27/9/08

Alejandra Fritz

Alejandra Fritz,

Chile, 1982.


Poemas


Siempre hay tiempo para todo
para que mi madre llegue
convirtiendo el desorden de la casa
en un drama familiar
para que lloremos todos juntos
mi padre sepa de una vez por todas
que uno de nosotros fue violado cuando niño
y terminen los dos comiendo
un trozo de carne muerta
que no es más que eso
un plato llenos de recuerdos sin sabor


*


Resulta extraño
verte lavar las sabanas de tu madre
minucioso preocupándote que ninguna flor
sea más roja que la del resto del estampado

Con vergüenza busco las pantaletas
que sin vergüenza bajaron la cama

Sentada culpable sobre el colchón
espero entres al baño
me visto rápido
y tomo la mochila

camino sola

creyéndome puta, tonta y embarazada


*


Todos exhiben
jardines colgantes de pena
en las fachadas de los edificios
enmarcados en anchas ventanas
tratan de sacar la cabeza
afirmando la cortina
que no se cierre
pero que no entre el sol

así viven
en grandes acuarios
departamentos inundados
dentro caballos de mar
algunos
cambian de femenino a masculino
de vez en cuando


___

Poemas tomados de: http://lagrancapital.blogspot.com/2006/01/alejandra-fritz.html

15/9/08

Christian Aedo

Christian Aedo,

Chile, 1976.


Poemas





PORNOESTAR
(fragmentos)
*
En un partido de tenis femenino
la arquitectura de los cuerpos se moldea en una blusa húmeda
una faldita cómplice que a ratos deja ver
entre los muslos sudorosos un trocito de calzón
mezclado con los gemidos de cada raquetazo
el ritmo en la muñeca
quebrándole el servicio a la soledad
derramándola aceitosa sobre un sillón para ver televisión
*
Inútiles como una mancha de semen en el piso
los videos porno bajo la cama
se deslizan en silencio por la noche
fotografías de otra época apoderándose de la pared

Y esto no significa nada más que eso
Al Parecer todo es el recuerdo de una buena película
la simetría infinita de los cuerpos impresos en papel
los juegos con la Polaroid
y las poses copiadas de Ron Jeremy
Todavía no acaban en la memoria
*
En el porno las cosas pasan
quizás como deberían suceder
sin dialogo, una cadena de acontecimientos infantiles
Un tipo encuentra a una mujer desnuda en la playa
se acerca pidiendo referencias esta perdido
Ella pone el miembro en su boca
al rato aparece un vendedor de helados y todos se divierten
Convulsionándose
En una masa oscilante de extremidades que brillan al sol
Diluyéndose como los granos de arena en la pantalla.


___

Poemas tomados de: http://www.youtube.com/watch?v=XM-25KQTYEY

13/9/08

Víctor López

Víctor López,

Chile, 1982.


Poemas



Los hermosos sentimientos hacen pésima literatura te
contaba yo. Te contaba que había estado viendo toda la
tarde documentales acuáticos en el cable- en Inglaterra una
chica llamada Mary algo así como Maria en Chile había roto
el record mundial de inmersión en profundidad. Te contaba
excitado que imaginaba que su cabeza explotaría como un
globo al tocar la superficie; aquellos globos rojos que una
vez infle en tu fiesta de cumpleaños y me besaste, mientras
estaba arriba de una silla colgando de un hilo al cielo raso
aquellas burbujas de colores. Existen peces que viven en las
profundidades abisales, como el pejesapo, de los cuales
cuelgan lamparitas chinas y otros peces que mi abuela
rebanaba en la cocina. Yo tuve miedo toda esa noche que el
cielo se viniera abajo. Tu novio decía que lo que le hacia
falta a la fiesta era la música y que los buzos lo máximo que
pueden aguantar la respiración es por un breve lapso de
minutos; yo le contaba borracho que para mi cualquier
sonido era música, cuando alguien se ducha, fríe un huevo
o tiene sexo y que los buzos verdaderos tienen agallas en el
cuello y pueden flotar en la oscuridad por años sin que
nadie descubra sus frágiles cuerpos de bailarinas, hasta que
se tiendan una mañana al fin junto a los moluscos y cangrejos



Ayer nos despedimos, era tarde. Yo me fui caminando por
la calle oscura, detrás de los arbustos hay música rara e
insectos de colores que viven en las hojas verdes. En todas
partes existe la música -me dije. Todos tenemos en nuestro
interior un distinto tipo de música: clásica, pop,
experimental. Incluso la de algunos es una especie de
chillido, un vaso que se quiebra. Ese tipo de chico soy yo. A
veces me duermo en los paraderos y sueño que mis amigos
me envían poemas de amor por Internet, yo también les
escribo, les hago saber si algún rayo en stereo hiere o no la
tranquilidad de mi puerta. Después llego a una casa enorme
que no conozco, me saco las zapatillas para no despertar a
sus habitantes y camino a tientas tan solo siguiendo el ritmo
con mis dedos, sin darme cuenta que hay pequeños cristales
en el piso que se me clavan y voy dejando un tibio rastro
sonoro por donde camino.





