Siempre existirá una necesidad en cualquier persona que se precie de ser un lector por descubrir, comprender, disfrutar, y hacer propias nuevas expresiones artísticas. En el caso particular de la literatura y en específico de la poesía, que tiene un círculo de difusión menos amplio que el de la narrativa, no siempre es fácil estar en contacto con el día a día de la nueva poesía escrita por jóvenes desconocidos alrededor del planeta; ya sea por razones geográficas, económicas, o de mercadotecnia se trata de una obra que desafortunadamente permanece sin difusión.
Afortunadamente, con la aparición de internet se han vuelto mucho más accesibles las bases de datos, las bitácoras personales, los diarios electrónicos, la creación de innumerables sitios destinados a la difusión de la labor que están haciendo nuestros nuevos poetas alrededor del mundo.
Sin embargo, ahora parece presentarse una paradoja: pues ante la aluvial información y exposición inimaginable de material a la que se ve uno expuesto como lector también surge, en este momento, la imperiosa necesidad de establecer nuevas formas de agrupar y concentrar las expresiones más representativas de lo que sucede actualmente en el terreno de la poesía latinoamericana, en especifico en lugares como México, Perú, Argentina y Chile.
Este sitio trata de construir un vínculo entre obra y lector; lo aquí expuesto se erige como una invitación para todos nuestros visitantes a que ahonden más y se rodeen del mundo no tan conocido de la poesía latinoamericana de nuestros días, y es por ello que se ha elegido a internet como el medio ideal para cumplir con nuestra labor de difusión.
15/6/09
Manuel Gabriel Tzoc Bucup
MANUEL GABRIEL TZOC BUCUP
Ciudad de Guatemala, 1982.
Publicó su primer libro Esco-p(o)etas para una muerte en ver(sos) b-a…l…a en 2006 por la editora artesanal Folio114, pertenece al colectivo de poesía emergente s.o.p.a. (sociedad optativa de poetas anónimos). También es artista conceptual, performer, modelo de fotografía y fotógrafo. Actualmente prepara otros libros de poemas a publicar.
http://poemaanimal.blogspot.com
6
El vértigo en el cuadro de agua se detiene. Un lado del cuadro se entreabre: no puedo dejar de nombrarte. Si escribo cuchillo tarde lluviosa o azul te nombro. ¿Por dónde voy desde que el cuadro se abrió? Los deseos son malvados. Quiero olvidar. Hoy será mi último respiro. Mi último poema. Nada. No puedo dirigir a mi trapecista por los senderos de la muerte. Antes solía sentir rojas olas dentro de mi ser. Hoy me hundo en aguas negras. Debo escoger un camino por este árbol de huesos. Con el tiempo supe que el lenguaje es peligroso si no hay equilibrio. Y es un engaño decirte que pasa. No pasa. Ni pasará nunca. Quiero decir corazón sin decir corazón. ¿Qué no existen otras formas para esto? Me desgasto en los intentos de explicarte que te a… no. Ya no debo nombrarte. Pero si escribo de mí escribo de ti y de todos. ¿Cómo lograr entonces estar a solas sin contar con los otros? ME VA A SEPULTAR UNA AVALANCHA DE PALABRAS…
19
a A.P.
Te regalo cuadernos vacíos
para que escribás aventuras
“las aventuras perdidas”
de esas que se escriben y se borran
se leen y se cierran
para que grités:
¿a quién rezarle para que ya no siga?
¿a quién rogarle para que ya no prosiga?
Por hoy estoy bien
mañana
ojalá y algo me ayude:
una bicicleta azul
un escrito azul
una tarde azul en un vestido azul
hay tanto que hacer sin deseo
tanto que desear sin hacer
Te regalo lápices de colores
para que dibujés ojos
una “habitación llena de ojos”
de esos que se miran y odian al espejo
se cierran y tienen pesadillas
para que manchés tu conciencia
con actos desordenados
te regalo manías depresivas
para acabar con esto
de una vez por todas
___
Fuente: Santa Muerte Cartonera
Ciudad de Guatemala, 1982.
