brisa virgen es la espada que me olvida y llora
Amor instantes que en el mar me entierro
Porque luchar no debo
Porque morir es poco
Rezar para merecer el precio
Amar para vivirlo todo
Imaginar que siempre habrá un comienzo
Así por decisión dormir con todas mis cosas relativas
Mi esposa mi perro mi cetro y mi montaña…
Lima, Pachacámac, Junio de 2006.
Salomón Valderrama Cruz
Poemas del libro inédito Amórfor
___
poems tomados de:http://sol-negro.blogspot.com/2006/08/salomn-valderrama.html
Perú, 1979.
Tauromaquia: Escisión o poema de Claudio
En la capital del País de Jauja hay una pervertida provincia
Llamada, coso, Lima. Un teológico recoveco de fronteras agonizantes
Vivas, de guerras, faenas de la Plaza de Acho
Roca extranjera que torea al Perú, toro, El Albañil
Como un, sacro, Orto zozobra en concreto mar
Juan Santos Atahuallpa en mente ubicuo
De rosa que en plena luz espera el genocidio
Espectáculo de las europas concediendo libertades a los huainos
Chavín que añora la gloria verdadera
Derrotero de este ajeno río de tierra pura que corre en garabatos
Tempestad. Acaso materia deleznable
Acaso abominaciones de Los Incas no reales
Algún santo, o Pedro, Cieza de León devorando el hambre hasta la opulencia
Como pesteamor, imperio, hiriente. Inolvidable
Penetrante fragua, ilusoria, que se pierde
Astro, olvido que no soy, porque olvidado estoy
El falso lenguaje, que sujeta mi cielo
Falso de Planeta
Flor o laberinto en el alma, sueño de mujer, inescrutable
La supuesta diarquía de Los Incas
Que en el océano de aplausos, de sangre mitológica
Da por muerte filosófica a toda su original literatura
La tapada, la que viola, vuela y debe matar reyes de Sevilla y Zaragoza
Castellano de Bolívar que es máquina del Perú perdido desde 1825
*Publicado en Ciberayllu, 2006.
____
poema tomado de: http://musicadelfuturofrio.blogspot.com/2008/12/tauromaquia-escisin-o-poema-de-claudio.html
La poesía, por su clarividente ceguera siempre será bastarda. Poesía poltrón. Poesía superpoder.
La poesía es el desorden más hermoso. Dame en madera seca y te daré agua de Mar… Dame un arma frágil y te daré poesía… Se enmiente de soledad la vergüenza de no verse el suicida… el Artista; para no decir: Esa poesía es espectacularmente vacía. Así debiera ser toda verdad que aprehendemos. Vacío por Vacío, igual, de Lleno. No muerto. Únicamente la vida puede ver la poesía; incluso todo lo que brota como ardanza maldita. Un misil. Para otorgarle un uso perceptible a lo que se hace. La poesía ha sido y es como una prolongación inmoral para el tiempo en que se hace. Está inconsciente de todo gravamen inmanente de realidad. Supera y usa tanto a ciencia como a fe. Debe ser la fe científica del desconocedor. Un juego matemático inverso en la Bolsa inmeritada: La vasta rota. El poeta siempre será un novato. Un nonato. El que nace de su vertiente cristalizada en eternidad… el que obscurece todo y aún lo maten no mata: Es el clarificador, cual efímero agujero de agua en afección de G. Coriolis. Debe trazar la nave o el planeta en el que salvará… un poema de XXY versos en el que todos y el Todo superviva.
Refracción
De aburrido, aun monja te desvisto:
Regatas del Sur, invencible, practico...
Elevación, maldición que me contempla
Trastocar en frágiles economías:
Masturbar bellezas, pulular poesías...
Latido, deslatido, el que me templa
Firmar, fechar muerte... oh libre perdición.
Inventar sensualidad, besar, derrotar...
Alucinaciones contar hasta matar.
Juez del arte dormirte, ajena ilusión
Como mártir del dolo... oh cosa amada.
Color, motor de la mente; quitar arte.
Oh muerte sola... vivirte y matarte
Rosa, ¡oh hermosa descorazonada!
Asentada... mirar al viajar, copular
Lacra o impura loca del estilo
Ante la no luz... de boca me destilo:
Todo prohibir para encontrar y volar...
Despera oh Vida…
Mas ¡ay! que el bien trocóse en amargura,
y deshojada por los aires sube
la dulce flor de la esperanza mía.
José de Espronceda
¡Despera oh Vida en rutícula transtornada...
Aviación exhumar en alas religiosas,
Cibernética reamar travestidas diosas,
Almorzar belleza incomida y desterrada.
Amental, correr por poesías negativas.
Utópica, tamérica, denti encarcelado;
Etolizar televisor: Color endiosado.
Dolotor del mar grisente de cosas vivas.
Empús reinar y hacer creer en el pecado,
Del futuro iletrado destructor o ingeniero:
Testulación de brío, Manco, enamorado,
Buscador del grano de Tomás Moro en la mano.
Absurdo por botón pero mental y pionero.
Empredido pitonisar mañana al Humano.
Poeta
Debí correr no Cielo entero:
Oro de amor, loco, obrero
Invisible en Mundo, aparecido
En Sur que me deshiela...
Cuando nací morí primero,
Cuando morí viví un segundo.
Primero y no un segundo viví:
Animal, poeta puro.
Músico del futuro frío...
Iluminado, inclemente crío.
Pintor, escultor lúgubre de río:
Manumisor de Sonido.
Reinar escándalo, Comedia,
Disipar belleza que transtorna.
Vivir: Tocar a la que se transforma.
Constante e irredenta.
Crepitaciones te consumen
Poema, laberinto de ciego.
Poesía: Lumen que penetra himen.
Enigma del supere ego...
Reaalidaades dee laa meente: Corazón azul
Ma loz ne us onumel dol Ceulo
Lo bruse vergun us lo ospeda qoa ma elvodu o llero
Emur enstuntos qoa an ul mor mu antourru
Purqoa locher ne duba
Purqoa meror us puci
Rozur pure morucar ul proceu
Imur pure vavorlu tude
Ameguner qoa saompru hubro en cumoanzu
Osu per dacesoun darmur can tudis mas coses ruletuves
Ma ospesu ma porru ma cutre a ma mintaño... (*)
(*) Mi luz no es animal del Cielo
La brisa virgen es la espada que me olvida y llora
Amor instantes que en el mar me entierro
Porque luchar no debo
Porque morir es poco
Rezar para merecer el precio
Amar para vivirlo todo
Imaginar que siempre habrá un comienzo
Así por decisión dormir con todas mis cosas relativas
Mi esposa mi perro mi cetro y mi montaña…
Lima, Pachacámac, Junio de 2006.
Salomón Valderrama Cruz
Poemas del libro inédito Amórfor
___
poems tomados de:http://sol-negro.blogspot.com/2006/08/salomn-valderrama.html
19/1/09
Lola Arías
Lola Arías,
Argentina,
Poemas
La rea durmiente
La madre enferma, dormida en el bidet como un ángel impúdico. La cabeza afeitada, roído el camisón y el suetercito que hiede. Torcida por la delicia fetal o el funesto doler, parecese a mí, vieja gemela:
Coja, viuda, loca de atarse las manos al balde, al toro, a la mesita de luz.
Asfixiada, en sus ardores se enreda la muy oronda. La lavo, le moja la fiebre de leche, la arropo con toallas vulgares, me apiado.
-Oh, madre, puta mía, mi tesoro trunco, madre del vértigo. Hembra de las violentas ¿no ves mi amor pendenciero?
La mama pernocta infinita cual reina bestia, su sueño desaforado roe las horas.
"¿Qué sueña la rea durmiente? ¿Con qué afán o pérfido pretendiente? ¿Acaso finge la muerte por un mísero beso?"
-Madrecita. espanto, mi boca inútil te besaría tanto...
Le lloro encima y ni se inmuta la falluta, posa su sueño inmenso y retoza. La madre intensa, la obesa, me niega su manto de carne.
-Ay, mísera de mí, pobre escualo, cómo he de emprender la llanura sin ella.
La maja enferma se frunce en sus pieles gastadas. Su muslo de vaca voltea y aflora la espalda incinerada. Quisiera lamerla hasta matarla mas mi lengua es pequeña y débil.
-Ah, mamar, mamar, amar a la madre es devorarla.
-Oh, mame, madre del hambre, soy la miniatura de ti y el monstruo de pecho ¿por qué mi parto te aparta así?
La madre perdida, travestida de blanco, monta un trineo de huesos alejándose...
-Despierta, desgraciada, ¿qué será de mí?
La inmunda se empeña en morir, y en su torpeza, olvida este feto tras de sí.
Ofelia
Los labios en la gillet, los pies cayendo del balcón al desierto. La bañadera repleta de flores y el mar, las tetas azules, azules los hombros, el miedo. Soy la resucitada, la que nació con la muerte tatuada en la lengua.
¿Os reis de mí? De mí se abusan los toros y los otros: Soy la paridora de reyes, la puta vendada en el jardín de los siervos. Poseída, ida de tanto drogarme las horas: no pensar, no mirar el horror a los ojos, no desear a la bestia.
Otrora fui la predilecta, la que recibía postales violentas. Mi pose era preciosa, inútil mi devaneo, mis falsos mareos por el baldío del reino. Muda en mi idiotez de infante, prefería al loco que al pérfido padre. Mi perdición ha sido un catre de barro, brutales aplastamientos de miembros, hambre.
Mi padre fue cruel cual ínfimo beso. Se desprendió de mí y vendióme. Carne, carne, carne para apalear el silencio.
Mi nombre es huérfano ahora, Ofelia no soy yo. No sé morir y, sin embargo, muero.
Las hermanas
La hermana enana, la que viste de novia, la amoratada, la que nunca vio el mar, la que ladra. Todas ellas portando espejitos mordisqueados y tatuajes de ciervos o veranos. Locas en su desconsuelo despilfarran labios, cartas, la geometría del llanto. Ya no nadan nunca ni piden flores ni esperan ni, la madre ha muerto.
