15/6/09

Este Proyecto

Siempre existirá una necesidad en cualquier persona que se precie de ser un lector por descubrir, comprender, disfrutar, y hacer propias nuevas expresiones artísticas. En el caso particular de la literatura y en específico de la poesía, que tiene un círculo de difusión menos amplio que el de la narrativa, no siempre es fácil estar en contacto con el día a día de la nueva poesía escrita por jóvenes desconocidos alrededor del planeta; ya sea por razones geográficas, económicas, o de mercadotecnia se trata de una obra que desafortunadamente permanece sin difusión.
Afortunadamente, con la aparición de internet se han vuelto mucho más accesibles las bases de datos, las bitácoras personales, los diarios electrónicos, la creación de innumerables sitios destinados a la difusión de la labor que están haciendo nuestros nuevos poetas alrededor del mundo.
Sin embargo, ahora parece presentarse una paradoja: pues ante la aluvial información y exposición inimaginable de material a la que se ve uno expuesto como lector también surge, en este momento, la imperiosa necesidad de establecer nuevas formas de agrupar y concentrar las expresiones más representativas de lo que sucede actualmente en el terreno de la poesía latinoamericana, en especifico en lugares como México, Perú, Argentina y Chile.
Este sitio trata de construir un vínculo entre obra y lector; lo aquí expuesto se erige como una invitación para todos nuestros visitantes a que ahonden más y se rodeen del mundo no tan conocido de la poesía latinoamericana de nuestros días, y es por ello que se ha elegido a internet como el medio ideal para cumplir con nuestra labor de difusión.

Manuel Gabriel Tzoc Bucup

MANUEL GABRIEL TZOC BUCUP
Ciudad de Guatemala, 1982.

Publicó su primer libro Esco-p(o)etas para una muerte en ver(sos) b-a…l…a en 2006 por la editora artesanal Folio114, pertenece al colectivo de poesía emergente s.o.p.a. (sociedad optativa de poetas anónimos). También es artista conceptual, performer, modelo de fotografía y fotógrafo. Actualmente prepara otros libros de poemas a publicar.
http://poemaanimal.blogspot.com


6

El vértigo en el cuadro de agua se detiene. Un lado del cuadro se entreabre: no puedo dejar de nombrarte. Si escribo cuchillo tarde lluviosa o azul te nombro. ¿Por dónde voy desde que el cuadro se abrió? Los deseos son malvados. Quiero olvidar. Hoy será mi último respiro. Mi último poema. Nada. No puedo dirigir a mi trapecista por los senderos de la muerte. Antes solía sentir rojas olas dentro de mi ser. Hoy me hundo en aguas negras. Debo escoger un camino por este árbol de huesos. Con el tiempo supe que el lenguaje es peligroso si no hay equilibrio. Y es un engaño decirte que pasa. No pasa. Ni pasará nunca. Quiero decir corazón sin decir corazón. ¿Qué no existen otras formas para esto? Me desgasto en los intentos de explicarte que te a… no. Ya no debo nombrarte. Pero si escribo de mí escribo de ti y de todos. ¿Cómo lograr entonces estar a solas sin contar con los otros? ME VA A SEPULTAR UNA AVALANCHA DE PALABRAS…

19
a A.P.

Te regalo cuadernos vacíos
para que escribás aventuras
“las aventuras perdidas”
de esas que se escriben y se borran
se leen y se cierran
para que grités:
¿a quién rezarle para que ya no siga?
¿a quién rogarle para que ya no prosiga?


Por hoy estoy bien
mañana
ojalá y algo me ayude:
una bicicleta azul
un escrito azul
una tarde azul en un vestido azul
hay tanto que hacer sin deseo
tanto que desear sin hacer

Te regalo lápices de colores
para que dibujés ojos
una “habitación llena de ojos”
de esos que se miran y odian al espejo
se cierran y tienen pesadillas
para que manchés tu conciencia
con actos desordenados
te regalo manías depresivas
para acabar con esto
de una vez por todas

___

Fuente: Santa Muerte Cartonera

14/6/09

Ernesto Carrión

ERNESTO CARRIÓN
Guayaquil, Ecuador. 1977

Ha trabajado en poesía el libro La muerte de Caín, cuarteto formado por los poemarios: El Libro de la Desobediencia (2002), Carni vale (2003), Labor del Extraviado (2005) y La Bestia Vencida. Publicado en su totalidad por la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Actualmente trabaja en el quinteto Los duelos de una cabeza sin mundo. El poemario Demonia Factory –segundo libro formal de ese nuevo trabajo- fue publicado por la editorial Zignos, Lima (2007) y por la editorial Eskeletra, Quito (2008). Publicó, junto con el poeta peruano Maurizio Medo, los poemarios Contramano (2008) y Álbum de arena [Primera Antología Binacional de Poesía Contemporánea Ecuador-Perú] (2008). Preparó el libro Identidades a Plazo [Recopilación de textos de pacientes del Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce] (2008). Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2002), el Premio Latinoamericano de Poesía Ciudad de Medellín (2007) y el Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade (2008).


Adelanto de Toma esta cabeza mestiza por donde rodará un dios judío


[a]


abuelo de 31 años reparas en los posibles pedazos de carne erecta chorreando manos y muslos Miles de manos y muslos bajo un cielo estancado en el fondo de un álbum demasiado respetable para ser un álbum ¿Nuestro álbum? –me dices- y yo repto para matarte de veras Para emboscarte justo en la línea donde se dobla Yo repto para matarte de veras como hundiendo mi rodilla en una boca negra cerrada que no es mía
que nadie diga que miento que tú vives



[b]


que alguien se anime pronto a robar tu rostro y quemarlo en la habitación donde te mueves a coleccionar tu orina regada en las cordilleras del mundo aunque a veces mal repartida en tu pantalón Que alguien se anime pronto a contar la historia de lo que pasó contigo: esos delitos que ya no reconoces pero que antes abrigabas como síntomas sobrecogedores de esa aparición tuya Yo he venido para desinfectarte las manos y derrames aquí la sangre más barata alguien se anime a robar tu rostro y quemarlo en mi boca rodante



[c]


con la cabeza que defeca modiglianitos malditos entramos en todas las fiestas de la oscuridad con una jarra de vino bailándonos debajo de los ojos Enfermos de la drogadicción por el dinero escondimos la ciudad en una axila y sacamos a brincar a la serpiente por más de 30 años Fumábamos desnudos y corríamos como locos formando el rompecabezas de los pájaros derrumbados sobre la ropa interior que dejamos abandonada en cuartos plásticos Tú ya no recuerdas esos cuartos porque ibas dormido



[d]


llevándote -como ya no recuerdas- hundimos la verga sonriendo en paladares entumecidos que sonaban a cáscara partida o a fosas tan comunes como esos anaqueles que huelen a panela por armar Corríamos desnudos por todas las veredas donde nos ayudó haber sido poetas (ya que esto daba licencia en ciertos lugares) Cansado de escupirle ratas a la gente gateabas en la virulencia en la infección viral in vitro arañando a prostitutas que acaso cobraban algo para que no se les cayera el pan de entre los dientes
sí vida embustera: con todos te atreviste a jugar al muerto


____

Fuente: Santa Muerte Cartonera

1/6/09

Yaxkin Melchy Premio de Poesía Elías Nandino 2009



Más información sobre el premio: http://www.eluniversal.com.mx/notas/601802.html

Taller de poesía indie

Barraca Vorticista







Poesía Visual de Argentina

La palabra, ese territorio del hombre, germen del largo discurso o del malentendido, continente de la pasión, bomba de estruendo, sutil escondite de las intenciones.

La palabra que necesita de tantas palabras para ser explicada o que puede retirarse al aposento del silencio para no ser pronunciada. Decir mucho sin decir nada.

La palabra se ha hecho visible en alianza con la imagen. Poesía visual, la energía condensada de dos mundos provocando una intersección llameante y eruptiva.

En la reacción inmediata que provoca la obra, como una flor que se abre delante de tu vista, como un puñado de arena en los ojos, está la magia y el secreto de la gran variedad de producciones que se amontonan bajo ese título.

Luis Espinosa

Alan Mills - Poesía y violencia en Guatemala

+ El lenguaje de la violencia impone modificaciones, en diversos niveles, al propio acto de la escritura. Los dedos tiemblan, aparecen los tics corporales traducidos a imagen y las metáforas adquieren texturas donde su luz apela a la desesperación.

+ La escritura por momentos anuncia un escape de la paranoia o, al menos, un placebo capaz de entregarnos una mínima calma al interior del cinismo que desarrollamos como escudo. Más que resignación, resguardo. En otros momentos, la escritura misma es la transcripción directa de un estado permanente de terror y pánico.

+ Al experimentar un tipo de violencia que se fabrica en una oscuridad casi absoluta, donde el operador del agravio es virtualmente invisible e intocable (no puede reconocerse totalmente en el Estado, sino en fuerzas paralelas que pueden estar ligadas o no a éste), la interpelación que la poesía desarrolla como forma de resistencia es igualmente móvil, nómada y fugaz. El poema transmuta su materia, se trasviste y performatiza un clamor que representa al fingimiento del dolor efectivamente sentido (Pessoa).

+ Algún lector de esta poesía también intenta escapar de ella: la olvida, la descarta, la desecha o, simplemente, la ignora. Otro lector la reconoce, tiembla con ella y la vincula al propio desarrollo de una ficción salvadora.

+ Otro lector la ve como una forma menor de la literatura fantástica, un efectismo y una exageración. Se duda con tenacidad de la fracción de testimonio que esta poesía acarrea. Aparece la burla.

+ Esta lectura es, entonces, otra violencia, de la cual la propia poesía se vuelve a nutrir.

+ La calidad de esta poesía violentada estará en relación directa con el grado de perfección técnica alcanzado para elaborar los marcos en que dicho lirismo avasallador discurrirá. Debe trasladar su negra epifanía con la velocidad y contundencia de cualquier obra importante. El goce estético, como finalidad, no ha desaparecido, simplemente se muestra un aspecto quizás más subterráneo o subrepticio, donde la propia forma ha asimilado la mutación simbólica que acontece en el escenario social.

+ En el contexto del posible final de la posguerra en Guatemala (donde ahora entramos a algo que todavía no tiene nombre), el poeta rara vez será percibido como un “sujeto comprometido” con su entorno. Su visión le alcanza para vislumbrar que también han sido devastados los espacios sociales que antaño enmarcaron las diversas militancias de orden político. Una voz fragmentada y, asimismo, destruida, está imposibilitada de ser absorbida como eslogan o consigna y el ritmo impreso a tal devenir literario, aleja al poeta de la cursilería o la perorata.