Publicó su primer libro Esco-p(o)etas para una muerte en ver(sos) b-a…l…a en 2006 por la editora artesanal Folio114, pertenece al colectivo de poesía emergente s.o.p.a. (sociedad optativa de poetas anónimos). También es artista conceptual, performer, modelo de fotografía y fotógrafo. Actualmente prepara otros libros de poemas a publicar.
http://poemaanimal.blogspot.com
6
El vértigo en el cuadro de agua se detiene. Un lado del cuadro se entreabre: no puedo dejar de nombrarte. Si escribo cuchillo tarde lluviosa o azul te nombro. ¿Por dónde voy desde que el cuadro se abrió? Los deseos son malvados. Quiero olvidar. Hoy será mi último respiro. Mi último poema. Nada. No puedo dirigir a mi trapecista por los senderos de la muerte. Antes solía sentir rojas olas dentro de mi ser. Hoy me hundo en aguas negras. Debo escoger un camino por este árbol de huesos. Con el tiempo supe que el lenguaje es peligroso si no hay equilibrio. Y es un engaño decirte que pasa. No pasa. Ni pasará nunca. Quiero decir corazón sin decir corazón. ¿Qué no existen otras formas para esto? Me desgasto en los intentos de explicarte que te a… no. Ya no debo nombrarte. Pero si escribo de mí escribo de ti y de todos. ¿Cómo lograr entonces estar a solas sin contar con los otros? ME VA A SEPULTAR UNA AVALANCHA DE PALABRAS…
19
a A.P.
Te regalo cuadernos vacíos
para que escribás aventuras
“las aventuras perdidas”
de esas que se escriben y se borran
se leen y se cierran
para que grités:
¿a quién rezarle para que ya no siga?
¿a quién rogarle para que ya no prosiga?
Por hoy estoy bien
mañana
ojalá y algo me ayude:
una bicicleta azul
un escrito azul
una tarde azul en un vestido azul
hay tanto que hacer sin deseo
tanto que desear sin hacer
Te regalo lápices de colores
para que dibujés ojos
una “habitación llena de ojos”
de esos que se miran y odian al espejo
se cierran y tienen pesadillas
para que manchés tu conciencia
con actos desordenados
te regalo manías depresivas
para acabar con esto
de una vez por todas
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Fuente: Santa Muerte Cartonera
14/6/09
Ernesto Carrión
ERNESTO CARRIÓN
Guayaquil, Ecuador. 1977
Ha trabajado en poesía el libro La muerte de Caín, cuarteto formado por los poemarios: El Libro de la Desobediencia (2002), Carni vale (2003), Labor del Extraviado (2005) y La Bestia Vencida. Publicado en su totalidad por la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Actualmente trabaja en el quinteto Los duelos de una cabeza sin mundo. El poemario Demonia Factory –segundo libro formal de ese nuevo trabajo- fue publicado por la editorial Zignos, Lima (2007) y por la editorial Eskeletra, Quito (2008). Publicó, junto con el poeta peruano Maurizio Medo, los poemarios Contramano (2008) y Álbum de arena [Primera Antología Binacional de Poesía Contemporánea Ecuador-Perú] (2008). Preparó el libro Identidades a Plazo [Recopilación de textos de pacientes del Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce] (2008). Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2002), el Premio Latinoamericano de Poesía Ciudad de Medellín (2007) y el Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade (2008).