La hermana enana posa su desnudez de acantilado y titila: la tormenta, la tormenta. Toma su ginebra en miniatura sin temor las gillettes y la venda.
En el traluz del bosque devastado la bella, la que lleva el ramo, va montada en el caballo nupcial y se desmaya, cae y vuelve a subirse al predilecto. El pelo lacio enredado al lomo de la bestia, el vestido embarrado en el desaforado galope hacia el desierto.
Contra el sol la otra, la ciega, abre sus ojuelos de vidrio nacarado: ¿y el mar? Sufre vanidosamente ataviada de terciopelo y arena.
La escuálida simula bailar. Hiere de noche la amoratada, lleva las carnes raídas, azuladas de tanto dejarse estropear por cualquier reo.
Nada, leguas y lenguas de desolado destierro. Las hermanas enlutadas llevan en la carretilla el cuerpo de la madre muerta. Van en cortejo de noche y a los lejos, el padre lobo gime su mal.
La hermana menor, la retardada, va salticando y ladra contra el cielo.
___
poemas tomados de:http://www.zapatosrojos.com.ar/Biblioteca/Lola%20Arias.htm
Argentina,
Poemas
La rea durmiente
La madre enferma, dormida en el bidet como un ángel impúdico. La cabeza afeitada, roído el camisón y el suetercito que hiede. Torcida por la delicia fetal o el funesto doler, parecese a mí, vieja gemela:
Coja, viuda, loca de atarse las manos al balde, al toro, a la mesita de luz.
Asfixiada, en sus ardores se enreda la muy oronda. La lavo, le moja la fiebre de leche, la arropo con toallas vulgares, me apiado.
-Oh, madre, puta mía, mi tesoro trunco, madre del vértigo. Hembra de las violentas ¿no ves mi amor pendenciero?
La mama pernocta infinita cual reina bestia, su sueño desaforado roe las horas.
"¿Qué sueña la rea durmiente? ¿Con qué afán o pérfido pretendiente? ¿Acaso finge la muerte por un mísero beso?"
-Madrecita. espanto, mi boca inútil te besaría tanto...
Le lloro encima y ni se inmuta la falluta, posa su sueño inmenso y retoza. La madre intensa, la obesa, me niega su manto de carne.
-Ay, mísera de mí, pobre escualo, cómo he de emprender la llanura sin ella.
La maja enferma se frunce en sus pieles gastadas. Su muslo de vaca voltea y aflora la espalda incinerada. Quisiera lamerla hasta matarla mas mi lengua es pequeña y débil.
-Ah, mamar, mamar, amar a la madre es devorarla.
-Oh, mame, madre del hambre, soy la miniatura de ti y el monstruo de pecho ¿por qué mi parto te aparta así?
La madre perdida, travestida de blanco, monta un trineo de huesos alejándose...
-Despierta, desgraciada, ¿qué será de mí?
La inmunda se empeña en morir, y en su torpeza, olvida este feto tras de sí.
Ofelia
Los labios en la gillet, los pies cayendo del balcón al desierto. La bañadera repleta de flores y el mar, las tetas azules, azules los hombros, el miedo. Soy la resucitada, la que nació con la muerte tatuada en la lengua.
¿Os reis de mí? De mí se abusan los toros y los otros: Soy la paridora de reyes, la puta vendada en el jardín de los siervos. Poseída, ida de tanto drogarme las horas: no pensar, no mirar el horror a los ojos, no desear a la bestia.
Otrora fui la predilecta, la que recibía postales violentas. Mi pose era preciosa, inútil mi devaneo, mis falsos mareos por el baldío del reino. Muda en mi idiotez de infante, prefería al loco que al pérfido padre. Mi perdición ha sido un catre de barro, brutales aplastamientos de miembros, hambre.
Mi padre fue cruel cual ínfimo beso. Se desprendió de mí y vendióme. Carne, carne, carne para apalear el silencio.
Mi nombre es huérfano ahora, Ofelia no soy yo. No sé morir y, sin embargo, muero.
Las hermanas
La hermana enana, la que viste de novia, la amoratada, la que nunca vio el mar, la que ladra. Todas ellas portando espejitos mordisqueados y tatuajes de ciervos o veranos. Locas en su desconsuelo despilfarran labios, cartas, la geometría del llanto. Ya no nadan nunca ni piden flores ni esperan ni, la madre ha muerto.
La hermana enana posa su desnudez de acantilado y titila: la tormenta, la tormenta. Toma su ginebra en miniatura sin temor las gillettes y la venda.
En el traluz del bosque devastado la bella, la que lleva el ramo, va montada en el caballo nupcial y se desmaya, cae y vuelve a subirse al predilecto. El pelo lacio enredado al lomo de la bestia, el vestido embarrado en el desaforado galope hacia el desierto.
Contra el sol la otra, la ciega, abre sus ojuelos de vidrio nacarado: ¿y el mar? Sufre vanidosamente ataviada de terciopelo y arena.
La escuálida simula bailar. Hiere de noche la amoratada, lleva las carnes raídas, azuladas de tanto dejarse estropear por cualquier reo.
Nada, leguas y lenguas de desolado destierro. Las hermanas enlutadas llevan en la carretilla el cuerpo de la madre muerta. Van en cortejo de noche y a los lejos, el padre lobo gime su mal.
La hermana menor, la retardada, va salticando y ladra contra el cielo.
___
poemas tomados de:http://www.zapatosrojos.com.ar/Biblioteca/Lola%20Arias.htm
13/1/09
Abraham Morales
Abraham Morales,
Toluca, México,
Poema
Sí, vuelvo a la escritura
( al ciberespacio) ( al blog) ( a la adicción) ( lo que digo en Toluca, dentro del auto; afuera está ya oscuro) ( miro a través del cristal) ( la noche más luminosa) : écrire, writing, schreiben
( conjugar el infinitivo)
retrocederá
( que es otro modo de decir que avanzo) ( que todo cambia)
todo es ya distinto
ya nada será igual:
afortunadamente
____
poema tomado de: http://bramstok.blogspot.com/
Toluca, México,
Poema
Sí, vuelvo a la escritura
( al ciberespacio) ( al blog) ( a la adicción) ( lo que digo en Toluca, dentro del auto; afuera está ya oscuro) ( miro a través del cristal) ( la noche más luminosa) : écrire, writing, schreiben
( conjugar el infinitivo)
retrocederá
( que es otro modo de decir que avanzo) ( que todo cambia)
todo es ya distinto
ya nada será igual:
afortunadamente
____
poema tomado de: http://bramstok.blogspot.com/
3/1/09
2/1/09
Rodrigo Castillo
Rodrigo Castillo,
México, D.F., 1982.
Poemas
cuaderna vía
mis ruinas
son
marcas
de león
y virgen
a lo más
signos
oculares
en el brillo
azul
brasas
dices
en el incensario
el rayo
sin certeza
palpita
cada
rastro
¿imaginas?
una fiera
acecha
alza
la cabeza
y te devora
el ópalo
diré
insigne
más que
el fondo
un demonio
nos convoca
menos
el torrente
frío
a secas
en el pecho
la sombra
puede ser
lo justo
dicho
somos
nubes
en el
fuego
u
otro
nombre
repetido
al infinito [ … ]
___
poema tomado de: http://hangar-sergio.blogspot.com/2009/01/rodrigo-castillo-voz-en-off.html
Aquí son los espacios el acomodo tácito de sus esquinas,
la distancia media de nodos superpuestos. Como un cuadro
ancho donde cuelgan todas las marcas imposibles.
*
No como un triángulo visto de frente sino
como triángulo nada más. Nombre, espacio en blanco,
vértices. Fuera de él todo es consuetudinario.
*
Punto donde concurren las cosas,
arcos no milimétricos, apenas pulso donde un ojo
recibe el brillo de estrellas.
___
Poemas tomados de: http://rodrigo-castillo.blogspot.com/2008/05/cuatro-breves.html
México, D.F., 1982.
Poemas
cuaderna vía
mis ruinas
son
marcas
de león
y virgen
a lo más
signos
oculares
en el brillo
azul
brasas
dices
en el incensario
el rayo
sin certeza
palpita
cada
rastro
¿imaginas?
una fiera
acecha
alza
la cabeza
y te devora
el ópalo
diré
insigne
más que
el fondo
un demonio
nos convoca
menos
el torrente
frío
a secas
en el pecho
la sombra
puede ser
lo justo
dicho
somos
nubes
en el
fuego
u
otro
nombre
repetido
al infinito [ … ]
___
poema tomado de: http://hangar-sergio.blogspot.com/2009/01/rodrigo-castillo-voz-en-off.html
Aquí son los espacios el acomodo tácito de sus esquinas,
la distancia media de nodos superpuestos. Como un cuadro
ancho donde cuelgan todas las marcas imposibles.
*
No como un triángulo visto de frente sino
como triángulo nada más. Nombre, espacio en blanco,
vértices. Fuera de él todo es consuetudinario.
*
Punto donde concurren las cosas,
arcos no milimétricos, apenas pulso donde un ojo
recibe el brillo de estrellas.
___
Poemas tomados de: http://rodrigo-castillo.blogspot.com/2008/05/cuatro-breves.html
Óscar David López
Óscar David López,
Monterrey, 1982.