+ El futuro o supervivencia de la textualidad que emerge de este caos, está ligado a la movilidad constante y a una pulsión transgeográfica que permita resguardarse y escapar de las múltiples violencias que sacuden al cuerpo y a la mentalidad que ha optado por ejecutar un hecho escritural radical. Esta distancia permitirá la exposición de una especie de microterrorismo simbólico, fraguado desde una nueva variante de exilio, donde se huye de un perseguidor espectral, transcorporal y transideológico, cuyo rostro es francamente indeterminable.

+ Recordemos a Les Épiphanies, de Pichette:

“Monsieur Diable: Au besoin mon garçon, libère tes jurons, vomis tes déboires. C'est de bonne médecine”

31/5/09

Cucurto según "El Clarín"

CULTURA : DE REPOSITOR DE SUPERMERCADO A REVELACION DE LA NARRATIVA

Washington Cucurto, el escritor del país que la literatura no mira

Sexo, cumbia y marginalidad en un registro que atrapa los bordes del siglo XXI. Escritor y personaje se confunden en un juego que ya trascendió el under.



Diego Erlan
derlan@clarin.com





La literatura de Washington Cucurto tiene historias de sexo, cumbia, marginalidad; bastante incorrección política y una "prosa poética" de bailanta ("Megabardera, ultratrola, imparable, por eso la quiero tanto, por eso amo a mi ticki cumbiantera"). A su paso, cosecha fanáticos y detractores. Todo, a través de una parafernalia (modesta, pero parafernalia al fin) de marketing que lo señala ya como un escritor maldito.

Cucurto es Santiago Vega, un quilmeño tímido y grandote de 34 años, ex repositor de supermercados que juega a ser otra persona que inventó o inventaron un grupo de poetas amigos. La anécdota dice que fueron los "18 Whiskys" (Fabián Casas, Daniel Durand, José Villa, Darío Rojo, Juan Desiderio y Mario Varela, entre otros) quienes le regalaron un libro con su poema Zelarayán, y que en vez de decir Santiago Vega decía Washington Cucurto (un chiste por su frase "yo no curto"). Se hizo cargo de la broma y así nació el "monstruo" que saltó del under al establishment editorial. Emecé acaba de editarle su último libro, El curandero del amor, para enojo y envidia de bloggers y escritores. La tapa es una foto de él: el escritor y el personaje.

Tanto en poesía como en narrativa, la experiencia Cucurto es una explosión de música y desfachatez donde hay palabras inventadas, insultos a políticos y reflexiones sobre los maestros (dice sobre Borges: "¿Cómo le voy a creer a un ciego que lee?").

En la vereda de su editorial Eloísa Cartonera —que ya va por los cien títulos de literatura latinoamericana—, Vega/Cucurto dobla cartones. De esta entidad ha dicho Beatriz Sarlo que su "gran invención es la del narrador sumergido, es decir, indistinguible de sus personajes". "El personaje —dice ahora Cucurto— me liberaba para novelar, para inventar cosas. Y me editan porque mi literatura llama la atención."

Mientras que Zelarayán (un texto fundamental de la poesía de los 90) o Cosa de negros tuvieron el efecto de una bomba molotov, otros textos se diluyen en el chiste fácil, la repetición de historias y una constante autorreferencia. Para él la literatura no es más que un entretenimiento, algo que no merece más importancia que otras cosas. "Me doy cuenta de que lo mío es otra cosa, que es algo anterior a la literatura. Es como una protoliteratura, más cercano al cómic, la televisión, las crónicas de diarios o algo de los blogs. Pero no es una literatura. Literatura es otra cosa: Borges, Di Giorgio, Rulfo, Bolaño.

—¿Por qué ellos sí y usted no?

—Porque tienen... yo-qué-sé, los libros son más pesados, están escritos en serio. Lo mío es más liviano, medio al pasar.

Se ríe de él mismo, de los demás, se contradice una y otra vez. Su nuevo libro incorpora una serie de críticas a su obra, la mayoría lapidarias. Pero las absorbe y las convierte en un eslabón más de su acción cultural: "No importa si hablan bien o mal sino cómo hablan. Prefiero que hablen con fundamento, que digan algo, porque si hablan al pasar es que la lectura no les produjo nada. Creo que en los blogs fue donde mejor me han leído. Para bien o para mal."

En la vida y en la obra de Cucurto, la persona real y el protagonista de todas sus historias se confunden: "Mucha gente, cuando me conoce, se sorprende, no tengo mucha relación con lo que hago, soy bastante callado."

—Al menos sabrá bailar...

—No, yo nunca fui a bailar, no sé bailar cumbia (ríe). Es parte del personaje. No estuve nunca en Paraguay. República Dominicana la inventé yo, antes no existía (ríe otra vez). Hay cosas que son de mi vida y otras que invento. Esa es mi literatura. Ahí hay una invención de algo. Pero estaría bueno que la literatura sea motor de cambio político, intervenga, como en la literatura de Rodolfo Walsh.

—¿Cree que los intelectuales intervienen?

—Podrían intervenir más. Tendrían que generar más cosas.

—¿Y usted, que escribe libros, se considera un intelectual?

—No, soy un trabajador, che.

___

Artículo tomado de Clarín: http://www.clarin.com/diario/2006/12/08/sociedad/s-05001.htm

4to Aniversario de Quilombo

Cucurto en ESPN

Una mirada furtiva y rápida a la labor de Washington Cucurto como articulista de deportes en ESPN, no te lo pierdas en: http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=840451&s=arg&type=column

30/5/09

Iván Trejo

Iván Trejo, México

Poemas


1



Entre tus brazos y mis brazos/ hay
un puente de tela corroída
por el tiempo //sí/ animal
ermitaño en hambruna// y uno
avanza sin saber dónde ha de parar/ en el puente
justo por el punto medio/ el camino es angosto
antes o después de cualquier lugar/ o es el tiempo
si uno se asoma bajo los pilares/ será por el mar
y el vaivén que marea a los suicidas/ como un canto
a la deriva/ uno no sabe
si ya durmió bastante/ o si ya ha desesperado el ángel
o los perros de la orilla/ si es un trozo de recuerdo
lo que galopa en el pecho/ o es la bendita putería
de la soledad/ bajo qué puente/
sobre qué puente/ en qué puente/ si supiéramos
tan sólo nombrarlo/ para que venga a llevarnos
volando casi a cualquier parte/ o es el temblor de mi mano
el que piensa/ que este puente no me sostiene más.


2.18



tengo las manos

demasiado grandes/ siempre

he querido rezar/ pero en nada creo

25/5/09

LA IMAGINACIÓN O EL CORAZÓN PERDIDO DE LA POESÍA MEXICANA, por Yaxkin Melchy

mayo 18, 2009
LA IMAGINACIÓN O EL CORAZÓN PERDIDO DE LA POESÍA MEXICANA
Reírse de la cara de alguien es como reírse de un poema. Acto inútil que ha estancado a un fuerte segmento de la poesía mexicana en la superficialidad de “los buenos poemas”, en los cuales los rasgos a evaluar son: la estructura, la imagen, lo comedido, y lo acertado del tema tratado según las circunstancias actuales irónicas o televisivas. Esta superficialidad es la de los poetas que nunca podrán creer en la poesía como profecía, sueño, delirio, conocimiento, sabiduría. Los que creen que hay que hacer poemas, y no mundos nuevos, los que creen que hay que ser poetas y no profetas o magos o sabios o místicos.

Ellos se engañan porque en el fondo de sus corazones saben que toda ficción poderosa es por densidad. La densidad de una obra es que no pretende dar solo significado, sino dirección, sentido. Harry Potter es una ficción poderosa, genera movimiento, genera aspiraciones, y valores que se asimilan. Sin embargo no toda obra poderosa tiene la bendición del mercado, la ficción corre los riesgos de ser un libro más que se cierra.

Ver “lo bueno o lo malo” del poema resulta tan superficial como clasificar a sus creadores en “buenos y malos” poetas, habría que pensar en la densidad de un poema que a lo mejor no entiendo o que me mueve al enojo. La densidad del poema: un hasta adónde pretende, habría que preguntarse… y en su caso evaluar.

La ficción igualmente tiene el poder de crear a los lectores de su mundo, de su entendimiento, sean humanidades luminosas o monstruos kamikazes, sean robots o animales travestis. Ruptura es asentar una nueva tradición.

En ese sentido quizá sea tanta la ruptura del sabio que ha recorrido todas las tierras, como las del profeta loco que ha descifrado los números del universo, sean ellos los poetas que han dado cuenta de una ficción sobrehumana, he ahí la genialidad. La realidad no existe, toda ficción es realidad, nuestra realidad es una ficción.

Poemas así, obras así, plantean el desafío: una apuesta mortal contra el tiempo que vive un solo hombre.
La ficción es un rito que queda en las mentes, más allá que en sus páginas. Y algún día en que los robots sean realidades o la humanidades luminosas, los monstruos suicidas o los animales travestidos. Algunos esos de los que se callaron dirán: pero si esto lo conozco y esto es un texto que soñé. En México los caminos de las escrituras potentes están más cercanos al ninguneo por el silencio, y a veces a ser descalificados como “sinrazones”, malos poemas o como textos con partes “rescatables” (para los más benevolentes). Estos lectores enclaustrados piensan que la literatura se acaba al cerrar el libro.

Sin embargo la poesía es pan en otros sectores de nuestro país (por poner el caso de comunidades indígenas) existe un delirio poético que se lee, se siente, se comenta, se festeja y el libro siempre queda abierto en las casas.

Los grandes poetas crean porque ellos son medios, prestan la voz a ficciones poderosas: dioses, sentimientos, ciencias, artes. Las grandes ficciones crean Valor, Aspiración, las obras fuertes son Éticas.

En el panorama nacional cada vez nos cansamos más de los ya acostumbrados “buenos poetas, comedidos muchachos”. Ellos que solo repiten las ficciones de su tiempo, cubriendo un segmento entre la televisión y el reloj mercantil.
Son los “poetas correctos” para un público que al cerrar un libro sólo le queda el recuerdo de haber leído un buen poema. Nada más.