Adelanto de Toma esta cabeza mestiza por donde rodará un dios judío
[a]
abuelo de 31 años reparas en los posibles pedazos de carne erecta chorreando manos y muslos Miles de manos y muslos bajo un cielo estancado en el fondo de un álbum demasiado respetable para ser un álbum ¿Nuestro álbum? –me dices- y yo repto para matarte de veras Para emboscarte justo en la línea donde se dobla Yo repto para matarte de veras como hundiendo mi rodilla en una boca negra cerrada que no es mía
que nadie diga que miento que tú vives
[b]
que alguien se anime pronto a robar tu rostro y quemarlo en la habitación donde te mueves a coleccionar tu orina regada en las cordilleras del mundo aunque a veces mal repartida en tu pantalón Que alguien se anime pronto a contar la historia de lo que pasó contigo: esos delitos que ya no reconoces pero que antes abrigabas como síntomas sobrecogedores de esa aparición tuya Yo he venido para desinfectarte las manos y derrames aquí la sangre más barata alguien se anime a robar tu rostro y quemarlo en mi boca rodante
[c]
con la cabeza que defeca modiglianitos malditos entramos en todas las fiestas de la oscuridad con una jarra de vino bailándonos debajo de los ojos Enfermos de la drogadicción por el dinero escondimos la ciudad en una axila y sacamos a brincar a la serpiente por más de 30 años Fumábamos desnudos y corríamos como locos formando el rompecabezas de los pájaros derrumbados sobre la ropa interior que dejamos abandonada en cuartos plásticos Tú ya no recuerdas esos cuartos porque ibas dormido
[d]
llevándote -como ya no recuerdas- hundimos la verga sonriendo en paladares entumecidos que sonaban a cáscara partida o a fosas tan comunes como esos anaqueles que huelen a panela por armar Corríamos desnudos por todas las veredas donde nos ayudó haber sido poetas (ya que esto daba licencia en ciertos lugares) Cansado de escupirle ratas a la gente gateabas en la virulencia en la infección viral in vitro arañando a prostitutas que acaso cobraban algo para que no se les cayera el pan de entre los dientes
sí vida embustera: con todos te atreviste a jugar al muerto
____
Fuente: Santa Muerte Cartonera
Guayaquil, Ecuador. 1977
Ha trabajado en poesía el libro La muerte de Caín, cuarteto formado por los poemarios: El Libro de la Desobediencia (2002), Carni vale (2003), Labor del Extraviado (2005) y La Bestia Vencida. Publicado en su totalidad por la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Actualmente trabaja en el quinteto Los duelos de una cabeza sin mundo. El poemario Demonia Factory –segundo libro formal de ese nuevo trabajo- fue publicado por la editorial Zignos, Lima (2007) y por la editorial Eskeletra, Quito (2008). Publicó, junto con el poeta peruano Maurizio Medo, los poemarios Contramano (2008) y Álbum de arena [Primera Antología Binacional de Poesía Contemporánea Ecuador-Perú] (2008). Preparó el libro Identidades a Plazo [Recopilación de textos de pacientes del Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce] (2008). Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2002), el Premio Latinoamericano de Poesía Ciudad de Medellín (2007) y el Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade (2008).
Adelanto de Toma esta cabeza mestiza por donde rodará un dios judío
[a]
abuelo de 31 años reparas en los posibles pedazos de carne erecta chorreando manos y muslos Miles de manos y muslos bajo un cielo estancado en el fondo de un álbum demasiado respetable para ser un álbum ¿Nuestro álbum? –me dices- y yo repto para matarte de veras Para emboscarte justo en la línea donde se dobla Yo repto para matarte de veras como hundiendo mi rodilla en una boca negra cerrada que no es mía
que nadie diga que miento que tú vives
[b]
que alguien se anime pronto a robar tu rostro y quemarlo en la habitación donde te mueves a coleccionar tu orina regada en las cordilleras del mundo aunque a veces mal repartida en tu pantalón Que alguien se anime pronto a contar la historia de lo que pasó contigo: esos delitos que ya no reconoces pero que antes abrigabas como síntomas sobrecogedores de esa aparición tuya Yo he venido para desinfectarte las manos y derrames aquí la sangre más barata alguien se anime a robar tu rostro y quemarlo en mi boca rodante
[c]
con la cabeza que defeca modiglianitos malditos entramos en todas las fiestas de la oscuridad con una jarra de vino bailándonos debajo de los ojos Enfermos de la drogadicción por el dinero escondimos la ciudad en una axila y sacamos a brincar a la serpiente por más de 30 años Fumábamos desnudos y corríamos como locos formando el rompecabezas de los pájaros derrumbados sobre la ropa interior que dejamos abandonada en cuartos plásticos Tú ya no recuerdas esos cuartos porque ibas dormido
[d]
llevándote -como ya no recuerdas- hundimos la verga sonriendo en paladares entumecidos que sonaban a cáscara partida o a fosas tan comunes como esos anaqueles que huelen a panela por armar Corríamos desnudos por todas las veredas donde nos ayudó haber sido poetas (ya que esto daba licencia en ciertos lugares) Cansado de escupirle ratas a la gente gateabas en la virulencia en la infección viral in vitro arañando a prostitutas que acaso cobraban algo para que no se les cayera el pan de entre los dientes
sí vida embustera: con todos te atreviste a jugar al muerto
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Fuente: Santa Muerte Cartonera
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1/6/09
Yaxkin Melchy Premio de Poesía Elías Nandino 2009
Más información sobre el premio: http://www.eluniversal.com.mx/notas/601802.html
Barraca Vorticista
Poesía Visual de Argentina
La palabra, ese territorio del hombre, germen del largo discurso o del malentendido, continente de la pasión, bomba de estruendo, sutil escondite de las intenciones.