Antes de quedarme solo, aquel verano nos tirábamos en la
alfombra y tú me lo apretabas para que no lo derramara si
no era en tu rostro. Teníamos la radio encendida de fondo,
marcando el ritmo. Aquel verano ese fue el ritmo de mi
corazón. Por la tarde nos servíamos helado. Cuanta gente se
muere en el mundo para que nosotros nos podamos servir
moras frías con crema, esa era la reflexión después de
comer y si un buzo con escafandra puede o no bajar hasta
las profundidades donde el plancton se ilumina como la
esfera brillante de una discoteca sin que su cabeza explote
en el intento. Aquel verano no recuerdo que hayamos
discutido nunca y nos besábamos cada cinco minutos para
quitarnos las manchas de fruta helada y crema ya seca de los
labios.


Cuando escribo de Chile no pienso en Chile como un país / sino que escribo otro sinónimo más de lejanía / Algunas mañanas me despierto con una resaca semejante a una delgada línea de mar en las pestañas / Más allá una muchacha amarra flores amarillas en medio del desierto / entre sus piernas hay un cuaderno borroso que parece decir / “esta es mi escritura una niebla en la que apenas se divisa” / Escribir es siempre decir lo mismo / Ahora voy a escribir un verso genial / algo digno de Yeats / una ensoñación / sobre una venus que reposa desnuda en un estanque de peces / pero no precisamente de una venus / sino más bien de una quinceañera de los barrios bajos de Santiago / que yace violada y muerta en las riberas del Mapocho / Un surfista viaja toda su vida en un autobús que de a poco se desvanece / a veces mira a través de la ventana el paisaje / enormes carteles con nombres de ciudades desconocidas / trasladarse de un lugar / hacia otro punto / donde el mismo viaje es un signo de desvanecimiento / de continua pérdida / El le escribe poemas de amor porque no se atreve a decirle que a ama más que el universo / un día decide mostrarle sus textos y ella le dice son demasiado tontos / no dicen nada nuevo / Toda escritura es una especie de caída / leve / despacio / sin tiempo / cerca del suelo la sensación de velocidad aumenta / los ojos se dilatan / el fotógrafo enfoca la escena y le pide que por un momento / solo por un momento / cierre los ojos y que imagine que el breve viaje hacia la oscuridad / no huele siempre como un ramo de flores amarillas olvidadas en medio del desierto / En Colombia hay cientos de mariposas de colores / en Chile de vez en cuando la corriente del niño trae peces voladores que se elevan a varios centímetros de altura / Toda escritura es precisamente esto / que salga el sol cuando deseamos que salga el sol / y ponernos abrigos bufandas cuando deseamos que esto mismo muera

Qué es el verano sino el deseo de olvidar / de nada sirve guardar bajo llave las prendas de la lluvia / si al desembarcar en un terminal o en un aeropuerto de una ciudad lejana / descubres que los neones de la noche y los taxistas de la esquina aún te reconocen / tus ojos son una nube polvorienta / que mancha las sábanas de un motel solitario en Nueva Cork / de nada sirve subir de a poco la cabeza / y ver cómo en las pantallas de vuelo / a cada minuto / a cada segundo los destinos de la gente cambian / si tú al llegar a casa temprano / buscas en los mismos avisos económicos el nombre de una chica / para conversar con ella de cómo la tarde se ha venido derramando suave / como un cubito de hielo en un vaso de vodka / de nada sirve el verano entonces te dices / si lo único que queremos / si lo único que deseamos / no es precisamente lo que quema el sol / cuando al otro lado de la cama al igual que un adonis muerto yace el poema