La ficción no es hacer lindos versos, “buenas” imágenes. Por origen ficción es romper y recrear las reglas. Desde las más elementales que son las de la naturaleza. En el mundo real una manzana se cae al piso, en la literatura los animales son hombres y la gente vuela, y por ende las reglas políticas, religiosas, morales, mercantiles, personales también pueden romperse y recrearse. Por eso la ficción puede poner en jaque a un sistema político entero. Ficción es poner otras reglas del juego.

Todo poeta de nuestro aprecio debería ser místico, sabio, loco, profeta, científico, medium, y nunca más volver a ser poeta, todo poeta de nuestro aprecio es aquel poeta del que no podríamos reírnos por la simple cara de su texto.

Cansancio de las caras bonitas,
imaginar el corazón perdido de la poesía mexicana.


Yaxkin . Melchy



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Tomado de: http://destruccionmasiva.blogspot.com/2009/05/la-imaginacion-o-el-corazon-perdido-de.html

16/5/09

Rocío Cerón, "Imperio"

Imperio es una acción poética, sonora y visual que conjunta el trabajo creativo de tres artistas partiendo del libro de poemas del mismo nombre. La acción conjunta la investigación y el diálogo visual y sonoro a través de la creación de texturas, imágenes, sonidos y composiciones todas creadas en específico y que da como resultado una acción donde se funden los tres lenguajes para crear en el espectador una experiencia sobre los múltiples significados de la guerra.

Con la producción de Imperio, Motín Poeta realiza su tercer producción interdisciplinaria, ésta significa una larga labor de trabajo y diálogo entre los participantes y dará cuenta al público, a los escuchas y a los lectores de las posibilidades de un trabajo en colaboración donde se ha permitido la contaminación entre distintos lenguajes artísticos para romper con la idea de un arte purista.

Imperio quiere representar un trabajo que dialogue con el aire de los tiempos y que abra el contacto entre la poesía y otras artes. La acción poética permitirá, a su vez, contactar con el público, los espectadores y los escuchas de manera más directa y en tiempo real. La acción poética que realizaremos nos permitirá sacar del soporte del libro los diversos contenidos y desdoblarlos a nivel escénico y performático.

11/5/09

El taller de la Caballeriza

El Taller de la Caballeriza
El Taller de la Caballeriza es un colectivo de arte interdisciplinario con sede en el Centro Cultural Casa Purcell de Saltillo, Coahuila, México. Reúne a músicos, teatristas, animadores culturales, artistas plásticos, videastas, fotógrafos, cocineros y poetas en torno a productos y procesos creativos identificados bajo el rubro general de poesía visual, sonora y activa: poesía en tránsito. El taller fue creado a finales de octubre de 2008. Sus bases estéticas se sustentan en dos principios:

1.- La capacidad transretórica de la poesía: la posibilidad de crear efectos poéticos mediante soportes alternativos, géneros híbridos y materia poética no textual.
2.- La descripción del ámbito poético como realidad sintética, simultánea, múltiple, móvil.

A través de este blog irán difundiéndose los productos individuales y colectivos emanados del Taller; se publicará una memoria visual de los procesos artísticos desarrollados; y se dará cuenta de reflexiones y cuestionamientos en torno a la experiencia del trabajo interdisciplinario. Asimismo, ofreceremos a los visitantes una serie de links a páginas, videos u obras que nos provocan empatía y/o nos han servido de punto de partida e inspiración para el desarrollo de nuestras propias creaciones.


7/5/09

Pecha Kucha GDL vol.I

Alfredo Guzmán Tinajero

36

La hoja saluda en silencio,
enrueda el tiempo.
Conocedora de mis intenciones,
apunta a discreción
invisibles trampas.

Cierro cuidadosamente la libreta,
me retiro en silencio.
Apago la luz.

Tomaré venganza.

1/5/09

Sobre "Carne prensada" de Sylvia Figueroa por Xitlali (Jessi) Rodríguez

Y no fue sólo cuestión de la técnica o de una nueva forma de reflejar el mundo visible. No: aquí había surgido un nuevo principio estético.
El principio consiste en que el hombre, por primera vez en la historia del arte y la cultura, había encontrado la posibilidad de fijar de modo inmediato el tiempo, pudiendo reproducirlo (o sea, volver a él) todas las veces que quisiera.

Andrei Tarkovsky, Esculpir el tiempo



Estamos frente a un libro sin final, pero que está acabando. Un libro que ve en la fotografía y su obsesión por lo eterno, el principal planteamiento. La potestad que sobre el tiempo ejerce Carne prensada, se logra con recursos forajidos del lenguaje. Esta obra trabaja con las minucias del gerundio, elemento gramatical despreciado en las construcciones del castellano y que se define como “Forma invariable no personal del verbo que suele denotar acción o estado durativos, anterioridad o simultaneidad, nunca posterioridad, y puede expresar que está siendo”.

La voz de Sylvia Figueroa (Puerto Rico, 1970) recurre a este medio, para borrar cualquier rastro de identidad física o intimista del sujeto, y manejarse a partir de los objetos que la rodean y la delimitan. Cito: “Uno sabe que ya está perdido, pero prefiere asumir la frase menos contundente aunque más terrible: algo se está perdiendo”. Esta conciencia de lo continuo de lo nuca terminado, son sentencias que asisten a lo trágico, por el simple hecho de no atisbar muerte. Las locuciones en tercera persona, acciones de lo impersonal, tratados de las cosas breves como puertas, ventanas, bolsas de plástico… latas de carne prensada y contenida, se desplazan ante la mirada de la autora para lograr una poética de la permanencia.

A partir de estos declives en la perspectiva de alguien que observa lo minúsculo, las compuertas de lo sustentable y lo perecedero se adhieren al aliento vital de la voz del poeta y son repetidas una y otra vez en la circunstancia de las conjugaciones; entonces, el ejercicio literario deviene una especie de Sísifo que remonta cada día la eternidad despeñada sobre él.

De esta manera Sylvia Figueroa vuelve sobre sus propios pasos, no para regresar, sino para avanzar hacia otro espacio en un tiempo que nunca termina, que encuentra en la misma forma, una mutación del sentido. Un truco para escapar de las cosas que por cotidianas se vuelven transparentes.

“Éste es un libro que se repite”, afirma el Intro de Carne prensada. Yo difiero, como la curva difiere del espiral del que pende. Más que un libro que se repite, es un libro-loop, un libro-secuencia, la cadena alimenticia de un organismo en sí mismo consumado y por lo tanto, un libro que mientras se lee, se sigue escribiendo.

La vigencia que alcanza Carne prensada se concreta primero en las acciones. Pero en una segunda parte del libro (pAra mirar de cErca), el texto se va haciendo conciente de una espacialidad y de su condición de objeto. El libro se percibe como cosa, como un campo material de los sentidos. Y nos muestra fotogramas o cuadros de cine extraídos del movimiento y que por lo tanto son instantes disidentes del conjunto.

Tarkovsky se pregunta en dónde reside la naturaleza del arte fílmico de cada autor, y él mismo responde: “En ese sentido se podría decir que es esculpir el tiempo”. Así pues Carne prensada es un tiempo modelado, un tiempo y su espejismo para conjurarlo, una frecuencia que se anula con los mismos tonos invertidos para lograr un libro que no es, sino que está siendo.


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Tomado de: http://elbillardelucrecia.blogspot.com/

20/4/09


EDICIONES EL BILLAR DE LUCRECIA / CONACULTA/ FONCA INVITA A LA PRESENTACIÓN DE SU MÁS RECIENTE TÍTULO, BOLA 12:

_CARNE PRENSADA_


DE LA POETA PUERTORRIQUEÑA SYLVIA FIGUEROA CON BONUS TRACK

PaRA MIRaR DE CERCa


PARTICIPAN:
ROCÍO CERÓN, XITLALITL (JESSI) RODRÍGUEZ, RODRIGO CASTILLO, SERGIO LOO


JUEVES 23 DE ABRIL (CELEBRAREMOS TAMBIÉN EL DÍA MUNDIAL DEL LIBRO)
CASA REFUGIO CITLALTÉPETL, NÚMERO 25,
COLONIA CONDESA, 19 HRS

2/4/09

Álvaro Solís

Álvaro Solís, México

Poemas


SOLÍS RESPONDE
No sabes lo que cuesta,
nadar entre los muertos,
sin latido ya dentro del pecho
con una voz diciéndote al oído,
que nades, que no te distraigas
con las mariposas que se han perdido en el mar
buscando una flor debajo del agua.

No sabes lo que cuesta,
ser uno más de los muertos
que flotan en el agua,
ser uno más de los inertes
con facciones descompuestas
ya sin ojos, con el cuello carcomido
por los peces, con una voz diciéndote
que nades, aún sin brazos,
que contorciones tu vientre,
y aletees con los muñones
que aún te quedan.

No sabes lo que cuesta llevar mi nombre.

LAS TARDES
Había en el patio un arroyo.
La casa rodeada por pitales,
por naranjas, por limas, un viejo tamarindo
y un árbol de mango como sauce.

Había un arroyo en el patio de la casa
y pavos, y gallinas agresivas que peleaban con los perros
y perros que comían a escondidas
los zorros de la noche.
Los gavilanes sobrevolaban la casa en busca del descuido,
los gallos se escondían en los pitales
cazando al gavilán.
Todo era un círculo perfecto:
el arroyo inundaba de rumor todas las tardes
y salíamos al patio en busca de la brisa
que no siempre llegaba. Pero estábamos ahí,
y la lentitud del tiempo espantaba hasta los muertos.
¡Tardes! decía el viento,
cuando la noche era ya una sustancia inevitable.

Entonces prendíamos el monte seco
y el humo se elevaba blanquecino hasta la noche.


COMO DESPUÉS DE UN DÍA DE FIESTA
Nunca la vida más amarga
que a la mañana siguiente de la fiesta.
Agrio el sabor del primer aliento,
es inmensa la sed con que se nace,
el espasmo del vómito que niega el beneficio
de comer algún bocado.
Y la memoria inconclusa, incendia,
echa a andar la tripa hasta el siguiente vaso,
hasta la tarde, hasta asomarse a la ventana al mundo,
a la calle aprisa
que hace tiempo amaneció.

Y la casa tirada, todo inmovil oliendo a tabaco.
Toda la casa,
toda la memoria
ceniza.


VIERNES DE QUINCENA
Qué soledad tan impensable,
la de aquel que se emborracha hasta perderse,
porque nadie le espera,
o porque la que lo espera durmiendo
en uno de los lados de la cama,
no es quien habita su ebrio corazón.
Qué soledad la de aquel que se queda dormido
debajo de las desveladas mesas,
la de aquel que trastabilla al pasar el umbral,
y deja prendida la llave de la puerta
y se queda dormido en la taza del baño
hasta que alguien, a la mañana siguiente,
lo despierta diciendo:

¡Amor, el desayuno está listo!