La palabra que necesita de tantas palabras para ser explicada o que puede retirarse al aposento del silencio para no ser pronunciada. Decir mucho sin decir nada.
La palabra se ha hecho visible en alianza con la imagen. Poesía visual, la energía condensada de dos mundos provocando una intersección llameante y eruptiva.
En la reacción inmediata que provoca la obra, como una flor que se abre delante de tu vista, como un puñado de arena en los ojos, está la magia y el secreto de la gran variedad de producciones que se amontonan bajo ese título.
Luis Espinosa
Alan Mills - Poesía y violencia en Guatemala
+ El lenguaje de la violencia impone modificaciones, en diversos niveles, al propio acto de la escritura. Los dedos tiemblan, aparecen los tics corporales traducidos a imagen y las metáforas adquieren texturas donde su luz apela a la desesperación.
+ La escritura por momentos anuncia un escape de la paranoia o, al menos, un placebo capaz de entregarnos una mínima calma al interior del cinismo que desarrollamos como escudo. Más que resignación, resguardo. En otros momentos, la escritura misma es la transcripción directa de un estado permanente de terror y pánico.
+ Al experimentar un tipo de violencia que se fabrica en una oscuridad casi absoluta, donde el operador del agravio es virtualmente invisible e intocable (no puede reconocerse totalmente en el Estado, sino en fuerzas paralelas que pueden estar ligadas o no a éste), la interpelación que la poesía desarrolla como forma de resistencia es igualmente móvil, nómada y fugaz. El poema transmuta su materia, se trasviste y performatiza un clamor que representa al fingimiento del dolor efectivamente sentido (Pessoa).
+ Algún lector de esta poesía también intenta escapar de ella: la olvida, la descarta, la desecha o, simplemente, la ignora. Otro lector la reconoce, tiembla con ella y la vincula al propio desarrollo de una ficción salvadora.
+ Otro lector la ve como una forma menor de la literatura fantástica, un efectismo y una exageración. Se duda con tenacidad de la fracción de testimonio que esta poesía acarrea. Aparece la burla.
+ Esta lectura es, entonces, otra violencia, de la cual la propia poesía se vuelve a nutrir.
+ La calidad de esta poesía violentada estará en relación directa con el grado de perfección técnica alcanzado para elaborar los marcos en que dicho lirismo avasallador discurrirá. Debe trasladar su negra epifanía con la velocidad y contundencia de cualquier obra importante. El goce estético, como finalidad, no ha desaparecido, simplemente se muestra un aspecto quizás más subterráneo o subrepticio, donde la propia forma ha asimilado la mutación simbólica que acontece en el escenario social.