Casi siempre los días se alargan una o dos horas / bajo la línea solitaria del ecuador / en Chile los días son más cortos / más faltos de luz / los leones del cielo así lo dicen / todo lo que ha sido escrito es parte de una vieja película / pero tú a veces piensas en aquella película como en la escena de un sueño que se sigue rodando / una mujer se queda inmóvil al borde de una pileta con peces / un muchacho de color le maquilla con delicadeza su rostro / no hay nada original en eso / la misma idea de la muerte ha sido filmada muchas veces / En verano los muchachos del barrio abren los grifos y se bañan / una vez yo estaba desnudo viendo una cinta donde un tipo estaba abandonado a su suerte en medio del mar / alrededor de él había una aureola brillante de peces voladores / el tipo se tiraba a su tabla / se tapaba la cara / mientras que los peces arriba de él agitaban sus aletas hasta volver a sumergirse / aquello provocaba una finísima lluvia de cristales que le bañaba el cuerpo / Sin embargo nada de esto tiene relación con Chile Mariel acá los días son más cortos / más faltos de luz / no recuerdo vez alguna que nuestros cuerpos / no hayan sido bañados por otra cosa más que oscuridad

Lamentablemente Mariel perdemos del poema sólo lo preciso / nada más ni tampoco nada menos / lo que se puede perder / pasa en el desprendimiento continuo de la cal en las paredes / en su blanco muerto / es una línea trizada cada tanto / definición de una carretera que dirige al norte / con un animal tirado en medio de la noche / lo que se puede perder / como a través de un nudo / de una tubería / de un pasillo vuelto a dar vuelta bajo la falda del agua / así es el espacio que se cruza en silencio / desde un puente o una barandilla que se desvanece / vacío / lo que se puede perder Mariel / lamentablemente nunca será una fotografía en primer plano / blanca y negra / de nosotros mismos


___

Textos tomado de "Los Surfistas", texto ganador del concurso hispanoamericano de poesía organizado por revista "Amigos de lo Ajeno / Vox / Album del Universo Bacterial" y publicado por Editorial Vox. Buenos Aires. 2006

y de: http://www.esperpentia.cl/victor_lopez.htm

6/9/08

Guido Arroyo

Guido Arroyo,

Chile, 1986.


Poemas

Dos tankas para llegar al haiku definitivo…

Las patas de buey
borraron la senda azul
ranas que saltan
quebrando al silencio
de un estanque vacío

La ave deforme
se esparce en la hoja azul
perdida postal
que se exhibe o traiciona
hoja en blanco

Cerrando errado
callo en silencio yo erro
errado cerrado

Cara y sello, programas (sociales) de tv

Caras morenas que brillan
la pantalla refleja sociales

confiesan golpizas y llantos
los niños desnudos se drogan

fiscalizan tardías las leyes
de un morbo que crece a colores

ilimitados hogares de amparo conocen
de sobra estadísticas sociales no cumplen
promesas de campaña gobernantes obtienen
escaños dudosos comerciales promocionan
consumos ciudadanos que suben en rating
y caen monedas que brillan-brilla la pantalla
reflejando en sus bordes a u país democrático.

Imagen del interior

Ni aún la tierra permanece. Solo el vaho
y la siembra del musgo en los jardines eriáceos.
Enrique Lihn.

Árida tundra de otoño
frágil pluma salada

como

huellas
afrontadas
al plateado papel
de la memoria

esa ventisca traerá gráciles gotas
esta tarde no es más que modorra,
(rutina de viaje)

Oscuro nubario partido
aciago acorde tus calles

como

junco
barroso

a intemperie de un eco
que quiebre al silencio:

(vaho que se esparce
sobre el río amarillo)

En tránsito espero
frente a la ventana
que las gotas
se detengan,

espero a que el té agrio
se empoce y hele,

espero que la tierra permanezca
sobre poros de papel salado
pero no
mirar el papel salado no significa recordar.
Amanecer en una semana cualquiera

La mañana es un desayuno que cae como bola de fierrro en el estómago, que se
mezcla
con las tabletas de aspirina que te tomas para disminuir el dolor de cabeza. Ayer hablabas en un bar sobre lo dura y desigual que es la vida
sobre los mínimos cambios que podrían modificar el orden de esta historia,
piensas de ello en el metro pero el ambiente ensordecido no permite cavilaciones, las cosas serán siempre como si fuesen.
En la clase te dicen “nuestra mente no almacena ni definiciones ni hechos”.
El café reanima las neuronas y puedes enfrentarte al periódico
Ayer hubo varios atentados en Albania
y un niño en silla de ruedas transportó dos bombas
hacía el senado de Irak.

Los terribles hechos se apilan como llantas gastadas en los basurales, como
animitas
que poblan la carretera donde transcurre rápida tu vida,
que se cuida de respetar la señáletica.


Vaticinio


El centro sombrío de la pista encierra a una batahola de pubers
mis dedos rozan pieles languidecidas por fluidos narcóticos.

Pienso en los cóncavos desiertos mientras rozas mi entrepierna
pienso en rozar tus pechos mientras piensas en las compras de mañana.