STYX
Largo, lo que se dice hondo,
es el cauce de los ríos que no llegan al mar
y llevan en sus aguas a todos nuestros muertos.
Hondo, lo que se dice largo,
es el río que no abandona su cuenca.

Largo y hondo, lo que se dice ancho,
es el río que lleva a la amargura,
invisible por debajo de las calles
en el dolor de la madre que ha perdido a su hijo,
en el dolor del hijo que nunca conocerá a su madre.

Largo, hondo, lo que se dice invisible,
recorriendo el tiempo de la vida cotidiana,
la luz de los semáforos,
y en las llantas desgastadas de la ira,
río, invisible río,
que de tan hondo, que de tan largo
parece no llegar y llega.

Largo, lo que se dice hondo,
hondo, lo que se dice turbio,
amargo es el río que será necesario cruzar cuando anochezca.

15/2/09

Washington Cucurto

Washington Cucurto, Quilmes, Argentina, 1973

Papá se incendia

Mi padre se vuelve al catolicismo
y quiere que yo también me vuelva.
Quiere que salgamos esta tarde
con una biblia bajo el brazo
a visitar a todo su público pudiente.
Mi padre quiere que le ayude a montar
un escenario sobre el techo del Abasto.
¡Para que toda la gente lo escuche!
¡Para que toda la gente lo aclame!
Mi padre pasa hablando del amor de Dios.
¡Ay, Dios mío tendré que soportarlo!
Mi padre pasa elogiando la remera
que Daniel trajo de Inglaterra.
Mi padre pasa haciendo bromas brillantes.
Mi padre, púdico sentimental, para recién afeitado
Papá se cuelga del cartel de Coto, le agarra
la electricidad y cae sobre el asfalto mugroso.
Papá pierde el conocimiento, y cree que es
Ricardo Zelarayán.
Si no estoy mintiendo un poco, ya no odia
A Enzo Francescoli.
Es más, cree que es Enzo Francescoli
Y anda haciendo chilenas por el aire.
Papá pisa un cable de su escenario y se
incendia,
desde abajo todos le tiran baldazos de agua
y le dicen: ¡Lárgate! ¡Lárgate!
Papá se larga y sale corriendo
(¡envuelto en llamas!)
hasta Tucumán y Agüero,
para el 46 hace bajar a toda la gente y se va
con el colectivo. ¡Y el colectivero de rehén!
Papá maneja el colectivo descontrolado,
el 46 da vueltas como un trompo
hasta que se mete en el Rancho A y B
donde los bolitas bailan cumbia.
El 46 dejó un gran agujero en la tierra.
Papá desapareció.
Los ratis de la 21 todavía lo andan
buscando.



___

Poemas tomados de: Zurdos. Última poesía LatinoAmericana, Yanko González & Pedro Anaya, Bartleby Editores, Fundación Domingo Malagón, 2005, Madrid. Pág.92

Julián Herbert, lee "Don Juan Derrotado" (tv version)

Omar Pimienta

Eloísa Cartonera

12/2/09

Lalo Barrubia

Lalo Barrubia, (Uruguay)
Seudónimo de Rosario González, Performer, Poeta

Verano

Va a empezar otro tiempo
la luz invade
la imagen
siempre conmigo

Cuando de mañanita el hombre
me toma el pelo y me agarra
por la espalda

Toda la gran cama vacía
saliendo del hueco de los labios
toda donde su cuerpo se alarga sobre mí
con su color a tierra
Su extranjera boca
abierta
de muchas horas abierta
de muchas horas las pupilas dilatadas
y las rodillas de piedra

Ahora ya es verano otra vez
otro verano
que llegará sin piel
y así irá
también
apagándose

Y entonces volveré a usar su ropa
de hombre
como si me bañara de hombre

Caminando desnudo en la madrugada
más bello aún que con su bella ropa
abrigada

Todo su abrazo en la lluvia
todas esas cuadras
llevándome agarrada de los huesos

El verano es la fruta en sus manos
en sus dientes
su espalda en lo ancho de la playa
la cabeza empapada

El verano es la siesta luminosa
y larga
con sus puentes de arena
El verano es el sueño del verano
___

Poema tomado de: Zurdos. Última poesía LatinoAmericana, Yanko González & Pedro Anaya, Bartleby Editores, Fundación Domingo Malagón, 2005, Madrid. Pág. 42

El Billar de Lucrecia en la XXX Fería Internacional del Libro Palacio de Minería







Ediciones El billar de Lucrecia • Poesía latinoamericana te invita a sus actividades dentro del la XXX Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería

Lunes 23 de febrero 2009
17:00 a 17:50 hrs.
Presentación de El desasido de Néstor E. Rodríguez. Poeta de República Dominicana
Participan: Sergio Loo, Rodrigo Castillo y el autor (directamente desde otras tierras)
Novedad 2009 EBL
Sede: ANTIGUA CAPILLA

Martes 24 de febrero 2009
17:00 a 17:50 hrs.
Lectura de poesía. Ediciones El Billar de Lucrecia • Poesía Latinoamericana para jóvenes
Participan: Rodrigo Castillo, Rocío Cerón, Citlali Rodríguez
Sede: ANTIGUA CAPILLA

XXX Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería
Tacuba 5, Centro Histórico, C.P. 06000 Ciudad de México

11/2/09

Germán Carrasco

Germán Carrasco,
Santiago 1971

Héctor Figueroa
Mirando las Estrellas


Trabajo como una persona sola
Como el chino y el pobre que soy
Como si quisiera surgir.
Compró cd’s de Jazz, la revista madrileña Co & Co,
Libros de Anagrama, Visor e Hiperión.
Leo a poetas tan mal editados como mal nacidos
Que van al grano como las prostitutas al dinero:
Versos punzocortantes que empiezan generalmente con
[mayúscula
Para que se sienta el martillazo
Y para camuflar la prosa pura.
Mi casa es una taberna que recibe a toda clase de amigos:
Hijos de puta que consumen mi tiempo, mis libros
Y el trago que le da sentido
A mi vida sin sentido de cartero.
A veces viene la mujer araña
A encarnarse conmigo durante días de ausencia laboral.
Me hace café, me da comida,
Limpia el baño de quinta de recreo
Y me deja vacío
Fumando, mirando las estrellas.

PARA UN APRENDIZ DE ESPAÑOL
Sonidos que raspan la garganta como ciertos sabores,
ruidos en la rugiente Babel, ritmo y rareza de una lengua
cuyo ronco raspar fricando alvéolos Retumba
cierta rudeza o rugir de raza rara, erres
tribales, endogámicas, difíciles, lo último de aprender
en una lengua como el lenguaje refinado de la poesía
o un rasposo blues, si prefieres: delirario:
diario
de lirios y delirios del guerrero en el chisporroteo del remolino
mas, ya que el desorden –como el de tu pelo sin ir más lejos
es un orden dinámico por ahí hemos de empezar: di rosa
o –Stein –una rosa es una rosa es una rosa
( de Calas)
--
Poema tomado de: Zurdos. Última poesía LatinoAmericana, Yanko González & Pedro Anaya, Bartleby Editores, Fundación Domingo Malagón, 2005, Madrid. Págs. 72-73

10/2/09

Editorial Apuntes de Lobotomía





"Fotos Imaginarias con Nieve de Verdad" de Arturo Carrera













EDITORIAL APUNTES DE LOBOTOMÍA


La editorial independiente Apuntes de Lobotomía tiene sede en México D.F., surge como un proyecto conjunto entre Verónica Zamudio, Demian Marín y Sergio Ernesto Ríos, con la finalidad de editar poetas latinoamericanos.

Los autores de las nueve plaquettes que componen la serie Primer pabellón son:

Arturo Carrera, Claudio Daniel, Rogelio Saunders, Lola Arias, Óscar David López, Ángel Ortuño, David Bustos, Roberto Echavarren y José Kozer.

Cada uno es la pieza de rompecabezas del plano de un hospital psiquiátrico.

Para pedidos y contacto:

apuntesdelobotomia@yahoo.com.mx

2/2/09

Fabián Casas

Fabián Casas, Argentina, 1965

Despertarte


Despertarte a mitad de la noche
y ver en el otro lado de la cama
a tu mujer llorando
es una experiencia importante.
quiero decir, entre otras cosas,
que mientras paseabas por los cuartos
iluminados de tu cerebro algo se estaba gestando cerca
tuyo.
Un error con el cual mantenés una particular relación
de intimidad.
Porque aunque no firmemos nada,
Ni corramos apurados bajo la lluvia de arroz
pensamos que es para toda la vida
y así seguimos.
Botes, que durante la noche
quedan amarrados al muelle,
golpeándose entre sí,
según el viento.
--

Zurdos. Última poesía LatinoAmericana, Yanko González & Pedro Anaya, Bartleby Editores, Fundación Domingo Malagón, 2005, Madrid. Pág.79

Technopaegnia, por Julian Herbert

POÉTICAS
TECHNOPAEGNIA Y POESÍA

en Letras Libres, Febrero de 2009

POR JULIAN HERBERT


Technopaegnia es la palabra griega sugerida por Ausonio (310 d.C.) para designar la estrategia de disponer los versos según la forma del objeto en que se imprimirán: un huevo, una hacha. Estas obras son antecedente de los caligramas. No solamente de los de Tablada o Apollinaire; también de los de George Herbert en el siglo XVII y los de Acuña de Figueroa en el XIX. Son fuente de tradición. Como lo es la poesía/praxis: desde los yambos y espondeos pindáricos –a cuyo son se ejecutaban danzas olímpicas– hasta radio dramas de Brecht como El proceso de Lucullus. Producir objetos o celebrar gestos, y entramar estos y aquellos con la escritura poética, es una forma venerable de la participación lírica –les guste o no a los académicos. Y la joven poesía mexicana no ha sido indiferente a esta herencia.

Entre nosotros, tales composiciones vienen de un largo y subterráneo río que parte de Tablada y pasa por Novo, Paz, Arreola, Poesía en voz alta, Ulises Carrión, Alejandro Aura, el deslenguaje oral de Ricardo Castillo, las instalaciones plásticas y sonoras de Alberto Blanco, los poemas visuales de Myriam Moscona –por mencionar muy poco. La relativa democratización de las nuevas tecnologías, la búsqueda de alternativas estilísticas y la pauperización de la lectura en México han insuflado nueva corriente a este caudal, lo que entre los poetas más jóvenes significa un volumen de documentación más vasto y detallado que el de otras épocas. También mejores herramientas para la divulgación.