PILA PARA SUBIR UNA ESCALERA(SIENDO HOMOSEXUAL)
EL BUSCÓN QUIERE FLOTAR (Y NO FLOTAR)
es por amor que el buscón indaga en las grietas de la fiesta,
en el sudor del vaso,
y en la mancha del terrón:
su solapa es el costado de un camino donde el ángel avanza,
el espejo
su hit;
es un pasón de coca que no lo habita,
que no lo señala cual clave del frío:
él permanece de bruces
y con la mirada
se vuelve arpón,
sobre los rosales:
sabe de las espinas que para él aguardan,
el jardín que no está a su lado
es una vulva
una noche adonde él entra
traicionado por su sombra
atraviesa la ciudad
en epidemia
y regresa una vez más
solo
entonces él en su cuarto
pone como meta el azúcar
y como relicario unas piernas:
imagina sobre la cama el toque de hacha,
de Pili, de Érica, de Sofía; la mordida
de brisa como una jícara
que se antoja de sí misma,
y es ondulación su búsqueda
ademán donde lo fugaz es una bandeja de labios
látigo de agua donde la fuerza cae
su respiración fajándose al acantilado
donde la pizca es un buitre que
gira anhelando clavar su pico
en las alas del guía
pero el buscón sabe que su sombra
no deja estela,
así se divierte
y retorna
sobre los huesos de la víctima:
su memoria es una galería
visita guiada por aromas
y desvelos:
sobre su mejilla
un rasguño
sobre su ingle
el vacío,
añoranza del jinete
Ah el calor, piensa
de golpe entra
si el toque es ágil nacimiento
polen de abismo;
si aquella noche el llanto
es un cigarro
una luciérnaga sobre la barra
y ella se presenta:
todo lo que sigue es repetición
sangría del dardo
y copa de los impulsos
porque ella puede ser la imagen de una ciudad
la espuela del vaquero que le atropella
la flecha de Narciso
y su búsqueda espejo líquido:
ganas de tragar lo que el reflejo aventure
lo que las calles escalden
porque es en el secreto
donde la resonancia
hace del corazón
un alfiletero
de nada sirve Vallarta
ni Argentina
ni su mano diciendo adiós
en la distancia de un faro que
no promete tierra
de nada sirve el cuerpo
si en sus ojos no hay promesa
él busca por una conversación
la colcha que alcance
el día extra en el calendario
para colgar su latido
como un saco de lujo
y creer en el concierto
como un zurcido a mano
propagar la hernia que dejan las ganas de alguien
una voz para despertar
antecámara para el mandato atigrado que es embudo
y es histeria
él busca
sin embargo armadura
y naufragio su estallido:
este cuarto es muy pequeño
y en la noche un cenicero
y en la cama un incendio;
para las cosas que sueña
no hay lámpara:
viñedo ideal para su voz
adónde huir con las ganas
si la médula lo eterniza
adónde un relámpago
un misterio que lo acoja
si el guerrero abre su pecho
para que su sangre también conozca el anochecer
y es por amores que su cuerpo se desengaña
se embiste en dieta y fotografía
documento de lirismo
la grasa subibaja
y en el baño una palabra que no humedece
que no lubrica la razón
para que la puñeta
se multiplique
y en la bandera él pueda acontecer
decir que las mujeres son lunares entreabiertos, fugitivas granadas donde la punta de la lengua es un matiz de la mentira: degradación del deseo si la promesa del lodo es una pieza de muerte pero su entrega una escultura que no habitan dos:
el dolor es un caparazón
el buscón
es el tálamo del deseoso
que busca un antibiótico
un corazón para acampar
y es toda ciudad
un laberinto
a comparación de la alcoba
una noche donde su madre ronca
y el buscón tiembla en su rabia
detiene los sueños
al ras del tedio
para pensar que su herida
es el lobo mismo
que duerme debajo del mantel
sacude el tejado
y cocina sus uñas imantadas de fatiga
para que desorbitado él
muera
y no salga de casa
y no fragmente su odio
y no encuentre al padre
el buscón quiere flotar
y no flotar
como un imán
hundirse asido de una cintura
aunque en la instrucción de su juego
esté la máscara
su nuca tirándose contra el vacío
y el aire abrazando sus recuerdos
mientras él piensa
en unas tetas desbordándose del vestido
en la florista que se posesione del jarrón
y que resuelva vivir en su sala
en la repisa de los trofeos que no tendrá
en tanto que su búsqueda
siga siendo un disco en repeat
ante tal clavado
___
Poema tomado de: Nostalgia del Lodo/ La Nostalgie de la boue (MEET/Conarte)
MIS SOBRINAS CANTAN A QUIÉN LE IMPORTA DE ALASKA Y DINARAMA
A Sergio Ernesto Ríos
a los trece aprovechó su pubis como cualquiera aprovecha una cartera
comenzó con el índice
hasta saberse el glosario entero
a los trece y medio lo depiló
e imaginó ser de piel de cocodrilo
arrancándosela de un bocado al primer cabrón primerizo
durante la graduación no llevó pantaletas
y en la foto de grupo abrió un poquito las piernas
(para la familia)
sueña con cantar en el dark dumb depresive metal festival de irlanda
o con hacerle coros a marilyn manson
o ya entrada en drogas una fellatio
aparecer en la mtv (la gringa, por supuesto)
y cuando un reportero le pregunte por su vida privada
levantarse el vestido y enseñarle el dedo
y escupir a la cámara
para ella la rebeldía cabe en un espejo de bolsillo
sus sueños comienzan con un lipstick y esmalte de uñas negros
Azotea en sueño mutuo
Sí, callado, amando el terciopelo,
la juntura exacta de nuestras aguas,
he decidido que mi orilla y tu rapto
no son otra flor que este banquete.
He cruzado el vértigo y sus películas,
de costado el talismán abrió aullidos,
los muros de la humedad lateral
nos imaginaron primorosas esquirlas.
Coincididos en paliativo e instinto,
perfecta espiral, a la doble raíz,
enarbolándonos hacia el ímpetu.
Son los días y las noches sabios tajos,
misteriosos huesos del horóscopo
que responden al origen del placer.
___
Poemas tomados de: http://hangar-sergio.blogspot.com/2008/08/oscar-david-lpez-voz-en-off.html
Monterrey, 1982.
PILA PARA SUBIR UNA ESCALERA(SIENDO HOMOSEXUAL)
EL BUSCÓN QUIERE FLOTAR (Y NO FLOTAR)
es por amor que el buscón indaga en las grietas de la fiesta,
en el sudor del vaso,
y en la mancha del terrón:
su solapa es el costado de un camino donde el ángel avanza,
el espejo
su hit;
es un pasón de coca que no lo habita,
que no lo señala cual clave del frío:
él permanece de bruces
y con la mirada
se vuelve arpón,
sobre los rosales:
sabe de las espinas que para él aguardan,
el jardín que no está a su lado
es una vulva
una noche adonde él entra
traicionado por su sombra
atraviesa la ciudad
en epidemia
y regresa una vez más
solo
entonces él en su cuarto
pone como meta el azúcar
y como relicario unas piernas:
imagina sobre la cama el toque de hacha,
de Pili, de Érica, de Sofía; la mordida
de brisa como una jícara
que se antoja de sí misma,
y es ondulación su búsqueda
ademán donde lo fugaz es una bandeja de labios
látigo de agua donde la fuerza cae
su respiración fajándose al acantilado
donde la pizca es un buitre que
gira anhelando clavar su pico
en las alas del guía
pero el buscón sabe que su sombra
no deja estela,
así se divierte
y retorna
sobre los huesos de la víctima:
su memoria es una galería
visita guiada por aromas
y desvelos:
sobre su mejilla
un rasguño
sobre su ingle
el vacío,
añoranza del jinete
Ah el calor, piensa
de golpe entra
si el toque es ágil nacimiento
polen de abismo;
si aquella noche el llanto
es un cigarro
una luciérnaga sobre la barra
y ella se presenta:
todo lo que sigue es repetición
sangría del dardo
y copa de los impulsos
porque ella puede ser la imagen de una ciudad
la espuela del vaquero que le atropella
la flecha de Narciso
y su búsqueda espejo líquido:
ganas de tragar lo que el reflejo aventure
lo que las calles escalden
porque es en el secreto
donde la resonancia
hace del corazón
un alfiletero
de nada sirve Vallarta
ni Argentina
ni su mano diciendo adiós
en la distancia de un faro que
no promete tierra
de nada sirve el cuerpo
si en sus ojos no hay promesa
él busca por una conversación
la colcha que alcance
el día extra en el calendario
para colgar su latido
como un saco de lujo
y creer en el concierto
como un zurcido a mano
propagar la hernia que dejan las ganas de alguien
una voz para despertar
antecámara para el mandato atigrado que es embudo
y es histeria
él busca
sin embargo armadura
y naufragio su estallido:
este cuarto es muy pequeño
y en la noche un cenicero
y en la cama un incendio;
para las cosas que sueña
no hay lámpara:
viñedo ideal para su voz
adónde huir con las ganas
si la médula lo eterniza
adónde un relámpago
un misterio que lo acoja
si el guerrero abre su pecho
para que su sangre también conozca el anochecer
y es por amores que su cuerpo se desengaña
se embiste en dieta y fotografía
documento de lirismo
la grasa subibaja
y en el baño una palabra que no humedece
que no lubrica la razón
para que la puñeta
se multiplique
y en la bandera él pueda acontecer
decir que las mujeres son lunares entreabiertos, fugitivas granadas donde la punta de la lengua es un matiz de la mentira: degradación del deseo si la promesa del lodo es una pieza de muerte pero su entrega una escultura que no habitan dos:
el dolor es un caparazón
el buscón
es el tálamo del deseoso
que busca un antibiótico
un corazón para acampar
y es toda ciudad
un laberinto
a comparación de la alcoba
una noche donde su madre ronca
y el buscón tiembla en su rabia
detiene los sueños
al ras del tedio
para pensar que su herida
es el lobo mismo
que duerme debajo del mantel
sacude el tejado
y cocina sus uñas imantadas de fatiga
para que desorbitado él
muera
y no salga de casa
y no fragmente su odio
y no encuentre al padre
el buscón quiere flotar
y no flotar
como un imán
hundirse asido de una cintura
aunque en la instrucción de su juego
esté la máscara
su nuca tirándose contra el vacío
y el aire abrazando sus recuerdos
mientras él piensa
en unas tetas desbordándose del vestido
en la florista que se posesione del jarrón
y que resuelva vivir en su sala
en la repisa de los trofeos que no tendrá
en tanto que su búsqueda
siga siendo un disco en repeat
ante tal clavado
___
Poema tomado de: Nostalgia del Lodo/ La Nostalgie de la boue (MEET/Conarte)
MIS SOBRINAS CANTAN A QUIÉN LE IMPORTA DE ALASKA Y DINARAMA
A Sergio Ernesto Ríos
a los trece aprovechó su pubis como cualquiera aprovecha una cartera
comenzó con el índice
hasta saberse el glosario entero
a los trece y medio lo depiló
e imaginó ser de piel de cocodrilo
arrancándosela de un bocado al primer cabrón primerizo
durante la graduación no llevó pantaletas
y en la foto de grupo abrió un poquito las piernas
(para la familia)
sueña con cantar en el dark dumb depresive metal festival de irlanda
o con hacerle coros a marilyn manson
o ya entrada en drogas una fellatio
aparecer en la mtv (la gringa, por supuesto)
y cuando un reportero le pregunte por su vida privada
levantarse el vestido y enseñarle el dedo
y escupir a la cámara
para ella la rebeldía cabe en un espejo de bolsillo
sus sueños comienzan con un lipstick y esmalte de uñas negros
Azotea en sueño mutuo
Sí, callado, amando el terciopelo,
la juntura exacta de nuestras aguas,
he decidido que mi orilla y tu rapto
no son otra flor que este banquete.