+ En el contexto del posible final de la posguerra en Guatemala (donde ahora entramos a algo que todavía no tiene nombre), el poeta rara vez será percibido como un “sujeto comprometido” con su entorno. Su visión le alcanza para vislumbrar que también han sido devastados los espacios sociales que antaño enmarcaron las diversas militancias de orden político. Una voz fragmentada y, asimismo, destruida, está imposibilitada de ser absorbida como eslogan o consigna y el ritmo impreso a tal devenir literario, aleja al poeta de la cursilería o la perorata.
+ El futuro o supervivencia de la textualidad que emerge de este caos, está ligado a la movilidad constante y a una pulsión transgeográfica que permita resguardarse y escapar de las múltiples violencias que sacuden al cuerpo y a la mentalidad que ha optado por ejecutar un hecho escritural radical. Esta distancia permitirá la exposición de una especie de microterrorismo simbólico, fraguado desde una nueva variante de exilio, donde se huye de un perseguidor espectral, transcorporal y transideológico, cuyo rostro es francamente indeterminable.
+ Recordemos a Les Épiphanies, de Pichette:
“Monsieur Diable: Au besoin mon garçon, libère tes jurons, vomis tes déboires. C'est de bonne médecine”
+ La escritura por momentos anuncia un escape de la paranoia o, al menos, un placebo capaz de entregarnos una mínima calma al interior del cinismo que desarrollamos como escudo. Más que resignación, resguardo. En otros momentos, la escritura misma es la transcripción directa de un estado permanente de terror y pánico.
+ Al experimentar un tipo de violencia que se fabrica en una oscuridad casi absoluta, donde el operador del agravio es virtualmente invisible e intocable (no puede reconocerse totalmente en el Estado, sino en fuerzas paralelas que pueden estar ligadas o no a éste), la interpelación que la poesía desarrolla como forma de resistencia es igualmente móvil, nómada y fugaz. El poema transmuta su materia, se trasviste y performatiza un clamor que representa al fingimiento del dolor efectivamente sentido (Pessoa).
+ Algún lector de esta poesía también intenta escapar de ella: la olvida, la descarta, la desecha o, simplemente, la ignora. Otro lector la reconoce, tiembla con ella y la vincula al propio desarrollo de una ficción salvadora.
+ Otro lector la ve como una forma menor de la literatura fantástica, un efectismo y una exageración. Se duda con tenacidad de la fracción de testimonio que esta poesía acarrea. Aparece la burla.
+ Esta lectura es, entonces, otra violencia, de la cual la propia poesía se vuelve a nutrir.
+ La calidad de esta poesía violentada estará en relación directa con el grado de perfección técnica alcanzado para elaborar los marcos en que dicho lirismo avasallador discurrirá. Debe trasladar su negra epifanía con la velocidad y contundencia de cualquier obra importante. El goce estético, como finalidad, no ha desaparecido, simplemente se muestra un aspecto quizás más subterráneo o subrepticio, donde la propia forma ha asimilado la mutación simbólica que acontece en el escenario social.
+ En el contexto del posible final de la posguerra en Guatemala (donde ahora entramos a algo que todavía no tiene nombre), el poeta rara vez será percibido como un “sujeto comprometido” con su entorno. Su visión le alcanza para vislumbrar que también han sido devastados los espacios sociales que antaño enmarcaron las diversas militancias de orden político. Una voz fragmentada y, asimismo, destruida, está imposibilitada de ser absorbida como eslogan o consigna y el ritmo impreso a tal devenir literario, aleja al poeta de la cursilería o la perorata.
+ El futuro o supervivencia de la textualidad que emerge de este caos, está ligado a la movilidad constante y a una pulsión transgeográfica que permita resguardarse y escapar de las múltiples violencias que sacuden al cuerpo y a la mentalidad que ha optado por ejecutar un hecho escritural radical. Esta distancia permitirá la exposición de una especie de microterrorismo simbólico, fraguado desde una nueva variante de exilio, donde se huye de un perseguidor espectral, transcorporal y transideológico, cuyo rostro es francamente indeterminable.
+ Recordemos a Les Épiphanies, de Pichette:
“Monsieur Diable: Au besoin mon garçon, libère tes jurons, vomis tes déboires. C'est de bonne médecine”
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