Reseño a vuelo de pájaro unos cuantos ejemplos de estos procesos.

Motín Poeta, colectivo integrado por Carla Faesler, Rocío Cerón y Mónica Nepote, publicó en CD dos antologías: Urbe probeta (2003) y Personae (2006). La primera es, casi, un disco de canciones; contiene versiones felices pero en otras la unión de voz y música me parece forzada. La segunda es un ejercicio más propositivo pero fallido: aunque cada pieza fue compuesta por un poeta y un artista sonoro distintos, el conjunto resulta repetitivo, monótono. Ambos discos adolecen de un mismo defecto: parten de versos destinados originalmente a la página, y cuyo cuerpo no fue reescrito en calidad de poesía sonora.

Este colectivo participó en el festival Poesía en Voz Alta 2006; YouTube tiene un documento en video del performance. La calidad de registro es pobrísima, pero se alcanza a discernir el montaje. Carla Faesler realizó también videopoemas (v. YouTube) cuyo leitmotiv son fotorrecortes de sí misma. Algunas de estas piezas (“Asuntos internos”, “Limbo”) me parecen admirables, no sólo por la imaginación que las sostiene sino porque fueron realizadas con mínimos recursos tecnológicos. Rocío Cerón hace también poesía visual.



Minerva Reynosa, Sergio Ernesto Ríos y Óscar David López lanzaron en 2008 “Pimp M(t)y Poetry”, con sede en Monterrey. Se valen del arte postal. Minerva y Sergio me enviaron por correo searching the toilette in juárez avenue, libro casero de poemas y aplicaciones en ejemplar único. Óscar David repartió, en un encuentro de escritores, volantes a colores con la efigie de Gerardo Deniz; solicitó luego que cada invitado escribiera unos pocos versos dedicados al autor de Erdera, a quien le fueron entregados esos materiales a la mañana siguiente. Óscar David tiene montado The Gangbang Show, espectáculo de cabaret que incluye travestismo, lectura de poemas y música electrónica.

José Eugenio Sánchez, avecindado en Monterrey, ha realizado videopoemas tipográficos en colaboración con Rubén Gutiérrez y un discurso virtual con técnica de videogame (“Pistoleros famosos”) en colaboración con Ángel Sánchez (v. YouTube). A fines de los noventa fue guionista y actor en el espectáculo de danza El asalto a las putas. En 2007 su lectura coreográfica Balada de las últimas bombas (en colaboración con Judith Téllez) fue recibida con beneplácito en un pequeño pero repleto teatro de Barcelona.

Óscar de Pablo, espléndido lector de su propia obra, obtuvo un premio de slam poetry en la ciudad de México. Desde Guadalajara, León Plascencia Ñol realiza poemas visuales: metáforas tipográficas con técnica de grabado. En esa misma ciudad viven Jorge Méndez Blake, quien ha expuesto algunas instalaciones en video basadas en lecturas de poesía; y Víctor Ortiz Partida, quien realizó en 2005 una instalación tipográfica basada en poemas de la puertorriqueña Sylvia Figueroa. En León, Guanajuato, está Eduardo Martín del Campo, autor de poemas hipertextuales. En Tijuana, Adrián Volt ha dado a conocer Una sociedad ligeramente excitada, que incluye CD con poesía y música. También en Tijuana, Omar Pimienta realizó el proyecto Librería, 180 invitaciones institucionales viejas intervenidas con textos de autores diversos (www.libreria-omarpimienta.blogspot.com). En Querétaro, Román Luján realizó hace algunos años, en colaboración con Jordi Boldó, una serie de metáforas-mueble: poemas breves impresos sobre piedras. También con piedras realiza instalaciones tipográficas el poeta michoacano Efraín Velasco. En Saltillo se fundó, a fines de 2008, el Taller de la Caballeriza (www.caballeriza.blogspot.com), colectivo que reúne a poetas, artistas plásticos, músicos, teatristas y cocineros en torno a dos principios: la capacidad transretórica de la poesía (la posibilidad de crear efectos poéticos mediante soportes alternativos, géneros híbridos y materia poética no textual) y la descripción de lo poético como realidad sintética, simultánea, múltiple y móvil.

Habría que mencionar al paso, también, proyectos cuyo afán no es la producción de obras sino la documentación y/o difusión de estos procesos: Poesía y combate de Antonio Calera, Autismo tv de Inti García Santamaría (v. YouTube), el Periódico de poesía de la UNAM, el festival Poesía en Voz Alta, entre muchísimos otros. La nómina que doy es reducida: apenas se limita a los autores con los que tengo un contacto constante.

A pesar de que estos procesos compositivos tienen aceptación y demanda por parte de algunos lectores,* la mayoría de los poetas y críticos de poesía mexicanos los rechaza. Tal rechazo esgrime dos argumentos fútiles: “eso no es poesía” y “eso no es ninguna novedad, pertenece a la estética de las viejas vanguardias”. La pobreza del primer argumento radica en su hipocresía: parece implicar que está muy bien que se haga poesía visual y poesía/praxis (después de todo se trata de procesos que se ejercen cotidianamente y que son admitidos en los más selectos círculos intelectuales) siempre y cuando a) no se les llame “poesía” y b) quien los realice tenga título de actor, pintor o artista conceptual, no de poeta. Lo que se intenta salvaguardar no es un proceso creativo sino un título nobiliario: poeta. Esto me parece un tanto cursi y digno de un burócrata, no de un creador. Hablar de poetas en tránsito formal y poesía en soportes no convencionales me parece importante: lo considero vía para dar un sentido más puro a una de las palabras de la tribu.

El segundo argumento no es menos endeble, pero sin duda es más perverso: pretende que la experiencia material de los poetas es patrimonio exclusivo de las vanguardias históricas. Afirmación que quizás esté a la altura de don Ignacio de Luzán, pero que suena obtusa y hasta inmoral de cara al yonque tecnológico en que se convertirá el siglo XXI. No me parece imprudente citar aquí a Platón: “el castigo mayor es ser gobernado por otro más perverso, y es por temor a este castigo que gobiernan, cuando gobiernan, los hombres de bien”. Si algunos poetas hemos aprendido a usar Vegas o After Effects después de haber ejercitado el dáctilo es porque la poesía no es un pasatiempo: es una guerra espiritual con y por el mundo. En cualquier caso, negar que la technopaegnia y la poesía/praxis son parte de la tradición no es conservadurismo: es llana ignorancia.

El ninguneo que usualmente rodea en México a la poesía visual, sonora y activa empobrece nuestra vida intelectual. Lo que falta, a mi juicio, es una mayor crítica y autocrítica de estos procesos compositivos. Una crítica dura, seria, que tome en cuenta lo mismo la dimensión técnica y material (el empleo de herramientas retóricas alternativas) que la conceptual y emotiva. Pero que acepte también, como principio, que existen estructuras paratextuales a las que el nombre que mejor les conviene es el de poemas.

1/2/09

Heriberto Yepez

Heriberto Yepez,
Tijuana, Mèxico.

31/1/09

30/1/09

-Una teorìa sobre el arte de Washington Cucurto

Washington Cucurto,

Argentina.






Poemas:


Tribulaciones del poeta Actual

Una interesante disertaciòn sobre la poesìa y lo latinoamericano por Malva Flores

En ocasión de una charla sobre Sergio Pitol en China, en el año 2000 Jorge Volpi declaró que “los intercambios literarios entre los países latinoamericanos son limitadísimos, tanto, que diría que el concepto de literatura latinoamericana no existe, sólo une el idioma". Esta idea ocupa todavía al narrador en su reciente libro de ensayos, Mentiras contagiosas (Páginas de espuma, 2008), y forma parte de aquella arenga grupal, nacida en 1996, cuando por primera vez se da a conocer el Manifiesto Crack durante la presentación de los libros de quienes formarían parte de un grupo que fundó su existencia a partir, entre otras cosas, de un deslinde del boom latinoamericano. Sus novelas, particularmente las del propio Volpi, Ignacio Padilla y Vicente Herrasti hicieron gala de un “cosmopolitismo” que intentaba asegurar, para la narrativa, que ya éramos, al menos los mexicanos, “ciudadanos del mundo”.


¿Qué tiene que ver Volpi con los problemas del poeta actual? Nada y de soslayo, mucho. Esa historia, podrán decirme, ha sido revisada cientos de ocasiones y pertenece al ámbito de la narrativa y tal vez de la mercadotecnia. Sin embargo, las tribulaciones del poeta actual de algún modo no impreciso está ligada a estos acontecimientos de los que el crack es ya sólo un episodio reservado a la academia y la avalancha publicitaria sobre la nueva narrativa hispanoamericana, con sus altos tirajes, las giras globales de autores, los sustanciosos premios y la competencia entre los consorcios editoriales son el pan nuestro de cada día. Los alteros de novelas se suceden en las mesas de novedades como edificios cuyo próximo derrumbe augura el nacimiento de otra, similar y fugaz, pila de libros. “No son aves, sino libros de paso” aseguraba Paz a finales de los ochenta, y aún no existía la explosión de hoy.

Si uno lee Mentiras contagiosas, advierte que Volpi ha seguido a pie juntillas sus propios preceptos sobre la narrativa y lo que llama “cosmopolitismo” (curiosamente retomando algunas ideas de un poeta admirado por Volpi: Jorge Cuesta) y que, efectivamente, sus novelas no intentan exaltar un color local, repudiado por folklórico y sí, en cambio, dar voz a personajes del mundo global, de la historia occidental, etcétera. A su juicio no son más, los latinoamericanos, aquellos personajes que van a París y se deslumbran o que exhiben las miserias y esplendores de su Macondo habitual. Exotismo al revés, ahora los latinoamericanos van a Europa para enseñarles lo que Europa es. Pero, más allá de estos comentarios nacidos seguramente del resentimiento, lo que queda expuesto en el libro de Volpi (y no tendría por qué ser de otra manera), es una ausencia. La literatura es la narrativa. La poesía ha desaparecido.