He cruzado el vértigo y sus películas,
de costado el talismán abrió aullidos,
los muros de la humedad lateral
nos imaginaron primorosas esquirlas.
Coincididos en paliativo e instinto,
perfecta espiral, a la doble raíz,
enarbolándonos hacia el ímpetu.
Son los días y las noches sabios tajos,
misteriosos huesos del horóscopo
que responden al origen del placer.
___
Poemas tomados de: http://hangar-sergio.blogspot.com/2008/08/oscar-david-lpez-voz-en-off.html
Quilombo Arte
Quilombo Arte es un espacio dedicado al hip-hop y al spoken word hecho por gente latina que radica en el área de Nueva York, entre sus artistas están Bocafloja y HsT
Etiquetas:
Bocafloja,
poesía de Chile,
POESÍA DE MÉXICO,
Quilombo,
Spaces,
Spoken Word
Sergio Ernesto Ríos
Sergio Ernesto Ríos,
Toluca, México, 1981
POEMAS
NON VOLUNTARIS
Yo era estúpido porque no sabía que sólo
la poesía estúpida es en verdad atrayente y fascinadora
Arturo Carrera
Habremos de corregir
la osamenta del perro
la extremaunción
del amor aturdido
casi el pasito nupcial
en la suficiencia
de una caricia
no en monótono
repliegue
el aislamiento cándido
la onomatopeya volátil
por el hocico abierto
no se llama pereza
aunque
el músculo de la fatiga
bebe una familia
de quince cucarachas
en mestizo aguardiente
los bálsamos de San Gaspar
bebemos también
en la torpeza vertebral
alicaídos
no era una canción de los sesenta
su hermano asaltó
a cuatro turistas
cuando salían del banco
y luego hubo heroína
y noches en el desierto
que gritaba
que dios es un puerco
que dios no es un venado
que dios tiene un collar de jazmines
y un rostro terciopelo
pero es un cerdito
con la cola espiral
por todos conocida
de Tecate
era él
y cruzaba a San Diego
porque parecía gringo
aparezco en la cárcel
con mi hermano pequeño
esa misma noche
el rompe algunos parabrisas
yo arranco los teléfonos
sangra su mano derecha
mordida por estalactitas
sólo quería llamarte
arrancar desa costilla pública
tu huída
descifrar los telones
que ya han caído
estamos sordos
entre los cencerros
de aquella provincia
el calor mece
el soplo rudimentario
de las estrellas
tuerce el histrionismo
tuerce la ebriedad
ahí
como el feto
de un murciélago
en oscuras ceremonias
la nariz
no desconoce el nervio
de una luna baja
justo ahí
llueven los tábanos
salpican las tijerillas
escupen los alacranes
su ignorancia gradual
y no hay otro veneno
lejos de tus manos
no hay nueve meses
famélicos
no hay hecatombe simple
pero nos despedimos
el rencor sonámbulo
también
quiero el pelo blanco
de aquel personaje
en el laberinto de París
ella lee cada estertor
la bilis
como un guante
de bruja
claroscuro
la duquesa colibrí
junto al sauce
el deseo predador
o lavar los sesos
con un gesto siamés
comience el trote
metafísico
el corazoncito lánguido
la querella de novelón alpino
de amantes disecados
improvisara
la nieve egoísta
diminutivos
negaciones pasajeras
enferma
como un hada
que cuelga arrogante
de mi abrigo inglés
sucede el despertar intonso
de los cuerpos sometidos
al sueño
está llorando en mi cama
un metal narcótico
un metal pausado
la legra
se internó en tu vientre
como un cardo
que cocinara
el temor materno
llora toda la noche
no entiende la orfandad
no le contaré de la cárcel
apuntes de lobotomía
en la cabeza
me confunden con un militar
proscrito
ríen de nosotros
tres policías
estoy descalzo
y camino sobre el excremento
desborda un vómito azul
nuestros lechos de piedra
que cagamos
que aullamos
que insultamos
la Verdad en esa celda
nos repiten
nos repiten
cuando nos condenan
rayo una profecía absurda
en la pared íntima
de la celda
rayo con vómito azul
esa orfandad
y hablo el idioma
de los simios
QUE EL POLVO SIGA CAYENDO EN TUS MANOS
COMO UN VIEJO DILUVIO DE PALOMAS
Y una vela sin danza de ojos siga cayendo con su frente sucia; que la piel sea un hábito que escampa ajeno y se orillen las piedras que serán luego amalgama del pecho y el reposo; que el aire cave el cuenco de nuestra quijada como una hoguera hecha de bosque desleído y venga un arco rezagado de días; que el olivo sea un baño y el olvido bocado necio y tenga larva de plumas –vestido al vuelo- y cera que no niegue la noche mayor.
DE CETRERÍA
No volver con el agravio de imaginar la cítara o el guante cuerpo si al menudo remolino pueden desterrarse partes; una lección de espalda: el peso debe convertirse en alfil discreto, palmas deshilvanados, orfebres como la saeta, lo curvo, lo protervo, lo nervado. Las redes de la jauría, al fin hélice del árbol, preguntarán como péndulo en contra, como flor de garfios. Una almena muda sin quilla. Pro yo vi álula umbría, sobre un trapecio convulso su baño de viuda, porque si un pozo en vez de jardín la espiara lo zopo en la rama no viera.
ALMOHADA FÚNEBRE
(UNA RENUNCIA)
No me tentará el torpor de los cuerpos que contienes, el vuelo disecado en tus entrañas ahora raudo migajón, ahora vientre. Ninguna piedad para la jaula decapitada al viento, al ovillo de los acantilados muda. No me tentarán las migraciones de tu hábito, aunque la noche me embiste horizontal, ineluctable. Guárdame con tu enjambre blando, orilla de viejas alas, nido lento, peine fiel, peinando los andamios de lo que he soñado.
DE SEMEFO
De preferencia el personaje secundario usa barbas y tabaco
A cada instante un cuadrilátero de lados no paralelos
Un sombrero quelonio
Y muere al comienzo del segundo acto
Me confió la quiromántica
Ineluctablemente su número es el dos
Dos veces dos
(Supra. Personaje secundario Acto segundo)
Mida los cotos del mes en que nació
(Día 22 Mes 12 Año 81)
Multiplíquelo por cualquier ascendente del elemento tierra
Resulta un animal a ras de suelo
(Cuadrúpedo que durante la marcha
Apoya toda la planta de los pies y de las manos)
Y a toda arquitectura le ofrezco un bostezo desde entonces
Y llevo barba y una visita empírica al tabaco
…
LSD3641
El automóvil en su decoro trascendente
Me digo
HE TREATS ME LIKE A RAGDOLL
Cuando dicta Beltenebros
Entre la porcelana y el rictus nobiliario
El vómito apresura pocas veces la naftalina
Areté
I’M GONNA KICK TOMORROW
Cuando dicta Beltenebros
Que acongojas
Al cielo (Como ninguno)
A la mecánica celeste
A la ficción de esas nubes melodramáticas
Acimut de la cabeza
Yo no soy el anticuario en la predicción de esas nubes
Yo no la hibernación mayúscula
Yo no el obturador desde el subsuelo aquí
Nadir (Domicilio conocido)
POEMAS TOMADOS DE:
Semefo, Grupo Literario Mirabilis, Toluca, México, 2006.