Al final siempre somos personajes de un patético espectáculo.
Al que volvemos como marineros anhelantes de ventiscas.

Las baldosas sucias, la camisa sudada, el vaso roto, el bolsillo vacío: Flashes
que de golpe me hacen sentir absurdo con mis pélvicos movimientos.

En ese instante como perros alcanzamos el éxtasis antes del tiempo de vendimia,
Tus labios rozan los míos entonando nuestro cruel y gustoso destino:
LO QUE PASÓ PASO, ENTRE TÚ Y YO.


___

Poemas tomados de: http://laseleccionesafectivaschile.blogspot.com/2007/05/guido-arroyo.html

2/9/08

Cuqui

Cuqui,

Argentina, 1977.

Poemas


21

Dominada por un hombre que la sigue penetrando para aliviarse él sin una mínima caricia, otra vez embarazada, otra vez teniendo que aguantar todo, entonces va y se arriesga con un aborto.

La señora R. También se escapó del marido, todo bien en secreto y fue a una clínica con una de sus hijas a hacerse una lipo.

22

¿Una mujer embarazada por violación debe abortar?
Los pulpos se reproducen por violación.
Son todos asuntos naturales.
Matar también, por supuesto.

___

Poemas tomados de: http://conestebocaenestemundo.blogspot.com/2007/06/cuqui-cordoba1977.html

1/9/08

Martín Rodríguez

Martín Rodríguez,

Argentina, 1978.


Poemas:

Paraguay

¿Cuando empezó la guerra, Mariscal?

¿Corrientes no era Polonia?

El Mariscal quería pisar tierra, una vez.
Paraguay era una ciudad de agua, un pantano.
Mato Grosso-Corrientes, países de agua…
Las aguas como la piel de gallina:
llegó a Corrientes pisando las aguas,
en patas, tirando flores. Quería pisar tierra, una vez.

Con su vapor de la marina paraguaya, de una marina sin mar.

No te duermas sin haber cantado las nanas de la guerra. Decía.

Pintate con carbón no sólo los bigotes, el ceño fruncido, la bala hundida, el orificio: todo.

Después llegó la guerra, Mitre, Caxias, las batallas, una a una, en series:
Curupaytí: el flujo temporal de la batalla.
Curupaytí: 3ra columna, 4ta columna, columnas de humo hacia el fuego.

Pero fueron necesarios los niños. Los niños: la bala líquida.

”Esquema semiótico básico”: ataque-defensa, aliados-enemigos, derrota-victoria.

Pero los niños, como el agua, se escurrían en los dedos. Grababan sus figuras en el barro, temblaban con el racimo de sus dedos (la uva blanca), contra el agua dejaban caer el polvo de la pólvora como polvo dorado, se sacaban todo de encima. Incluso la guerra se la sacaban de encima: corrían como si tuviesen encima un hormiguero. Hormigas rojas corrían en ellos también.

Siguieron al Mariscal hasta la muerte, en manos de los negros-esclavos-libres.


Calcio

No me conocía hasta que vi mi camisa secándose


Calcio

No me conocía hasta que vi el árbol sin mi camisa, con su rama estirada
besando la tierra, como inclinada
ante el sol
desnudo de la tarde
en que todos los pelos se soltaron
de sus cabezas, y todas
las piedras soltaron sus pelos,
y todos los huevos soltaron sus pelos,
y la tierra ardió frente a mi camisa que ya tenía puesta,
blanca,
triunfal,
con su anillo de agua sofocada en los tembladerales del sol:
a la velocidad de la luz
el blanco de las cosas, Calcio, tomó
su lugar: no los dientes, ni la leche,
ni las tetillas, ni los huesos, ni el cristal, ni el carbón,
ni el semen, simplemente
el calcio fue un aura en la pequeña cabeza de Niño,
en su alma inclinada ante la rama que sostuvo su camisa
primera, de hombre, en el atardecer del río.


Fósforo

En la entraña o la borra
a la que nos asomamos a leer
la suerte: la leche ya está echada...

Crepita el fósforo aturdido de su imagen:
vela a su madre
junto a un río,

y mientras junta más flores
que se le pegan al talón,

el burro de la campana se echa un guascazo
contra el tronco y gime
para darle un rayo de leche último,
al final. Como un puro dios manantial, dios de la fuerza, dios del tendón.

Una última campana de bronce pega contra el árbol.
Son tan duras las comunicaciones.
Los elementos se repelen.
No hay nada que haga estallar definitivamente nada.


___

Poemas tomados de: http://laseleccionesafectivas.blogspot.com/2006/07/martin-rodriguez.html