Volpi marca el fin de la novela latinoamericana (entiéndase, la narrativa del Boom y sus secuelas) con la aparición de Roberto Bolaño, esa marca registrada por Anagrama. Resulta curioso que un poeta, Bolaño, haya provocado esa “epidemia”, en palabras de Volpi. El chileno habla de poetas como habla de tantas cosas, pero si uno revisa la narrativa contemporánea podrá observar que muchos autores (el propio Bolaño, Juan Villoro, Álvaro Enrigue, Enrique Serna, Jorge Edwards, Mario Bellatín, Francisco Goldman o incluso Saramago o Tabucchi, por mencionar sólo algunos) ven en la imagen del poeta un asunto novelable. Así convertido en personaje o idea, imagino el destino de los poetas constreñido a representar una especie casi extinta, algo así como el Tiranosaurio; un elemento exótico, el único personaje que aún siendo grotesco, o quizá porque lo es, se ha convertido en parodia del héroe y puebla el Jurassic Park de los novelistas.


La extinción del poeta sería, entonces, el verdadero problema del poeta actual. No hay Greenpeace para poetas y su defensa puede convertirse sólo en asunto de otra novela. Otra cosa es la poesía, pero suelen confundirse.

Defender a la poesía es como defender a las piedras pulidas por el río o a las piedras mismas de la civilización. Sin embargo, recurrentemente en la historia aparece de nuevo la pregunta ¿cuál es el futuro de la poesía? ¿tiene futuro? Tal pareciera como si, de trecho en trecho, el espacio de la poesía, su lugar de convivencia y alcance, fuera sólo el cubículo. Etiquetada por el mercado como “artículo en desuso”, la poesía desaparece de los anaqueles y se refugia en ediciones marginales, o ediciones de autor, que viene a ser lo mismo. Pasa de mano en mano. Pero, ¿cuándo ha sido diferente? Si pensamos que Mallarmé editó una antología de su obra en 1887 y tiró 40 ejemplares o que Rimbaud pagó la edición de Una temporada en el infierno, no deberíamos asombrarnos. La primera edición de La alegría, de Ungaretti, fue de ochenta ejemplares; la de Las flores del mal, fue de un poco más de mil.

Pero los poetas, al menos los mexicanos, se quejan. No hay espacio para la poesía. Como una forma de sobrevivencia, en México algunos poetas se han refugiado en la academia como un injerto anómalo. Han fatigado las arduas galeras, diría Borges; venden enciclopedias o tacos. Se esconden tras la silla burócrata, diseñan camisetas, llaveritos; hacen largas filas en pos de una beca. Pero, ¿alguna vez fue distinto? Los poetas siempre se quejan. En México, al menos, ya no hay suplementos literarios; la crítica de poesía, la crítica viva, prácticamente ha desaparecido y las —cada vez menos— revistas literarias, incluyen la poesía en sus páginas como se pone un florero en la sala. No ocurre así en otros lados quizá porque, alejada del estipendio oficial, la poesía ha recorrido el camino que ha sido siempre suyo desde el inicio de la modernidad: el margen, no como marginalidad, sino como el resultado de una decidida voluntad minoritaria que ve en el poema no un artículo de consumo, sino una forma viva de duración.


Sin embargo, desde hace más o menos una década, los poetas más jóvenes han emprendido otro derrotero que no es sino el más antiguo, modificado ahora en su versión global. Mientras suceden las ferias, se premian y promocionan a los narradores, se realizan giras cosmopolitas, los poetas relegados de su lugar público regresan a lo privado, aunque en formas quizá contradictorias. Avecindados en Facebook, MySpace, o en los innumerables blogs que pueblan la red, los poetas hacen de lo privado cosa pública. Reanudan pues, aunque aún torpemente, una conversación que antes estaba destinada al salón, al café o a las revistas. Silenciosamente para el mundo del mercado, se realizan festivales, se crean redes en la red, aparecen editoriales independientes. Y sucede algo que, al menos, pone en entredicho aquellas palabras de Volpi en China donde asegura que “Los intercambios literarios entre los países latinoamericanos son limitadísimos”.

Los jóvenes poetas piensan otra cosa. Para hablar del movimiento actual de la poesía latinoamericana habría que trasladarse, y tampoco es algo nuevo, hacia el cono sur del continente para ver sus orígenes. Los nombres de Washington Cucurto (seudónimo de Santiago Vega), Martín Gambarotta, Sergio Raimondi, Cristian De Nápoli, Gabriela Bejerman; los chilenos Alejandra del Río y Germán Carrasco y un alemán, Timo Berger, son varios de los muchos nombres que constituyen esa red poética de la que hablaba atrás y que tiene su centro de irradiación en varios festivales como el “Latinale”, de Alemania; “Poquita fe”, en Chile, “Salida al mar” en Argentina, o en las innumerables antologías virtuales que van agrupando poetas latinoamericanos, entre las que destaca el proyecto Las afinidades electivas, las elecciones afectivas, promovida por el poeta argentino Alejandro Méndez, a través de los blogs. En México, la integración a estas redes se ha venido realizando cada vez con mayor frecuencia y ya son bastantes los poetas que con sus ediciones o trabajo han ingresado a las listas o han asistido a estos festivales. De entre los poetas que en México siguen esta corriente podemos mencionar a Rocío Cerón, Carla Faesler, Hernán Bravo Varela, Julián Herbert, entre varios otros; así como destacan las ediciones El billar de Lucrecia, la agrupación Motín Poeta, el “Slam poético de la colonia Roma” y el “Campeonato nacional de verso libre”, cuya final —me cuenta Sergio Valero— se disputó en un cuadrilátero con narración en vivo.

Hartos de Paz, Octavio —“una gran loza que al fin se nos quitó de encima”, han dicho algunos—; de Juarroz —de quien nadie se acuerda en Argentina, aseguran otros—; de Borges —"¿Cómo le voy a creer a un ciego que lee?", en palabras de Cucurto— o de Gonzalo Rojas; estos poetas, cuya gran mayoría no ha cumplido los treinta y cinco años (fecha oficial para dejar de ser joven en México), confían en la dudosa novedad del Spoken Word, alimentan la idea de realizar lecturas de poesía como los antiguos aedas; hacen videopoemas, intervenciones, performances y creen más que en las mentiras contagiosas, en la contaminación de los lenguajes artísticos a partir de un vínculo con el lenguaje poético. Así como abominan de aquellos padres poéticos, han encumbrado a autores como Roberto Echavarren, Diego Maqueira, Nicanor Parra, y en México a Gerardo Deniz o David Huerta.


No por casualidad los nombres de sus agrupaciones, festivales y títulos (recientemente el Billar de Lucrecia ha publicado la antología Nosotros que nos queremos tanto), aluden a una condición popular donde, se cree, pueden encontrarse las raíces de la asimilación con un público para quien la poesía había dejado de significar algo. Pero ese público, esos posibles lectores, no son otros que los mismos poetas de siempre, ahora como grupo latinoamericano, leyéndose, juzgándose, peleándose y, acaso, conversando.

“Después del boom hay mucho más. En búsqueda de una nueva América Latina y de su poesía joven”, anunciaba la página web de Latinale para su edición 2007. También puede leerse que en el encuentro “entrará en acción una guagua lírica, un bus literario. Esa camioneta interurbana –llamada colectivo, micro, guagua, bondi o camello en Latinoamérica—, se convertirá en el bus de Latinale que servirá como una metáfora movediza y pondrá de manifiesto el nuevo desarrollo transnacional de la comunidad poética (latinoamericana) citada en Europa.” La idea gregaria, comunal, de los poetas latinoamericanos actuales no puede ser más evidente.


Como mi intervención se llama “Tribulaciones del poeta actual” no voy a hablar de la obra de estos poetas. Sus discusiones y propuestas requerirían de un espacio mayor. Señalo sin embargo otra cuestión. Cuando surge la pregunta ¿tiene futuro la poesía?, existe una sospecha implícita. “La poesía está en crisis”. Las actividades y actitudes de estos jóvenes poco dicen, por sí mismas, de la naturaleza de su lenguaje poético. Recientemente, sin embargo, y para el caso concreto de México, Heriberto Yépez ha comentado en relación con el Spoken Word y otras de esas prácticas: “Al spoken word se llega cuando: 1) hay carencia de buena poesía, 2) no se tiene una solución real, 3) se disfraza la crisis haciendo shows populistas.”


Lo cierto es que cada generación tiene su manera de plantarse en el mundo, aunque esta forma sea tan vieja como las piedras de la civilización. Como pertenezco a la última generación que no vio en Paz sólo a una loza, no tengo más remedio que citarlo: “Vivimos una vuelta de los tiempos: no una revolución sino, en el antiguo y más profundo sentido de la palabra, una revuelta. Un regreso al origen que es, asimismo, un volver al principio. No asistimos al fin de la historia, como ha dicho un profesor norteamericano, sino a un recomienzo (…). La poesía no busca la inmortalidad, sino la resurrección”. Habría que recordar, sin embargo, que “la poesía es el antídoto de la técnica y el mercado. A eso se reduce lo que podría ser, en nuestro tiempo y en el que llega, la función de la poesía. ¿Nada más? Nada menos”.


No quisiera terminar sin comentar algo. Mientras me preocupaba por la manera de concluir esta charla, entré en mi página de Facebook. Me había negado a ingresar a ese circuito donde uno escribe en “muros virtuales” —grafiti cibernético que aún me produce la sensación de estar hablando con la pared—, pero un impulso de renovación un tanto cuanto patético me llevó a aceptar la invitación de rigor. En mi “acción de estado” escribí, como vi que se hacía, lo que en ese momento me estaba aconteciendo. Mi mensaje era el siguiente: “Malva intenta escribir una ‘ponencia’ sobre las tribulaciones del poeta actual”. Pocos minutos después el poeta Aurelio Asiain —un viejo amigo que ahora ejerce como profesor en alguna universidad nipona—, escribió en mi muro: “La primera de las cuales es tener que escribir ‘ponencias’ y usar la palabrita.”

Al parecer, la tribulación sólo es mía.
Publicado por Malva Flores en 10:03
Etiquetas: Aurelio Asiain, Jorge Volpi, Poesía latinoamericana, Poetas mexicanos, Spoken Word


Tomado de: aquì

Renèe Acosta

Renèe Acosta,
Chihuahua, Mèxico, 1977.


Poemas
IV

Que tú la voz que otorga
Haga montaña el sincopado arpegio
Fundando ante la tierra el plano,
El magnífico dilatador, ahora,
Que tú te hayas levantado
Del nudo episcopal del fuego;
te hayas hecho aire
De agua, tierra y vida
Para tonificar el labio
La voz del que grita en el destierro
Para calcular la gota cero
Y el momento absoluto
En que tú te sigas expandiendo
Con la zaga y la conquista,
Esa la de permanecer
En antiguo punto de calor
¡Oh! sueño en llamas
-¡Oh cinta de Moebius!-
para que tu cuerpo divino
sea el divino cuerpo del universo.