_____, De Cetrería, Bonobos, Toluca, 2004.
“Non Voluntaris” en Revista Elemental, Publicación Bimestral, no.1, México, D.F., 2007
Toluca, México, 1981
POEMAS
NON VOLUNTARIS
Yo era estúpido porque no sabía que sólo
la poesía estúpida es en verdad atrayente y fascinadora
Arturo Carrera
Habremos de corregir
la osamenta del perro
la extremaunción
del amor aturdido
casi el pasito nupcial
en la suficiencia
de una caricia
no en monótono
repliegue
el aislamiento cándido
la onomatopeya volátil
por el hocico abierto
no se llama pereza
aunque
el músculo de la fatiga
bebe una familia
de quince cucarachas
en mestizo aguardiente
los bálsamos de San Gaspar
bebemos también
en la torpeza vertebral
alicaídos
no era una canción de los sesenta
su hermano asaltó
a cuatro turistas
cuando salían del banco
y luego hubo heroína
y noches en el desierto
que gritaba
que dios es un puerco
que dios no es un venado
que dios tiene un collar de jazmines
y un rostro terciopelo
pero es un cerdito
con la cola espiral
por todos conocida
de Tecate
era él
y cruzaba a San Diego
porque parecía gringo
aparezco en la cárcel
con mi hermano pequeño
esa misma noche
el rompe algunos parabrisas
yo arranco los teléfonos
sangra su mano derecha
mordida por estalactitas
sólo quería llamarte
arrancar desa costilla pública
tu huída
descifrar los telones
que ya han caído
estamos sordos
entre los cencerros
de aquella provincia
el calor mece
el soplo rudimentario
de las estrellas
tuerce el histrionismo
tuerce la ebriedad
ahí
como el feto
de un murciélago
en oscuras ceremonias
la nariz
no desconoce el nervio
de una luna baja
justo ahí
llueven los tábanos
salpican las tijerillas
escupen los alacranes
su ignorancia gradual
y no hay otro veneno
lejos de tus manos
no hay nueve meses
famélicos
no hay hecatombe simple
pero nos despedimos
el rencor sonámbulo
también
quiero el pelo blanco
de aquel personaje
en el laberinto de París
ella lee cada estertor
la bilis
como un guante
de bruja
claroscuro
la duquesa colibrí
junto al sauce
el deseo predador
o lavar los sesos
con un gesto siamés
comience el trote
metafísico
el corazoncito lánguido
la querella de novelón alpino
de amantes disecados
improvisara
la nieve egoísta
diminutivos
negaciones pasajeras
enferma
como un hada
que cuelga arrogante
de mi abrigo inglés
sucede el despertar intonso
de los cuerpos sometidos
al sueño
está llorando en mi cama
un metal narcótico
un metal pausado
la legra
se internó en tu vientre
como un cardo
que cocinara
el temor materno
llora toda la noche
no entiende la orfandad
no le contaré de la cárcel
apuntes de lobotomía
en la cabeza
me confunden con un militar
proscrito
ríen de nosotros
tres policías
estoy descalzo
y camino sobre el excremento
desborda un vómito azul
nuestros lechos de piedra
que cagamos
que aullamos
que insultamos
la Verdad en esa celda
nos repiten
nos repiten
cuando nos condenan
rayo una profecía absurda
en la pared íntima
de la celda
rayo con vómito azul
esa orfandad
y hablo el idioma
de los simios
QUE EL POLVO SIGA CAYENDO EN TUS MANOS
COMO UN VIEJO DILUVIO DE PALOMAS
Y una vela sin danza de ojos siga cayendo con su frente sucia; que la piel sea un hábito que escampa ajeno y se orillen las piedras que serán luego amalgama del pecho y el reposo; que el aire cave el cuenco de nuestra quijada como una hoguera hecha de bosque desleído y venga un arco rezagado de días; que el olivo sea un baño y el olvido bocado necio y tenga larva de plumas –vestido al vuelo- y cera que no niegue la noche mayor.
DE CETRERÍA
No volver con el agravio de imaginar la cítara o el guante cuerpo si al menudo remolino pueden desterrarse partes; una lección de espalda: el peso debe convertirse en alfil discreto, palmas deshilvanados, orfebres como la saeta, lo curvo, lo protervo, lo nervado. Las redes de la jauría, al fin hélice del árbol, preguntarán como péndulo en contra, como flor de garfios. Una almena muda sin quilla. Pro yo vi álula umbría, sobre un trapecio convulso su baño de viuda, porque si un pozo en vez de jardín la espiara lo zopo en la rama no viera.
ALMOHADA FÚNEBRE
(UNA RENUNCIA)
No me tentará el torpor de los cuerpos que contienes, el vuelo disecado en tus entrañas ahora raudo migajón, ahora vientre. Ninguna piedad para la jaula decapitada al viento, al ovillo de los acantilados muda. No me tentarán las migraciones de tu hábito, aunque la noche me embiste horizontal, ineluctable. Guárdame con tu enjambre blando, orilla de viejas alas, nido lento, peine fiel, peinando los andamios de lo que he soñado.
DE SEMEFO
De preferencia el personaje secundario usa barbas y tabaco
A cada instante un cuadrilátero de lados no paralelos
Un sombrero quelonio
Y muere al comienzo del segundo acto
Me confió la quiromántica
Ineluctablemente su número es el dos
Dos veces dos
(Supra. Personaje secundario Acto segundo)
Mida los cotos del mes en que nació
(Día 22 Mes 12 Año 81)
Multiplíquelo por cualquier ascendente del elemento tierra
Resulta un animal a ras de suelo
(Cuadrúpedo que durante la marcha
Apoya toda la planta de los pies y de las manos)
Y a toda arquitectura le ofrezco un bostezo desde entonces
Y llevo barba y una visita empírica al tabaco
…
LSD3641
El automóvil en su decoro trascendente
Me digo
HE TREATS ME LIKE A RAGDOLL
Cuando dicta Beltenebros
Entre la porcelana y el rictus nobiliario
El vómito apresura pocas veces la naftalina
Areté
I’M GONNA KICK TOMORROW
Cuando dicta Beltenebros
Que acongojas
Al cielo (Como ninguno)
A la mecánica celeste
A la ficción de esas nubes melodramáticas
Acimut de la cabeza
Yo no soy el anticuario en la predicción de esas nubes
Yo no la hibernación mayúscula
Yo no el obturador desde el subsuelo aquí
Nadir (Domicilio conocido)
POEMAS TOMADOS DE:
Semefo, Grupo Literario Mirabilis, Toluca, México, 2006.
_____, De Cetrería, Bonobos, Toluca, 2004.
“Non Voluntaris” en Revista Elemental, Publicación Bimestral, no.1, México, D.F., 2007
Rocío Cerón
Rocío Cerón (Ciudad de México, 1972)
POEMAS
Acaso ayer. Entre pliegues y un arma
I.
Doblado el brazo, echada el arma a las espaldas, inseparable de esta casa
—que es mi dolencia— llevo lo que queda / lo que se va / lo que se entume
hasta la alta cima —canícula— donde habitan los violentos.
Durante cierto aroma a ráfaga (verbo rafagear diría mi amigo Héctor,
vencido ya por los toneles del licor y la impotencia) entreveo la Belleza:
—pólvora sangre hedor de vísceras—
Un cuerpo infante / un infante deshecho de cuerpo
y solo, hechizado, siento palpo la superficie herida.
II.
Mi madre entraba a la cocina, en busca siempre del comino, una pierna de cerdo especulaba entre el estanque dorado del vinagre, entre comisura y comisura ésta mujer (pecho, amor y leche tierna) mascullaba una frase:
—“La guerra nace del hambre. No importa de qué. La
guerra nace del hambre. No importa de qué. La guerra
nace del hambre. No importa de qué. La guerra nace del
hambre. No importa de qué. La guerra...”—
Mientras yo recorría con la mirada los pliegues de su falda
/ la promesa de sus piernas mundo / el regreso hacia su cuerpo patria
y en las calles dormitaba una ciudad caída en desgracia —altoparlantes, gritos, elecciones de ideas, presagio de la furia— sumida en el asalto de una líquida modernidad donde todo se figura y nada toma forma.
III.
Un cuerpo son cien cuerpos / cien cuerpos son un cuerpo / tiento.
Andar así, desprotegido —el arma balanceándose no sirve de nada ante la bomba— ocupado en formar la dimensión y los límites de un acecho / asedio. Preguntarse cada mañana cuánta espada, bala o granada, cuántos muertos, qué motivo, cuándo ser el perseguidor, cuándo el vencido, cuándo el victorioso, cuándo ir a la ofensiva, cuándo someter a la invasión, cuándo el agón, hacia dónde la furia combativa, cuándo el exterminio, cuándo deponer las armas, cuándo el acuerdo, cuándo el armisticio, cuándo el olvido.
IV.
Recuerdo a mi madre, sus silencios. Sentada en el patio delantero de la casa, el sol de invierno quemando sus mejillas. Callada. Los pasos rápidos de mi padre, buscando por los cuartos lo mínimo: su arma (Browning HP-35. Trece tiros) antes de salir. Callada. El soldado que vino a preguntar cuántos hombres vivían en casa. Callada. La desaparición de su hermano a manos de los radicales. Callada. El día en que partimos su hijo menor y yo hacia el cuartel. Callada. La muerte de mi hermano a manos de un francotirador. Callada. Su propia muerte, callada.
POEMAS TOMADOS DE:
Litoral (filodecaballos, 2001), Basalto (Ediciones sin Nombre-CONACULTA, 2002), Soma (Ediciones Eloísa, Buenos Aires, Argentina, 2003) y Apuntes para sobrevivir al aire (Ediciones Urania, 2005)
POEMAS
Acaso ayer. Entre pliegues y un arma
I.
Doblado el brazo, echada el arma a las espaldas, inseparable de esta casa
—que es mi dolencia— llevo lo que queda / lo que se va / lo que se entume
hasta la alta cima —canícula— donde habitan los violentos.
Durante cierto aroma a ráfaga (verbo rafagear diría mi amigo Héctor,
vencido ya por los toneles del licor y la impotencia) entreveo la Belleza:
—pólvora sangre hedor de vísceras—
Un cuerpo infante / un infante deshecho de cuerpo
y solo, hechizado, siento palpo la superficie herida.
II.
Mi madre entraba a la cocina, en busca siempre del comino, una pierna de cerdo especulaba entre el estanque dorado del vinagre, entre comisura y comisura ésta mujer (pecho, amor y leche tierna) mascullaba una frase:
—“La guerra nace del hambre. No importa de qué. La
guerra nace del hambre. No importa de qué. La guerra
nace del hambre. No importa de qué. La guerra nace del
hambre. No importa de qué. La guerra...”—
Mientras yo recorría con la mirada los pliegues de su falda
/ la promesa de sus piernas mundo / el regreso hacia su cuerpo patria
y en las calles dormitaba una ciudad caída en desgracia —altoparlantes, gritos, elecciones de ideas, presagio de la furia— sumida en el asalto de una líquida modernidad donde todo se figura y nada toma forma.
III.
Un cuerpo son cien cuerpos / cien cuerpos son un cuerpo / tiento.