VI


Que se diera tanto
De insular epifanía
Con el fuerte gravemen
Patidifuso
Con la cruz coagulada
De los vientos

¡Ah ¡ que se partiera en dos
Y en dos el ocho
Dividido y multiplicado
Y vuelto a sumar
En una ecuación
Que multiplica cuando resta
El acto, sonido, presencia
De cada esfera suministrada
Por la bondadosa escalera numérica
¡Oh Gödel!¡Oh grande!¡oh Fibonnacci!
La arqueología ontológica
De la presencia.

___

Poemas tomados de aquì

28/1/09

Fabiàn Casas

Fabiàn Casa,

Argentina.








27/1/09

Poesìa Visual en latinoamèrica

POESIA VISUAL EN LATINOAMERICA

por Harry Polkinhorn, 1997



Latinoamérica nos provee con una gran cantidad de ejemplos de una muy rica tradición en poesía visual. De hecho, una de las más importantes e influyentes contribuciones a la poesia visual internacional, la poesía concreta, fue inventada en Brasil. La primera exhibición de este trabajo fue llevada a cabo en Sao Paulo en diciembre de 1956. Como un antecedente al experimentalismo poético en general, uno sólo tiene que citar los diversos movimientos de vanguardia que tuvieron prominencia en Latinoamerica.

El creacionismo (1916) cuyos adeptos incluían a Pierre Reverdy en Francia y Vicente Huidobro, Gerardo Diego y Juan Lerrea, tuvieron una visión semi mística de los poderes divinos del poeta. Cercanamente relacionados se encontraban los ultraístas, conformado por siete poetas influenciados por Mallarme: Guillermo de Torre, Xavier Bóveda, César Comet, Pedro Garfias, Fernando Caballero, J. Rivas Panegas y J. de Aroca. Elaboraron su Manifiesto vertical ultraista en 1920 y publicaron sus trabajos en su revista Ultra en 1921 y 1922.

El estridentismo fue un movimiento mexicano cuyo principal proponente, Manuel Maples Arce, publicé Andamios interiores y Urbe en 1922 y 1924. Otros en este movimiento fueron Salvador Gallardo, Luis Quintanilla, Germán List Arzubide y Arqueles Vela. El estridentismo buscaba una mezcla de futurismo, dadaísmo y surrealismo con elementos de revolución social. El 'grupo sin grupo', los Contemporáneos, que datan de los veintes, tomaron una aproximación un poco más tradicional hacia la poesía. Las vanguardias históricas (dadaísmo, futurismo, surrealismo, cubismo, etcétera) tuvieron todas su impacto en la experimentación latinoamericana.

En una etapa posterior que empezó de los cincuentas en adelante, los latinoamericanos avanzaron más allá de las posiciones creadas por sus antecesores. El suizo boliviano Eugen Gomringer y su Constelaciones, así como su manifiesto Del verso a la constelación, fueron influyentes. Estructuras, del uruguayo Ernesto Cristiani (gestado desde 1954 y publicado en 1960), así como parte del trabajo de Mathias Goeritz, un artista alemán residente en México, fueron importantes. Goeritz organizó el primer gran trabajo de exhibición de poesía concreta fuera de Brasil, llevado a cabo en México en 1966. De los sesentas en adelante, la poesía visual fue incrementando por medio de una red de pequeñas revistas que incluyeron "Diagonal cero" y "Hexagono 71" en Argentina, "La pata de palo" así como "Ovum 10" en Uruguay. La argentina "Hoja Hoja Hoy", "Signist" y "Tucumán Arde" fueron otros grupos de esa época; asimismo surgieron los Experimentalistas de la Escuela de Caracas, el Concretismo Noigandres de Haroldo y Augusto de Campos, Decio Pignatari y Ronaldo Azeredo, así como el Neoconcretismo de Ferreira Gullar y Helio Oiticia; el Actiona Art de Clemente Padín, Wlademir Dias-Pino y su poesía de proceso, así como el arte correo internacional, forman el contexto cultural que ha nutrido la poesía visual contemporánea en latinoamérica.

Un rasgo que marca mucho del trabajo de este periodo es un conceptualismo de inflexión latina. El instituto Di Tella de Jorge Romero Brest y el Centro de Arte y Comunicación en Argentina jugaron papeles clave en el apoyo de estas corrientes. Los artistas buscaron maneras apropiadas para tratar con temas como la represión social, la pobreza, la política internacional y la contaminación ecológica, junto con otros temas. Estos artistas incluyen a Luis Pazos, Horacio Zabala, Juan Carlos Romero, Edgardo Antonio Vigo, Roberto Durarte, Jorge Gamarra, Eduardo Leonitti, Víctor Grippo, Juan Berchetche, Alfredo Portillos y muchos otros. Mencionados aquí se encuentran los proyectos conceptuales del arte correo de Liliana Porter y Luis Camnitzer en el Instituto Di Tella en Buenos Aires, y los intercambios postales de Clemente Padín, E. A. Vigo, Dámaso Ogaz, Guillermo Deisler, Pedro Lyra y otros.

La poesía visual en el presente es practicada extensamente alrededor de latinoamérica. Las exhibiciones internacionales han sido montadas en unos de los varios países que conforman esta región diversa, dichas actividades se centran principalmente en México, donde el grupo de César Espinosa, Nucleo Post-Arte, ha auspiciado un número de las Bienales Internacionales de Exhibición de Poesía Visual y Arte Alternativo (86, 88, 90, 92, 94, 96). La próxima Bienal Internacional esta fechada para 1998. Publicaciones, simposios y performances acompañan a las exhibiciones, las cuales han sido puestas en múltiples lugares y luego desplazadas en toda la república y otros lugares.

¿Qué distingue a la poesía visual de latinoamérica? ¿Comparte ésta una serie de características especiales? Por el estatus de dependencia de muchas naciones latinoamericanas, imaginaria política y económica aparece frecuentemente en la poesía visual temas sobre el medio ambiente, pobreza, deuda externa, represión militar, son la preocupación de los artistas latinoamericanos. Como todo este trabajo, implícita en sus a veces duras críticas se encuentra la visión de un mundo mejor, un mundo donde una más justa distribución de bienes reduciría las crecientes discrepancias de los niveles de vida tan notables entre los ricos y los pobres. Una carencia de infraestructura cultural y una siempre presente censura han encausado a que los artistas más críticos del status quo a recurrir a la fotocopia y la mimeotecnología para la reproducción de su trabajo, así como al servicio postal internacional para su diseminación.

Finalmente, la actual preocupación entre los teóricos latinoamericanos se centra alrededor del posmodernismo en el arte experimental, y cómo la fragmentación, el pluralismo, las perspectivas múltiples, el reciclaje de la historia y todo el rango de las estrategias posmodernistas aparecen en el mejor trabajo de poesía visual que se realiza en Latinoamérica.


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Tomado de aquì

26/1/09

25/1/09

Carlos Henrickson

Carlos Henrickson,

Chile.



TECNOPACHA

Una de las muestras más poderosas de la vitalidad y modernidad paradojal del viejísimo oficio poético que son menos evidentes, es la metamorfosis permanente de la imagen del autor. Nacido el oficio de una vaga penumbra en que entrevemos al poeta como aquel a cargo de la Totalidad, al poeta no le fueron extraños los status del sacerdote, del emisario de la incipiente vida cívica, del sabio, el bufón o el soldado. La cuesta abajo de la totalidad de la vida bajo los lazos de civilizaciones cada vez más reduccionistas de las imágenes y atributos del ser humano, puede leerse fácilmente en el historial de la constante sobredeterminación del autor de poesía, incluyendo ese momento en que se supuso falazmente a la poesía como una escritura y aquel en que se supuso al poeta como necesariamente comprometido o necesariamente no-comprometido. La vitalidad irreprimible del oficio poético ha barrido con todas las determinaciones que desde el segundo cielo de la cultura (un cielo falso, por supuesto) se le han querido dictar, confirmando con ello lo primordial de nuestra actividad.

Es en este sentido que Tecnopacha nos da un evento que la poesía nos entrega tan sólo de vez en cuando y en momentos en que los cambios históricos precipitan vueltas de cabeza de todo lo que era la vida conocida: la resituación del autor con respecto a la sociedad y a su obra.

Tecnopacha presenta un mundo fracturado, cuyos pasados ancestral y cercano, su presente y sus futuros utópico o catastrófico, se rebelan a toda solución de continuidad, proyectándose como instantes fragmentados que cohabitan el momento de la escritura. Este momento está lejos de ser el presente, y es importante el peso de la elección que asume Óscar: el tiempo de los eventos proféticos, en que el registro de la visión y los sucesos ocupa un destiempo urgente que acaba por frustrar toda posible diacronía. Así, la visión profética termina eligiendo la niebla en vez de la comunicación directa.

Plantear en este sentido que el hablante se asume desde la profecía es una deducción sumamente simple, que es verdadera en algún sentido, pero incompleta (y aquí creo que yace la confusión de algunos críticos al asociar de modo directo esta poesía con la mera utilización mimética del discurso profético que hace Zurita). El transcurso vital y espacial del hablante a través de una geografía traspuesta en el delirio, multiplica su posible situación, haciendo una especie de “viaje de vuelta” desde la sobredeterminación de la poesía moderna. El poeta recupera en Tecnopacha el status de estrella de rock o pop, de chamán, sacerdote, de mesías religioso o político, de líder de masas de derechas o izquierdas, de víctima o victimario, asumiendo una salvaje parodia de la totalidad ancestral del oficio. Esa totalidad degradada y ficticia es exactamente, creo, el cargamento de pólvora de Tecnopacha a nivel sociopolítico, el darse como espejo de la ilusión capitalista de falsa totalización de la existencia, lo que Guy Debord denunció en La Societé du Spectacle como espectáculo, falsa unificación de la existencia en el seno de la apariencia -una vida social desvanecida. En esa abundancia de la desposesión, la proliferación delirante de imágenes en la poética de Óscar se consuma naturalmente en lo que el mismo texto indica como el poema capitalista. Esa entrega de sí del libro como negación reproduce directamente la entrega de sí del espectáculo como negación de la vida en un espejo deforme, que deja ver el mecanismo de dominación de ese espectáculo.