Andar así, desprotegido —el arma balanceándose no sirve de nada ante la bomba— ocupado en formar la dimensión y los límites de un acecho / asedio. Preguntarse cada mañana cuánta espada, bala o granada, cuántos muertos, qué motivo, cuándo ser el perseguidor, cuándo el vencido, cuándo el victorioso, cuándo ir a la ofensiva, cuándo someter a la invasión, cuándo el agón, hacia dónde la furia combativa, cuándo el exterminio, cuándo deponer las armas, cuándo el acuerdo, cuándo el armisticio, cuándo el olvido.
IV.
Recuerdo a mi madre, sus silencios. Sentada en el patio delantero de la casa, el sol de invierno quemando sus mejillas. Callada. Los pasos rápidos de mi padre, buscando por los cuartos lo mínimo: su arma (Browning HP-35. Trece tiros) antes de salir. Callada. El soldado que vino a preguntar cuántos hombres vivían en casa. Callada. La desaparición de su hermano a manos de los radicales. Callada. El día en que partimos su hijo menor y yo hacia el cuartel. Callada. La muerte de mi hermano a manos de un francotirador. Callada. Su propia muerte, callada.
POEMAS TOMADOS DE:
Litoral (filodecaballos, 2001), Basalto (Ediciones sin Nombre-CONACULTA, 2002), Soma (Ediciones Eloísa, Buenos Aires, Argentina, 2003) y Apuntes para sobrevivir al aire (Ediciones Urania, 2005)
1/1/09
Cecilia Juárez
*
Cecilia Juárez,
Toluca, Estado de México, 1981.
POEMAS
V. Segundo lamento. El himno de los hombres presos.
¡Salve un insalubre sabio la celda de tu seno injusto!
Sobre la saliva cabalgamos sobre la sílfide que prometiste
sentados en tu sombra despegamos apenas del suelo de los cariados pies
las lenguas dolorosas en espera de sentencia en espera
de satisfacer los ardores las licencias calladas por tu faz que nos desprecia
¡Salve un pez tu sorna dolorosa el arpón celeste el desamparo!
Insanos los lamentos las rocas que comemos hartos
los intestinos del silencio saludamos la cólera suya
el desprecio es solamente falso indicio sacudida sorda mas
nosotros nos postramos únicos de vergüenza enrojecidos
gloriosa mesnada que sabe cómo extender sus vísceras
destriparse al cielo soberbio a la cigarra insoluta
que seduce con su omnipotencia la diosa del suplicio
¡Salve la constelación de del cirujano tu salmo anquilosado!
Si no fuese tu sobaco el salario de los otros
ínfimo salterio cuya nota ni excomulga ni santigua
si no fuesen calzas para nosotros tus dominios si no fuesen
norte los gritos las ausencias rumbo hipogrifo las ninfas
si los macabros cesaran sus rosarios envueltos en código de espinas
si las astromelias sus pistilos si la saga del señalado así la risa
si no fuésemos seríamos otra cosa que del mundo se duele y se lastima
¡Salve la mística del sebo salvaje salve y salve
la siempre anonadada la insufrible
salve la diosa del desorden en su hambre
viva nuestra sed insaciable en sus jardines!
IX. Invocación de la lluvia.
Llora
como lloraron los creadores del mundo al momento de
observar su obra maniquea
llora igual que el rebaño de perdidos busca con hocico interfecto
calor entre la escarcha.
Anchas veredas exigen la voz de tus plumajes cristalinos
los pies erguidos de la tierra precisan tu dolencia a cuentagotas
el ardor que ciñe los pómulos de hiena beatífica
Que tu llanto inunde los palacios
árboles de pérsimos márgenes
peatones en quienes la muerte escoge su labor de perra solitaria
Muerdan tus lágrimas el pregón del trigo
tus velas izadas muerdan el menester desgraciado del agravio
muerdan la tierra el veneno que nos nutre
hachas templadas del insomnio
la suerte de haber perdido
la balada sin fe del eremita
El agua cargará las cáscaras del tedio
pasión tendida y dolorosa
de todos los hombres que te habitan
con el miembro rendido
entre las manos.
XII. Sobre el carácter dorado.
La luminosidad emprendida por el canto reo
El estertor súbito del oro que a mordidas
La insomne dulzura de su trigo hambriento
El dolor que se yergue con los frutos y derrama
Los hilos abandonados de la rabia
El tropel de gemidos la tiniebla
La convicción de joya y de semilla
en el derretimiento de la sangre que huye y aparece
Magia pura bramido hacia los cielos
Fe que ante la sagacidad sucumbe
Onomatopeya de la tierra
rosas muertas entre ramos de fluidos
el deseo que late como orca
la brevedad de la muerte en las rodillas
Nadie es el profeta
Nadie es poeta en la tierra prestada de la gloria
Nadie acierta a conocer la luz
que los enceguece y que los seda.
___
POEMAS TOMADOS DE:
Muerte para el coño dorado de Lavernia, Grupo Literario Mirabilis, Toluca, México, 2006
* Imagen de Fred Folsom "Danse Macabre"
Cecilia Juárez,
Toluca, Estado de México, 1981.
POEMAS
V. Segundo lamento. El himno de los hombres presos.
¡Salve un insalubre sabio la celda de tu seno injusto!
Sobre la saliva cabalgamos sobre la sílfide que prometiste
sentados en tu sombra despegamos apenas del suelo de los cariados pies
las lenguas dolorosas en espera de sentencia en espera
de satisfacer los ardores las licencias calladas por tu faz que nos desprecia
¡Salve un pez tu sorna dolorosa el arpón celeste el desamparo!
Insanos los lamentos las rocas que comemos hartos
los intestinos del silencio saludamos la cólera suya
el desprecio es solamente falso indicio sacudida sorda mas
nosotros nos postramos únicos de vergüenza enrojecidos
gloriosa mesnada que sabe cómo extender sus vísceras
destriparse al cielo soberbio a la cigarra insoluta
que seduce con su omnipotencia la diosa del suplicio
¡Salve la constelación de del cirujano tu salmo anquilosado!
Si no fuese tu sobaco el salario de los otros
ínfimo salterio cuya nota ni excomulga ni santigua
si no fuesen calzas para nosotros tus dominios si no fuesen
norte los gritos las ausencias rumbo hipogrifo las ninfas
si los macabros cesaran sus rosarios envueltos en código de espinas
si las astromelias sus pistilos si la saga del señalado así la risa
si no fuésemos seríamos otra cosa que del mundo se duele y se lastima
¡Salve la mística del sebo salvaje salve y salve
la siempre anonadada la insufrible
salve la diosa del desorden en su hambre
viva nuestra sed insaciable en sus jardines!
IX. Invocación de la lluvia.
Llora
como lloraron los creadores del mundo al momento de
observar su obra maniquea
llora igual que el rebaño de perdidos busca con hocico interfecto
calor entre la escarcha.
Anchas veredas exigen la voz de tus plumajes cristalinos
los pies erguidos de la tierra precisan tu dolencia a cuentagotas
el ardor que ciñe los pómulos de hiena beatífica
Que tu llanto inunde los palacios
árboles de pérsimos márgenes
peatones en quienes la muerte escoge su labor de perra solitaria
Muerdan tus lágrimas el pregón del trigo
tus velas izadas muerdan el menester desgraciado del agravio
muerdan la tierra el veneno que nos nutre
hachas templadas del insomnio
la suerte de haber perdido
la balada sin fe del eremita
El agua cargará las cáscaras del tedio
pasión tendida y dolorosa
de todos los hombres que te habitan
con el miembro rendido
entre las manos.
XII. Sobre el carácter dorado.
La luminosidad emprendida por el canto reo
El estertor súbito del oro que a mordidas
La insomne dulzura de su trigo hambriento
El dolor que se yergue con los frutos y derrama
Los hilos abandonados de la rabia
El tropel de gemidos la tiniebla
La convicción de joya y de semilla
en el derretimiento de la sangre que huye y aparece
Magia pura bramido hacia los cielos
Fe que ante la sagacidad sucumbe
Onomatopeya de la tierra
rosas muertas entre ramos de fluidos
el deseo que late como orca
la brevedad de la muerte en las rodillas
Nadie es el profeta
Nadie es poeta en la tierra prestada de la gloria
Nadie acierta a conocer la luz
que los enceguece y que los seda.
___
POEMAS TOMADOS DE:
Muerte para el coño dorado de Lavernia, Grupo Literario Mirabilis, Toluca, México, 2006
* Imagen de Fred Folsom "Danse Macabre"
Patricia Barraza
Patricia Barraza,
Tijuana, México,1985.
Poemas
Máscaras: intento fallido
Fragmento
Después de fracasar en el intento de escribir un texto que sería como una especie de instructivo de cómo se debe usar una máscara, o mejor dicho las diferentes situaciones en las que una máscara es el objeto principal y cómo es que en cada situación se coloca, además de recomendaciones para la óptima utilización, decidí recomenzar y leer un artículo sobre máscaras en la historia y los diferentes tipos. En ese artículo había fotografías e imágenes de una veneciana, una griega, una romana, una japonesa y una mexicana que adornaban el texto con plumas, colores, piedras preciosas, bronce, madera, yeso, tela y plástico. Cuando terminé de leerlo regresé a las primeras líneas como es mi costumbre para releer los orígenes de la palabra, que por lo regular se encuentran siempre arriba en el tope de la enciclopedia, “La palabra «máscara» tiene origen en el masque francés o maschera en italiano o másquera del español. Los posibles antepasados en latín (no clásico) son mascus, masca = «fantasma», y el maskharah árabe = «bufón», «hombre con una máscara».” y con la esperanza rebuscada de que algún día estos repasos me sirvan a la hora de escribir. Releí el contenido en forma de índice y con la cabeza recostada en la palma de mi mano, que más que cargar mi cabeza cargaba la insípida gana de escribir por obligación y cumplir con las horas impuestas por mí misma un año atrás, esperando a que el café regara su aroma alrededor de mi mesa, quizás a que las manzanas que coloqué para adornar cobraran vida y al menos me revelaran algún secreto del cual poder escribir sin sonar infantil o demasiado fantástica, a que mi estómago se vaciara o al menos que el sueño me entrara y consumiera las diez tazas de café que aproximadamente hubiera tomado durante el día, también repasé la fotografía de la veneciana.
Ya antes había buscado fotografías de gente con máscara para ilustrar un dossier que debía entregar en la universidad y que contenía cinco o seis, o quizás siete textos narrativos que la falsedad unió bajo su pecho y que sobre ellos se impuso como eje temático y que nombré Falso. La imágen de portada ♪ me dió la idea y tras buscar en ellos algún indicio de falsedad, decidí que cumplían con y se ajustaban a la frase Nada es lo que parece o tal vez con Las apariencias engañan, o quizás con el refrán El león no es como lo pintan, (ya no sé) y les puse ese nombre. Las fotografías que encontré me agradaron tanto que las guardé en un folder privado, (que al final no utilizé para el dossier) y las volví a sacar con la esperanza de encontrar en ellas los datos que enriquecieran mi instructivo o al menos me procuraran el inicio de uno nuevo.
En la primera había cuatro niños y dos niñas nazis que reunidos intentaban conversar y entenderse trás sus máscaras antigás, en blanco y negro. La segunda era una fotografía que mostraba el interior de una tienda de disfraces donde, como atracción principal tenían antifaces de varios personajes famosos, entre los que llamaron mi atención, David Bowie en su etapa galáctica, Audrey Hepburn, Marilyn Monroe, Elvis Presley, Indiana Jones y una mujer con cabello rosa claro y unos lentes negros que parecían pestañas de gato con diamantes alrededor (o quizás un hombre) y esa mujer que aparece en los viejos afiches mexicanos que vestida con traje típico carga sobre su cabeza una canasta con frutas. La tercera era de un tumulto de gente que vestían una especie de impermeable anaranjado y que se cubrían el rostro con máscaras blancas de porcelana pulcra, sin adornos. En la cuarta, una mujer joven ocultaba toda su cabeza bajo la cabeza de un borrego que sonreía y miraba hacia el cielo con ojos de buena, excelente máscara que interprenta perfectamente su papel. Había otra fotografía de una mujer rubia que fue tomada en el preciso momento en que sentada en la bañera se quitaba un conejo color arena de la cara y apenas se veían sus labios rojos intensamente provocativos y la mitad de su ojo derecho. Una persona de espaldas con una máscara de zorro café en medio de un bosque. Una niña con máscara de zebra y bufanda monocromática que alzaba sus dedos hippies. Muchos antifaces negros, de gato y conejo.
Las miré por varios minutos, de nuevo mi cabeza sobre la palma izquierda mientras con el índice de la mano derecha apretaba el botón de siguiente. El meñique que quedaba con la punta justo debajo de mi ojo izquierdo, en la ojera, comenzó a desesperarse y sigilozamente empezó a delinear, a delinear, a delinear la orilla inferior del ojo. Separé la mano del teclado y la otra de mi cara y asomé la cabeza en la taza de café que se había ido vaciando sin avisar, tan silenciosamente que tuve que meter toda la cabeza dentro para relamer el fondo frío y apenas mojar mi lengua aburrida con un surco tenue que era ya más sólo una mancha con la orilla seca y oscura que un verdadero resto de café. Cuando regresé a la pantalla, miré hacia la esquina inferior derecha, eran ya las 2:42 a.m. Y ni el sueño, ni las ideas geniales habían hecho acto de presencia en mi desesperada y terca cabeza, así que decidí seguir el camino que hasta entonces había tratado de esquivar para salir de mis propios parámetros y rutinas y asegurarme, o demostrarme que hay otras rutas disponibles que llevan a la producción exitosa, al happy ending y comencé a escribir diarreicamente sobre la hoja. Pero el destino, o la suerte, o la Providencia del señor Donatien Alphonse François, o la ruborizada divinidad de Antares, o la Santísima Trinidad habían decidido que sólo un adefecio, engendro y deforme párrafo inútil naciera de mí en aquella ocasión:
Equis formas de usar una máscara
Capucha de ladrón
Apenas se dan cinco pasos después de cruzar la esquina, se deben sacar de los bolsillos, sin dejar de caminar con las piernas firmes y de cadencia segura, el par de medias que marcan un pequeño bulto en la tela del pantalón, pequeño por la delgadez del material con que están hechas. Estas medias deben ser de preferencia nuevas o haberse usado máximo dos veces para que cualquier pelusa o mancha que intente interferir en la vista del que las porta no sea obstáculo a la hora del ataque y este no falle o cometa errores fatales. Aunque se lleve prisa, se debe cuidar que ninguna de las dos medias caiga. Es necesario usar dos y no una, ya que por la transparencia que es adecuada para no perderse detalles y poder ocultar el rostro, alguno de los participantes o víctimas podría indentificar a aquel que procura esconderse torpemente detrás de un trozo de media marrón claro. Si alguna cae por culpa del nerviosismo o del rápido movimiento de las manos, será indispensable que se detenga un instante y recoga el objeto que ha quedado tras de si, intentando con todo su cuerpo que nadie note la naturaleza de aquel objeto que podría delatarlo aún antes de cometer el atraco. No es recomendable que se esconda el par de medias en alguna bolsa oscura para evitar que se le descubra si por el temblor del cuerpo estas caen antes de llegar a la puerta, pues si el caminar es consistente como se sugiere, el nudo que mantiene la bolsa cerrada será sólo un obstáculo al intentar sacarlas para colocarlas sobre la cabeza. Antes de salir de casa se deben poner sobre la cama y extendidas una dentro de la otra se enrollarán comenzando por la parte cerrada donde los dedos de los pies chocan, terminando por la parte abierta y de la misma manera meterlos a los bolsillo, para que al sacarlas estas se desenrollen automaticamente. Cuando esté lo suficientemente lejos de la puerta como para no ser reconocido, pero lo suficientemente cerca como para no caminar un largo tramo con las medias puestas, introduzca la mano derecha en la bolsa, jale las medias y estírelas un poco con las dos manos, meta una mano completa dentro y con el pulgar de la otra estírelas hasta que las dos manos queden dentro del elástico y entonces coloquela sobre la nuca, allí manténgala usando esa parte del cuerpo como soporte para que al jalarlas lleguen hasta la frente y entonces, tomándolas por la orilla, jálelas hacia abajo hasta cubrir todo el rostro. Se sugiere llevar pelo corto para que al momento de meter la cabeza en las medias los cabellos no cubran los ojos y no se pierda tiempo en acomodarlos o simplemente ponérselas con cuidado antes de salir de casa e ir hasta su destino en auto para no tener que pensar en la posibilidad de perderlas o de ser atrapado por caminar un largo tramo con ellas sobre la cabeza antes de llegar a la puerta.
En la parte superior del texto había escrito un pequeño esquema de lo que incluiría en el instructivo. Hablaría sobre máscaras de luchador, sobre máscaras antigás, pañuelos para cubrir la nariz y la boca a la hora de barrer, caretas de esgrima, máscaras para el día de Halloween, Schandenmaske, máscara viva y máscara de la muerte, antifaces, risa fingida y cualquier manisfestación que cumpliera o hiciera el trabajo de una máscara. Sin embargo todo me pareció demasiado vanal, inútil, superficial y después de cerrar el archivo lo borré sin piedad. Me quedé pensando tan sólo un momento, unos segundos en que máscara más adornada es la literatura y luego, instintivamente, me fui a dormir, deseando continuar el día siguiente hasta juntar cien enmascaradas, falsas y doblemente quejumbrosas (fallidas) páginas.
♪Era un muchacho de Rosie music con chaleco y pantalones de un color que se parecía al contenido de mi taza, que había llenado con una pizca de café y tres cuartos de agua. Con una camisa blanca debajo, agustada y de manga larga, el cabello corto y negro, parado de frente pero con la cara mirando hacia un costado y con una máscara de un animal que desconozco pero que parecía ser familiar de los patos, los pájaros o cualquier animal con pico.
____
Poema tomado de: aquí
Poema rascahuele
De verdad
rasque aquí:
( ________ )
Rezago
nos volvemos
arruga
pero somos peluca
-cana-
que resbala
y pisa en falso
y creemos vivir al día
y el tiempo cobra
(a la carne)
su propia pérdida
no somos más
gemelos del tiempo
la partitura
a propósito
ignorada
no es ignorada
atraso = retraso
somos
residuo
que posee
residuo
dos ángeles que se pudren
y creemos vivir al día
abrimos nuestros segundos ojos
y creemos estar
25 años atrás
en el tiempo
aunque esos 25
signifiquen 250
e incluso 2500
Palindroma y capicúa
I
la combinación solidaria
(con juegos de azar responsables)
que sale de la esquina más oscura del submundo
con las piernas abiertas parada sobre un espejo faldero
y siempre detrás de las puertas
a la espera de alguien a quien poder asustar.
II
el punto lo es: los dos también...
III
quisiera doblarme y desdoblarme para atrás
como me doblo y me desdoblo para enfrente.
Notas...
ya las notas
del cuaderno
son el poema
ya las notas
son el poema
ya notas
el poema
¿ya notas
el poema?
___
poemas tomados de: http://hangar-sergio.blogspot.com/2008/08/patricia-barraza-voz-en-off.html
Tijuana, México,1985.