De ahí la inquietud política que surge de la poética de Óscar, visible incluso en quienes no tienen el “entrenamiento” de la lectura política de textos. La visión de la fragmentación es construida con una acuciosidad del uso de un lenguaje precisamente conformado para este efecto. El que el hablante comparta este destino de degradada fragmentación del sistema socioeconómico y el sistema simbólico, pone en una crisis general todo el imaginario presentado en Tecnopacha, produciendo naturalmente el efecto abismal de un barroco postmoderno.

Profeta que no anuncia mesías, sino la sempiterna derrota de remedos de mesías impotentes y de carne y hueso, espectáculo ultrasubjetivo y despojado que refleja el espectáculo totalizante de dominación social; este decidido habitar de la contradicción en el sentido más profundo (en el de los procedimientos de creación de imagen) reafirma, como decía al principio, el carácter de manifiesta vitalidad de la poesía chilena, al asumir una nueva vuelta de tuerca en la situación del autor. Experiencia límite de deriva de sentido en la literatura, Tecnopacha y la serie de libros que vendrán pone en escena un nuevo acercamiento entre poesía y vida, más estrecho que el poema político de reivindicación desde el instante en que opera a través de negaciones. Tecnopacha marca, definitivamente, una inflexión en la poesía chilena reciente, al apuntar con decisión un punto de fuga posible hacia una poética política que se sepa deshacer de los fantasmas y lastres de la enunciación obvia. En este sentido, el paradójico carácter fundacional de la función profética se aplica en propiedad, y la necesidad de la poesía como una de las alternativas a la barbarie vuelve a ponerse en el horizonte de la literatura chilena.

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tomado de: http://henricksonbajofuego.blogspot.com/2008/12/tecnopacha-ms-all-de-una-potica-de.html

22/1/09

Julia Sarachu

Julia Sarachu,

Argentina, 1978.


Poemas


Autoconsistencia

Soy cauta,
y no quiero pronunciar una palabra
si ésta antes no explota en mi garganta.
Porque siento que cada transformación
inmoviliza el universo.
Yo misma soy una estrella congelada
que viaja del centro a las aristas
y sólo,
al profundizar en su centro
se libera,
no quiero servicios
servidumbres encubiertas,
mundos virtuales
ni palabras que me debiliten
ni poderes que se deshacen como bosta seca,
porque cuando Prometeo le dio
el rayo a los Hombres,
la víbora perdió su veneno
y aquellos su Pan...
Voy a ver que se mueve bajo el agua del río
y la tintura del álamo que sangra.

Y todo continuará como siempre.

Cuando la nostalgia de las formas
llora, llora,
y se deshace caleidoscópica.
Cuando el hombre es hombre,
y luego un pez,
y una nube vaporosa;
llora, llora,
y se mira al espejo
y le gusta verse llorando...
Entonces yo,
la serpiente venenosa
volveré a hacer el mal.
Y todo continuará como siempre.

Narciso

Dentro del embudo de zinc
relampaguean sobre mí
lumínicos.
Rebotan y se expanden
como el eco retumbante de un amor deseperado.
A mi paso se prolonga
el húmedo reflejo.
Veo,
a lo lejos,
nuevamente mi propia imagen.

Nautilus

Lenta transformación
de las cosas
sobre la superficie
extensa
de la ola.
A gran profundidad
silencio:
para la búsqueda de sí
que experimenta Nautilus
en elástico zig-zag.
Veo de cerca.
Voy a esperar
desde aquí,
la explosión de su corazón dinamita.

La muerta

Demasiado entusiasmo
desborda en una curva.
Harta de cosas
explícitas o sugeridas.
( Mejor dicho ),
harta de cosas;
abandono.
Y
encuentro el verso
entre la bruma
en el sinfín que se ahoga
la recolectora de algas.

El ahorcado

Entre el cielo y la tierra:
liviano.
Como en un sueño
ajita el aire
con sus suaves movimientos.
El oficio pendular
de su cuerpo suspendido
marca
un ritmo obsesivo
en la cabeza
una sensación
de vértigo en el pecho
que se abre
se infla de oxígeno
y transforma
ante mis ojos
de la naturaleza
la muerte.

Tetsuo

Tetsuo.
El príncipe de lo multiforme
expira luces y colores
en el instante previo a la explosión.
No imagina Tetsuo
que sus manos tranquilizan
la ondulante incertidumbre de los planetas.
No imagina Tetsuo
Que el laberinto digital de sus pulgares
resuelve el misterio del tiempo.
Del viento.
No imagina Tetsuo
la insignificancia de la capa y el cetro;
no imagina el origen de su poder-hacer.
No imagina que el hombre lo observa
y sólo ve,
los dramáticos vaivenes de su anatomía.

Astronauta

A gran velocidad
deja atrás
una multitud de tallos vencidos.
De a poco la Tierra
transforma el recuerdo,
un planeta más...
Traspasa
la fragilidad de una capa
y siente
el desamparo del último sonido.
Una bocanada lo succiona
espacio adentro
Venus ya no late
como mariposa translúcida
también es
un planeta más.
Magnitud que inutiliza
la velocidad de su nave.

Terrible Monstruo

Comenzó por devorarme.
Vi como
hambriento
empujaba con sus músculos las olas.
Ahora
en su interior
no opongo resistencia.
Y sin miedo
abro los ojos.
Mientras caigo por su garganta
acepto con placidez
las transparencias y los nácares
la turbulencia de las algas
el movimiento voluptuoso
de los peces
la fogosidad de los corales
febril
a través de las corrientes hasta marearme...

La Virgen Niña

La Virgen niña
duerme a la sombra en el desierto arenosa.
Sueño de rosas
para la Virgen de las cosas.
Total hay un Dios, adentro y afuera
(de la enredadera).
Y como el perfume de la indiferencia:
pura inocencia cambia de forma.

Octopus

Octopus se desplaza
En repentinas convulsiones:
Rodea las formas
Hasta inundar
Todos los intersticios.
A ojos cerrados
Expande sus puntas
Contrae sus puntas
(no sin dolor)
y atrae hacia sí el alimento.
En las profundidades
Para Octopus
No hay decepciones...


Pampa

A través de la pampa
Continua
Yo
Soy el único accidente:
Sobre mi cuerpo
Se pliegan los caminos
Hacia mí
Se dirigen los rumores
Que anuncian
La descarga eléctrica
Contra mí.
Desde aquí la mirada
Multiplica su alcance
Reproduce
A mi alrededor
Un remolino microscópico
De transformaciones.

La revelación mesmérica

Mejor así,
inmóvil.
Porque observo;
el movimiento de la materia indivisible.
Desde aquí, ahora.
Mejor así,
invariable.
Porque giro;
y para las agujas del reloj el tiempo no es lineal.
Y ahí ahí,
justo ahí,
en el corazón del silencio
como en la intimidad de mi muerte
parece imposible decir que Dios no existe

La transformación del amor. El esclavo.

La luz de neón
invade democrática:
a la izquierda
filamentos ondulantes en serpenteo tornasol
( probablemente pelo de mujer ).
A la derecha tus manos
y la mitad del sonido.
A ras del suelo Tacoaguja
circula en busca
de los pies del traidor.
Desde la plataforma tengo suerte
porque todos me miran
y puedo reconocerme
en sus pupilas.
Ahí ahí,
estoy yo.
Recibiendo
el amor de los aplausos.

La transformación del caos. Babaperla

En el equinoccio de primavera
llagaron las arañas.
Del centro a la periferia
establecen alertas
la red de los objetos.
Como el vaivén inmóvil
que decide
la suerte del gato
en torno a la pecera.
Así,
la reina Babaperla
expande sus puntas
desdibujando los contornos.
En el pantano
de un temor oblicuo
nació la esfera.

La transformación de la ciudad. Transeúnte.

Sólo cadencia y ritmo
paisajes cubiertos de autopistas
y veinte muertos por día
gente-remolino
ávida pero sin deseos
frente al kiosco un chico pide
algo... Y despúes otra cosa,
globo globo
a través del lejano oeste
del cercano oriente
yo soy el otro y el otro es yo
hasta que leo: 'neumáticos, alineación y balanceo'
y el río no sale de madre
y el árbol sigue creciendo
debo encontrar primero
la armonía de mi propio movimiento.

Transformación del yodo. Captación tiroidea

Procedo
despreocupada
a la ingestión de iodo radioactivo.
Probablemente tiña mi espuma
con delicados tonos cálidos.
Imperceptible:
materia efervescente
que capta
la agitación de mis partículas.


El fin

Hay un lugar
en el mar
hay un lugar
donde dos mundos niegan
su singularidad.
Manos blancas
para la muerte
en el mar.
Es la Bruma
que desciende
en el límite del horizonte de esta línea.


Océano


Comenzó por devorarme.
Vi como
hambriento
empujaba con sus músculos las olas.
Ahora
en su interior
no opongo resistencia.
Y sin miedo
abro los ojos.
Mientras caigo por su garganta
acepto con placidez
las transparencias y los nácares
la turbulencia de las algas
el movimiento voluptuoso
de los peces
la fogosidad de los corales
febril
a través de las corrientes
hasta marearme.




Tornado

Momentos antes la atmósfera
se vuelve sofocante
la noche
ha descendido
prematuramente.
Nubes
de extraña coloración
corren enloquecidas.
Algunas
se precipitan hacia la tierra
adoptando el aspecto
de esferas irregulares.
En medio de la confusión de masas
en movimiento
ciertos entes vaporosos
empiezan a girar
alrededor de otros formando
la columna del tornado:
una enorme serpiente verde
asoma sus colmillos
resplandecientes.
Puntos oscuros
en las paredes semitransparentes de la tromba
producen una revolución
cada dos segundos.
Repentinamente
la violencia absorbente de los vientos rotatorios
levanta árboles enteros
que sobrevuelan
como pájaros deformados.
Gemidos agudos
no permiten distinguir
el ruido causado
por el derrumbe de edificios
y la destrucción
de otros objetos.
En ese instante frente a mis ojos
Lo hermoso es feo
lo feo es hermoso
revoloteando por entre la niebla
y el aire impuro.




Vesubio

La abertura vuelca
su interior:
materias abrazadas.
Aire
es indispensable
para la combustión.
Sin embargo
sólo veo
llamas crepitantes
evolucionando
con estrépito
hacia el cieloscuro.
De pie
ante la columna ardiente
enajenada.



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Poemas tomados de: http://www.zapatosrojos.com.ar/Biblioteca/Julia%20Sarachu.htm