Poemas
Máscaras: intento fallido
Fragmento
Después de fracasar en el intento de escribir un texto que sería como una especie de instructivo de cómo se debe usar una máscara, o mejor dicho las diferentes situaciones en las que una máscara es el objeto principal y cómo es que en cada situación se coloca, además de recomendaciones para la óptima utilización, decidí recomenzar y leer un artículo sobre máscaras en la historia y los diferentes tipos. En ese artículo había fotografías e imágenes de una veneciana, una griega, una romana, una japonesa y una mexicana que adornaban el texto con plumas, colores, piedras preciosas, bronce, madera, yeso, tela y plástico. Cuando terminé de leerlo regresé a las primeras líneas como es mi costumbre para releer los orígenes de la palabra, que por lo regular se encuentran siempre arriba en el tope de la enciclopedia, “La palabra «máscara» tiene origen en el masque francés o maschera en italiano o másquera del español. Los posibles antepasados en latín (no clásico) son mascus, masca = «fantasma», y el maskharah árabe = «bufón», «hombre con una máscara».” y con la esperanza rebuscada de que algún día estos repasos me sirvan a la hora de escribir. Releí el contenido en forma de índice y con la cabeza recostada en la palma de mi mano, que más que cargar mi cabeza cargaba la insípida gana de escribir por obligación y cumplir con las horas impuestas por mí misma un año atrás, esperando a que el café regara su aroma alrededor de mi mesa, quizás a que las manzanas que coloqué para adornar cobraran vida y al menos me revelaran algún secreto del cual poder escribir sin sonar infantil o demasiado fantástica, a que mi estómago se vaciara o al menos que el sueño me entrara y consumiera las diez tazas de café que aproximadamente hubiera tomado durante el día, también repasé la fotografía de la veneciana.
Ya antes había buscado fotografías de gente con máscara para ilustrar un dossier que debía entregar en la universidad y que contenía cinco o seis, o quizás siete textos narrativos que la falsedad unió bajo su pecho y que sobre ellos se impuso como eje temático y que nombré Falso. La imágen de portada ♪ me dió la idea y tras buscar en ellos algún indicio de falsedad, decidí que cumplían con y se ajustaban a la frase Nada es lo que parece o tal vez con Las apariencias engañan, o quizás con el refrán El león no es como lo pintan, (ya no sé) y les puse ese nombre. Las fotografías que encontré me agradaron tanto que las guardé en un folder privado, (que al final no utilizé para el dossier) y las volví a sacar con la esperanza de encontrar en ellas los datos que enriquecieran mi instructivo o al menos me procuraran el inicio de uno nuevo.
En la primera había cuatro niños y dos niñas nazis que reunidos intentaban conversar y entenderse trás sus máscaras antigás, en blanco y negro. La segunda era una fotografía que mostraba el interior de una tienda de disfraces donde, como atracción principal tenían antifaces de varios personajes famosos, entre los que llamaron mi atención, David Bowie en su etapa galáctica, Audrey Hepburn, Marilyn Monroe, Elvis Presley, Indiana Jones y una mujer con cabello rosa claro y unos lentes negros que parecían pestañas de gato con diamantes alrededor (o quizás un hombre) y esa mujer que aparece en los viejos afiches mexicanos que vestida con traje típico carga sobre su cabeza una canasta con frutas. La tercera era de un tumulto de gente que vestían una especie de impermeable anaranjado y que se cubrían el rostro con máscaras blancas de porcelana pulcra, sin adornos. En la cuarta, una mujer joven ocultaba toda su cabeza bajo la cabeza de un borrego que sonreía y miraba hacia el cielo con ojos de buena, excelente máscara que interprenta perfectamente su papel. Había otra fotografía de una mujer rubia que fue tomada en el preciso momento en que sentada en la bañera se quitaba un conejo color arena de la cara y apenas se veían sus labios rojos intensamente provocativos y la mitad de su ojo derecho. Una persona de espaldas con una máscara de zorro café en medio de un bosque. Una niña con máscara de zebra y bufanda monocromática que alzaba sus dedos hippies. Muchos antifaces negros, de gato y conejo.
Las miré por varios minutos, de nuevo mi cabeza sobre la palma izquierda mientras con el índice de la mano derecha apretaba el botón de siguiente. El meñique que quedaba con la punta justo debajo de mi ojo izquierdo, en la ojera, comenzó a desesperarse y sigilozamente empezó a delinear, a delinear, a delinear la orilla inferior del ojo. Separé la mano del teclado y la otra de mi cara y asomé la cabeza en la taza de café que se había ido vaciando sin avisar, tan silenciosamente que tuve que meter toda la cabeza dentro para relamer el fondo frío y apenas mojar mi lengua aburrida con un surco tenue que era ya más sólo una mancha con la orilla seca y oscura que un verdadero resto de café. Cuando regresé a la pantalla, miré hacia la esquina inferior derecha, eran ya las 2:42 a.m. Y ni el sueño, ni las ideas geniales habían hecho acto de presencia en mi desesperada y terca cabeza, así que decidí seguir el camino que hasta entonces había tratado de esquivar para salir de mis propios parámetros y rutinas y asegurarme, o demostrarme que hay otras rutas disponibles que llevan a la producción exitosa, al happy ending y comencé a escribir diarreicamente sobre la hoja. Pero el destino, o la suerte, o la Providencia del señor Donatien Alphonse François, o la ruborizada divinidad de Antares, o la Santísima Trinidad habían decidido que sólo un adefecio, engendro y deforme párrafo inútil naciera de mí en aquella ocasión:
Equis formas de usar una máscara
Capucha de ladrón
Apenas se dan cinco pasos después de cruzar la esquina, se deben sacar de los bolsillos, sin dejar de caminar con las piernas firmes y de cadencia segura, el par de medias que marcan un pequeño bulto en la tela del pantalón, pequeño por la delgadez del material con que están hechas. Estas medias deben ser de preferencia nuevas o haberse usado máximo dos veces para que cualquier pelusa o mancha que intente interferir en la vista del que las porta no sea obstáculo a la hora del ataque y este no falle o cometa errores fatales. Aunque se lleve prisa, se debe cuidar que ninguna de las dos medias caiga. Es necesario usar dos y no una, ya que por la transparencia que es adecuada para no perderse detalles y poder ocultar el rostro, alguno de los participantes o víctimas podría indentificar a aquel que procura esconderse torpemente detrás de un trozo de media marrón claro. Si alguna cae por culpa del nerviosismo o del rápido movimiento de las manos, será indispensable que se detenga un instante y recoga el objeto que ha quedado tras de si, intentando con todo su cuerpo que nadie note la naturaleza de aquel objeto que podría delatarlo aún antes de cometer el atraco. No es recomendable que se esconda el par de medias en alguna bolsa oscura para evitar que se le descubra si por el temblor del cuerpo estas caen antes de llegar a la puerta, pues si el caminar es consistente como se sugiere, el nudo que mantiene la bolsa cerrada será sólo un obstáculo al intentar sacarlas para colocarlas sobre la cabeza. Antes de salir de casa se deben poner sobre la cama y extendidas una dentro de la otra se enrollarán comenzando por la parte cerrada donde los dedos de los pies chocan, terminando por la parte abierta y de la misma manera meterlos a los bolsillo, para que al sacarlas estas se desenrollen automaticamente. Cuando esté lo suficientemente lejos de la puerta como para no ser reconocido, pero lo suficientemente cerca como para no caminar un largo tramo con las medias puestas, introduzca la mano derecha en la bolsa, jale las medias y estírelas un poco con las dos manos, meta una mano completa dentro y con el pulgar de la otra estírelas hasta que las dos manos queden dentro del elástico y entonces coloquela sobre la nuca, allí manténgala usando esa parte del cuerpo como soporte para que al jalarlas lleguen hasta la frente y entonces, tomándolas por la orilla, jálelas hacia abajo hasta cubrir todo el rostro. Se sugiere llevar pelo corto para que al momento de meter la cabeza en las medias los cabellos no cubran los ojos y no se pierda tiempo en acomodarlos o simplemente ponérselas con cuidado antes de salir de casa e ir hasta su destino en auto para no tener que pensar en la posibilidad de perderlas o de ser atrapado por caminar un largo tramo con ellas sobre la cabeza antes de llegar a la puerta.
En la parte superior del texto había escrito un pequeño esquema de lo que incluiría en el instructivo. Hablaría sobre máscaras de luchador, sobre máscaras antigás, pañuelos para cubrir la nariz y la boca a la hora de barrer, caretas de esgrima, máscaras para el día de Halloween, Schandenmaske, máscara viva y máscara de la muerte, antifaces, risa fingida y cualquier manisfestación que cumpliera o hiciera el trabajo de una máscara. Sin embargo todo me pareció demasiado vanal, inútil, superficial y después de cerrar el archivo lo borré sin piedad. Me quedé pensando tan sólo un momento, unos segundos en que máscara más adornada es la literatura y luego, instintivamente, me fui a dormir, deseando continuar el día siguiente hasta juntar cien enmascaradas, falsas y doblemente quejumbrosas (fallidas) páginas.
♪Era un muchacho de Rosie music con chaleco y pantalones de un color que se parecía al contenido de mi taza, que había llenado con una pizca de café y tres cuartos de agua. Con una camisa blanca debajo, agustada y de manga larga, el cabello corto y negro, parado de frente pero con la cara mirando hacia un costado y con una máscara de un animal que desconozco pero que parecía ser familiar de los patos, los pájaros o cualquier animal con pico.
____
Poema tomado de: aquí
Poema rascahuele
De verdad
rasque aquí:
( ________ )
Rezago
nos volvemos
arruga
pero somos peluca
-cana-
que resbala
y pisa en falso
y creemos vivir al día
y el tiempo cobra
(a la carne)
su propia pérdida
no somos más
gemelos del tiempo
la partitura
a propósito
ignorada
no es ignorada
atraso = retraso
somos
residuo
que posee
residuo
dos ángeles que se pudren
y creemos vivir al día
abrimos nuestros segundos ojos
y creemos estar
25 años atrás
en el tiempo
aunque esos 25
signifiquen 250
e incluso 2500
Palindroma y capicúa
I
la combinación solidaria
(con juegos de azar responsables)
que sale de la esquina más oscura del submundo
con las piernas abiertas parada sobre un espejo faldero
y siempre detrás de las puertas
a la espera de alguien a quien poder asustar.
II
el punto lo es: los dos también...
III
quisiera doblarme y desdoblarme para atrás
como me doblo y me desdoblo para enfrente.
Notas...
ya las notas
del cuaderno
son el poema
ya las notas
son el poema
ya notas
el poema
¿ya notas
el poema?
___
poemas tomados de: http://hangar-sergio.blogspot.com/2008/08/patricia-barraza-voz-en-off.html
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